'La infancia es a veces un sue?o, pero tambi¨¦n puede ser una pesadilla'
Con El asesino ciego, novela galardonada con el Premio Booker del a?o 2000, la escritora canadiense Margaret Atwood (Ottawa, Canad¨¢, 1939) ha dado un paso adelante en su ya de por s¨ª exitosa carrera. Atwood, autora de novelas como Ojo de gato, El cuento de la criada y Alias Grace, ha construido en esta ocasi¨®n una novela de compleja estructura en la que se mezclan los recuerdos de Iris Chase -una anciana que cuenta la historia de su familia a lo largo del siglo XX, deteni¨¦ndose de modo especial en la relaci¨®n con su difunta hermana Laura- con episodios escritos en registros tan distintos como la novela realista, la novela rom¨¢ntica o la ciencia-ficci¨®n. El asesino ciego es una de estas novelas que, en cuanto la terminas, te dan ganas de volverla a empezar, porque de alg¨²n modo te invade la sensaci¨®n de que has estado inmerso en una maquinaria perfecta en la que todo acaba encajando para mayor gloria de la literatura.
'Me gusta detenerme en los detalles. Para conseguir una buena ambientaci¨®n en una novela es imprescindible pararse en ellos'
PREGUNTA. En El asesino ciego encontramos una trama que avanza a trav¨¦s de la memoria de Iris Chase, pero tambi¨¦n gracias a noticias de prensa y a una novela dentro de la novela. ?C¨®mo lleg¨® a esta estructura?
RESPUESTA. Es como un conjunto de cajas chinas. Abres una caja y te encuentras otra, y as¨ª sucesivamente, hasta que llegas al coraz¨®n de la novela, que es la historia entre las hermanas Iris y Laura Chase. Todas las historias se complementan, incluso los recortes de prensa y la novela con toques de ciencia-ficci¨®n que se incluye en el libro. Es como un collage en el que cada tipo de representaci¨®n es un desaf¨ªo para las otras, pero del que al final se acaba obteniendo una imagen total. Hay distintos niveles que se van superponiendo hasta descubrir la verdad. En la novela se reconstruye la historia de una familia a lo largo del siglo, pero hay tambi¨¦n una utop¨ªa negativa, una distop¨ªa, que fue una forma utilizada en el pasado por algunos escritores para criticar la sociedad actual. Tenemos los ejemplos de la Utop¨ªa de Tom¨¢s Moro; de Los viajes de Gulliver, de Swift; de 1984, de Orwell, o de Un mundo feliz, de Aldous Huxley. En El asesino ciego se incluye una distop¨ªa, pero est¨¢ tambi¨¦n la historia de los a?os treinta, con el paisaje de la Depresi¨®n y el auge de movimientos sociales como el fascismo, el comunismo, etc¨¦tera. Con la novela dentro de la novela de El asesino ciego se busca criticar esta sociedad por medio de una historia de un planeta inventado en el que hay tambi¨¦n ricos, pobres y todo un sistema de clases sociales. Todo se complementa y todo ayuda a entender la historia de las hermanas Iris y Laura.
P. En el centro de la familia Chase, y de la novela, est¨¢ la mansi¨®n familiar de Avilion, una imponente casa que parece sacada de una novela g¨®tica.
R. Estas mansiones existen en todo el mundo. El tiempo pasa y la gente cambia, pero las grandes mansiones siguen all¨ª, evocando el paso del tiempo. En Ontario hay una serie de pueblos en los que hay mansiones as¨ª. Ahora las han reconvertido en hoteles o en residencias para ancianos, pero nacieron como el sue?o de alg¨²n empresario al que quiz¨¢ la fortuna acab¨® por darle la espalda. Todas esas mansiones encierran una novela.
P. En la novela, a trav¨¦s de los recuerdos de Iris, abarca un largo periodo, casi un siglo.
R. He procurado que en la familia Chase se reflejen los hechos de una parte del siglo XX. La primera mitad, sobre todo, fue muy interesante, m¨¢s que la segunda, en mi opini¨®n. Hubo movimientos sociales, guerras, muchos cambios. La narradora de El asesino ciego, Iris Chase, es m¨¢s o menos de la edad de mi madre y a lo largo de su vida ha visto los inicios de la radio, de los coches, del tel¨¦fono, de la bomba at¨®mica.
P. He le¨ªdo que su padre era entom¨®logo. ?Viene de aqu¨ª su pasi¨®n por los detalles?
R. Es probable. Me gusta describir al detalle los ¨¢rboles, las flores, la gente... Me gusta detenerme en los detalles. En ingl¨¦s decimos: 'Dios est¨¢ en los detalles'. Y es verdad. Yo creo que para conseguir una buena ambientaci¨®n en una novela es imprescindible pararse en los detalles. En una escena puede haber una energ¨ªa, pero para subrayarla hay que insistir en los detalles.
P. En esta novela, como ya hizo en Ojo de gato, muestra la complejidad de la relaci¨®n entre dos hermanas, ya desde la infancia.
R. Las relaciones entre hermanos son siempre complejas, desde Ca¨ªn y Abel. La infancia es a veces un sue?o, pero tambi¨¦n puede ser una pesadilla. De ni?o eres peque?o, vives en un pa¨ªs de gigantes y no tienes ning¨²n poder. El mundo puede ser muy duro para los ni?os. Quiz¨¢ ¨¦sta es la raz¨®n de que, en los cuentos, los h¨¦roes son seres peque?os que vencen a los monstruos, a los gigantes.
