Una ratonera en la N-II
Unos 800 automovilistas quedaron atrapados en la Anoia y pasaron la noche en un pabell¨®n de Igualada
Agradecidas pero indignadas. Las 800 personas que el viernes quedaron atrapadas en la nacional II entre el Bruc y la Panadella se debat¨ªan entre estos dos sentimientos ayer por la ma?ana tras pasar la noche lejos de sus casas, en el mejor de los casos acogidas en el polideportivo de Igualada. Estaban agradecidas por la buena disposici¨®n del Ayuntamiento de esta localidad -'han hecho lo que han podido, con muy buena voluntad', dec¨ªa Josep Mart¨ªnez, conductor de autocar-, pero indignadas y enfurecidas contra los Mossos d'Esquadra y el Ministerio de Fomento a partes iguales -'no cortaron a tiempo la N-II, nos dejaron atrapados en ella y luego no vinieron ni a sacarnos', criticaba Juan Moreno, de Barcelona.
'No cortaron a tiempo la carretera, nos dejaron atrapados y ni siquiera nos vinieron a rescatar'
Los automovilistas atrapados por la nieve y el hielo en la N-II pasaron cinco horas dentro de sus veh¨ªculos sin que nadie les informara. Al final optaron por aparcar los coches en el arc¨¦n y caminar hasta Igualada. Pero no fue el fin de la odisea. Ni hab¨ªa mantas para todos ni el polideportivo estaba suficientemente preparado. Con temperaturas bajo cero durante toda la noche y con un grosor de nieve de hasta 70 cent¨ªmetros, las horas pasaron lentamente.
Sin embargo, nadie se quejaba de las condiciones del alojamiento: 'El Ayuntamiento ha hecho todo lo que ha podido', dec¨ªa Antonio Izquierdo, de Zaragoza, que hasta ayer por la ma?ana no pudo ser rescatado de su cami¨®n. Mientras, en un rinc¨®n del pabell¨®n, unos j¨®venes inmortalizaban el momento con risas, abrazos y una c¨¢mara fotogr¨¢fica; eran estudiantes del Instituto de Educaci¨®n F¨ªsica (INEFC) de Lleida que iban de fin de semana a sus casas en coches particulares y que al llegar all¨ª se encontramos todos 'por sorpresa'. En otro rinc¨®n, Mar¨ªa, vecina de Barcelona, lloriqueaba: hab¨ªa dejado a sus dos perros en el coche el d¨ªa anterior y sufr¨ªa por ellos, aunque dec¨ªa entender que en aquel momento hab¨ªa 'otras prioridades'.
Pese al pesimismo y a los nervios de los afectados, hab¨ªa tambi¨¦n un rinc¨®n para la esperanza y Pedro Hernando, vecino de Barcelona, reconoc¨ªa: 'La Polic¨ªa Local pas¨® dos veces junto a mi veh¨ªculo, me dijeron que vendr¨ªan a buscarnos y as¨ª fue', y explicaba c¨®mo bomberos y mossos rescataron de la carretera a una mujer embarazada de ocho meses.
La ma?ana pas¨® lentamente para los atrapados en Igualada, que esperaban noticias de los servicios de rescate. Mientras, la tormenta no cesaba y se iban acumulando m¨¢s y m¨¢s cent¨ªmetros de nieve. A mediod¨ªa, tres concejales anunciaron que la nacional II estar¨ªa cortada todo el fin de semana e informaron de que la Generalitat aconsejaba que todo el mundo volviera a casa en transporte p¨²blico sin temer por los veh¨ªculos, que ser¨ªan retirados a las cunetas de la carretera y podr¨ªan ser recogidos cuando se anunciara a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Para salir de Igualada en transporte p¨²blico, sin embargo, s¨®lo hab¨ªa una opci¨®n: ir en tren hasta Barcelona en unos convoyes especiales para 250 personas. La mayor¨ªa acept¨® la propuesta y s¨®lo 20 personas -casi todas de fuera de Catalu?a- decidieron quedarse en la ciudad.
Para unos fue una aventura que contar¨¢n durante mucho tiempo. Para otros, una aut¨¦ntica tortura.
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