La recta final del petr¨®leo
El siglo XXI ver¨¢ la desaparici¨®n del petr¨®leo como principal fuente de energ¨ªa. Queda por saber cu¨¢ndo. El 2001 era uno de esos periodos de interrogaci¨®n, agudizado todav¨ªa m¨¢s desde el 11 de septiembre. Pero los or¨¢culos no se ponen de acuerdo.
'Los recursos son abundantes: cuando el Club de Roma hizo su llamamiento, ten¨ªamos por delante 30 a?os de reservas; hoy tenemos 40 e incluso cerca de 100 si tenemos en cuenta las reservas probables', afirm¨® Thierry Desmarest, presidente de TotalFinaElf, el 11 de octubre en el Parlamento franc¨¦s. 'Es muy improbable que haya escasez de reservas antes de 2025', opinan por su parte los expertos de Shell en su Sc¨¦narios pour 2025, publicado el 26 de noviembre. El plazo tal vez pueda 'ampliarse hasta 2040', siempre que 'se adopten medidas para mejorar las prestaciones de los veh¨ªculos y que se concentre la demanda de petr¨®leo en ese sector'. Seg¨²n Revue de l'¨¦nergie, la contribuci¨®n del petr¨®leo entre las principales fuentes de energ¨ªa seguir¨¢ siendo del 40% hasta 2020 y caer¨¢ hasta el 20% en 2050.
Ya se han explotado al m¨¢ximo las reservas m¨¢s f¨¢ciles y las menos caras de extraer. De aqu¨ª a diez a?os empezar¨¢ una era m¨¢s aleatoria y costosa
Los expertos deben resolver una ecuaci¨®n con m¨²ltiples inc¨®gnitas: econ¨®micas, ecol¨®gicas, geol¨®gicas, tecnol¨®gicas, demogr¨¢ficas y geopol¨ªticas
'Las reservas confirmadas son m¨¢s que suficientes para satisfacer el aumento de la demanda previsto de aqu¨ª a 2020 y mucho despu¨¦s incluso', afirma la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) en su muy esperado informe trienal World Energy Outlook, publicado a comienzos de octubre. 'Pero ser¨¢n necesarias inversiones masivas para explotar esas reservas', advierte. Un incremento de la capacidad de producci¨®n en un mill¨®n de barriles al d¨ªa cuesta alrededor de 5.000 millones de d¨®lares en Oriente Pr¨®ximo y hasta cinco veces m¨¢s en los pa¨ªses que no son miembros de la OPEP. En total, deber¨ªa invertirse no menos de un bill¨®n de d¨®lares a lo largo de los diez pr¨®ximos a?os.
Otros expertos son m¨¢s pesimistas. Colin Campbell, miembro del Centro de An¨¢lisis de la Disminuci¨®n del Petr¨®leo, anunciaba en 1997 en su libro The Coming Oil Crisis el car¨¢cter inminente del declive del petr¨®leo. Extrapolando a escala planetaria las teor¨ªas de King Hubbert -un ge¨®logo de Shell que pas¨® a la posteridad por predecir en 1956, mediante c¨¢lculos, el declive de la producci¨®n petrol¨ªfera estadounidense a comienzos de los a?os setenta-, Campbell considera que el 'punto de inflexi¨®n Hubbert' en la producci¨®n mundial, es decir, el inicio del declive, podr¨ªa producirse a partir de... 2005.
El estudio World Petroleum Trends 2001, del Instituto IHS Energy Group, citado en la revista del Centro ?rabe de Estudios Petrol¨ªferos, considera que el mundo ha dejado de renovar sus reservas: 'Durante la ¨²ltima d¨¦cada, la producci¨®n anual de petr¨®leo pas¨® de 68,5 millones de barriles al d¨ªa a 73,6 millones, mientras que las reservas restantes se redujeron entre finales de 1991 y finales de 2000 en cerca del 9%, hasta los 1,1 billones de barriles'.
Previsiones a largo plazo
?A qui¨¦n creer? 'Desde hace 50 a?os nos hacemos esta pregunta y hemos sido incapaces de definir una metodolog¨ªa fiable para prever el comienzo del declive, el c¨¦lebre punto de inflexi¨®n', reconoce Pierre-Ren¨¦ Bauquis, vicepresidente del Instituto Franc¨¦s de la Energ¨ªa, al que el presidente de TotalFinaElf ha encargado realizar las previsiones a largo plazo. Recuerda que, en todas las ¨¦pocas, los economistas se han mostrado demasiado optimistas sobre los mecanismos de autorregulaci¨®n de los mercados, y los ge¨®logos, demasiado pesimistas sobre las posibilidades de explotar los yacimientos de m¨¢s dif¨ªcil acceso.