P. En El asesino ciego se insiste en que la verdad es esquiva.
R. Es casi imposible encontrarla. Siempre hay un mundo secreto, siempre hay algo detr¨¢s de las puertas cerradas. Esto es lo que me interesaba en mi novela, ir desvelando este algo que se oculta a lo largo del tiempo, acercarme a una verdad oculta tras las apariencias.
P. ?Le cost¨® encontrar el tono en las distintas partes de El asesino ciego?
R. Yo ya soy mayor y a lo largo de mi vida he podido leer muchas cosas raras (se r¨ªe). De joven trabaj¨¦ en una oficina de investigaci¨®n de mercado y le¨ªa informes extra?os. Con el tiempo aprendes a depurar el lenguaje. Cada nivel de El asesino ciego tiene un lenguaje distinto e incluso cada uno de los peri¨®dicos que cito en el libro est¨¢ redactado de un modo distinto. La lengua tiene un amplio espectro de posibilidades.
P. Cita a Ryszard Kapuscinski al principio de la novela. ?Le interesa este autor?
R. Es un gran escritor, sin duda. Quise poner una cita de su libro El Sha, porque habla de ni?os ciegos que explican historias. Me encanta c¨®mo escribe Kapuscinski. Cuando estalla una guerra, todo el mundo quiere huir de ella, pero ¨¦l viaja hacia all¨ª y cuenta esa guerra mejor que nadie.
P. En El asesino ciego, la guerra civil espa?ola tiene una presencia destacada. ?Por qu¨¦?
R. La guerra de Espa?a fue un s¨ªmbolo para toda una generaci¨®n. En Canad¨¢ hubo izquierdistas que lucharon en las Brigadas Internacionales y hay incluso un monumento en Ottawa dedicado a esa gente. Me interes¨® mucho lo que le¨ª sobre esta guerra, sobre los complots y los anticomplots, sobre los ideales y las traiciones. De hecho, escrib¨ª parte de esta novela en Madrid, donde estuve unos meses en 1999. Un d¨ªa fui a ver una exposici¨®n de fotos de Robert Capa sobre la guerra civil y me inspir¨® para el libro.
P. Hay momentos en los que la estructura del libro parece m¨¢s propia de la m¨²sica que de la literatura.
R. ?sta era una de mis ideas al escribir la novela. Sab¨ªa que ser¨ªa dif¨ªcil, pero me estimulaba a seguir adelante. La m¨²sica, como la escritura, es un buen medidor del tiempo. Hay estructuras musicales muy interesantes, como las Variaciones Goldberg. Me gusta lo que hace la m¨²sica de jugar con ecos, con repeticiones, me interesa lo de volver a un mismo tema con variaciones. En la estructura de El asesino ciego he tenido en cuenta esto y tambi¨¦n he procurado jugar con los n¨²meros. He escrito 93 peque?os cap¨ªtulos en los que, al principio de la novela, los cap¨ªtulos se suceden en el orden siguiente: narraci¨®n de Iris, noticia de prensa y novela dentro de la novela. Al final, sin embargo, es al rev¨¦s. Es algo as¨ª como una estructura musical, arquitect¨®nica. Como un c¨ªrculo que se cierra.
P. En cierto sentido, ?puede leerse El asesino ciego como una muestra de la fuerza de la escritura para desentra?ar la verdad?
R. La escritura es un misterio. Se crea una voz con una pluma o con un ordenador, y esta voz no es la realidad, pero es una ilusi¨®n con mucha fuerza. Cuando lees a Shakespeare, o Don Quijote, tienes la impresi¨®n de que el autor te est¨¢ hablando directamente a ti. Es sorprendente la fuerza de la escritura.
P. Usted escribe poes¨ªa y novela. ?Cree que se complementan de alg¨²n modo?
R. Escribir una novela supone para m¨ª trabajar mucho durante varios a?os. Un poema, en cambio, produce una satisfacci¨®n inmediata. La novela es m¨¢s racional, se compromete m¨¢s con la sociedad. Un poema puede hacerlo a veces, pero no siempre es necesario. A m¨ª me gusta alternar los dos. Cuando termino una novela necesito unas vacaciones, y las encuentro en la poes¨ªa. Y al rev¨¦s. De vez en cuando es necesario encontrar v¨ªas de escape y alternando las dos es como lo consigo.
P. ?Qu¨¦ reacci¨®n tuvo al saber que hab¨ªa ganado el Premio Booker?
R. Me encant¨® recibirlo. Era la cuarta vez que una novela m¨ªa llegaba a la final y quiz¨¢ debieron pensar: 'Es mejor que se lo demos ahora, antes de que se muera' (se r¨ªe). De todos modos, no hay que tomarse los premios muy en serio. Existe la escritura y existen los premios y no siempre se corresponden.
P. ?Es cierto que sus influencias vienen m¨¢s de la novela francesa que de la inglesa?
R. Es posible. Tengo ya muchos a?os y he le¨ªdo a muchos novelistas ingleses, pero me gustan los franceses del XIX: Flaubert, Zola, Maupassant... Tambi¨¦n los grandes rusos y algunos espa?oles, sobre todo Don Quijote y algunos latinoamericanos, como Garc¨ªa M¨¢rquez y Vargas Llosa. Carlos Fuentes tambi¨¦n me parece muy interesante. De entre los portugueses, me quedo con Saramago, aunque ¨²ltimamente he descubierto a Pessoa y me encanta. Qu¨¦ vida tan sorprendente la suya. Qu¨¦ historia la de los heter¨®nimos. En algunos momentos pienso que Iris Chase, el personaje de El asesino ciego, tiene algo de Pessoa.
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