Es cierto que los expertos deben resolver una ecuaci¨®n con m¨²ltiples inc¨®gnitas: econ¨®micas, ecol¨®gicas, geol¨®gicas, tecnol¨®gicas, demogr¨¢ficas y geopol¨ªticas... La urbanizaci¨®n galopante -'en 2050, el 80% de la gente vivir¨¢ en las ciudades', recuerda Shell- o el despegue econ¨®mico de los dos pa¨ªses m¨¢s poblados del planeta, China e India, son otras tantas causas de insomnio para quienes se dedican a las previsiones. Sobre todo porque, en los ¨²ltimos a?os, un par¨¢metro que el profesor Hubbert no previ¨® en los a?os cincuenta ha adquirido una gran importancia: el medio ambiente, que ya es una cuesti¨®n universal, en especial desde el fracaso de la cumbre de Kioto sobre las emisiones de carbono.
Todo el mundo coincide al menos en un punto: la industria petrol¨ªfera ha explotado al m¨¢ximo las reservas m¨¢s f¨¢ciles y las menos caras de extraer. De aqu¨ª a unos diez a?os empezar¨¢ una era m¨¢s aleatoria y m¨¢s costosa, de exploraci¨®n de lo que los especialistas llaman las '¨²ltimas reservas'.
Cambios profundos
El sector petrol¨ªfero acababa de vivir una ¨¦poca de profundos cambios. El final del comunismo ha precipitado la apertura a los agentes privados occidentales de amplios territorios de explotaci¨®n hasta entonces bajo el control de Estados ni democr¨¢ticos ni liberales en el ex bloque sovi¨¦tico. Al mismo tiempo, la tecnolog¨ªa ha logrado avances tales que ya se puede conseguir la explotaci¨®n de recursos cuyo coste de acceso se consideraba hace pocos a?os prohibitivo: perforaciones en aguas profundas, hidrocarburos pesados en las arenas del Orinoco (Venezuela) o de Athabasca (Canad¨¢)...
'Desde hace diez a?os, las grandes empresas han renovado de media el 100% del petr¨®leo y gas que han producido', calcula la AIE.
'Pero cuidado', advierte Pierre-Ren¨¦ Bauquis, 'la combinaci¨®n de estos dos fen¨®menos no volver¨¢ a producirse. Hoy tenemos acceso al 90% de las cuencas sedimentarias'. Por tanto, s¨®lo cabe esperar que se produzcan descubrimientos importantes que permitan aplazar la fecha de forma significativa. El profesor Campbell calcula las reservas totales en 1,8 billones de barriles, de los cuales ya han sido descubiertos el equivalente a 1,6 billones.
Pero la demanda global de energ¨ªa explotar¨¢ literalmente: est¨¢ previsto que se doble en 50 a?os. Y 'los expertos no s¨®lo no prev¨¦n un descenso significativo de la contribuci¨®n relativa de los hidrocarburos, sino que, por el contrario, hay que esperar un aumento muy fuerte del consumo mundial', observa Claude Mandil, presidente del Instituto Franc¨¦s del Petr¨®leo.
Esta vez, la civilizaci¨®n del petr¨®leo ha entrado realmente en la ¨²ltima recta.
? Le Monde
Todav¨ªa tres billones de barriles
A ESCALA MUNDIAL, las ¨²ltimas reservas recuperables de petr¨®leo (y de gas natural l¨ªquido) superan los tres billones de barriles, de los cuales 732.000 millones todav¨ªa no han sido descubiertos, pero son probables, seg¨²n la USGS, el organismo geol¨®gico estadounidense de referencia, citado por la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE). Las ¨²ltimas reservas de gas oscilan, dependiendo de las previsiones, entre 386 billones de metros c¨²bicos (c¨¢lculo del USGS) y entre 450 y 530 billones de metros c¨²bicos (datos de Cedigaz). Esta ¨²ltima cantidad representar¨ªa hasta 200 a?os de consumo al ritmo actual. Las reservas no descubiertas todav¨ªa, pero probables, ser¨ªan de 147 billones de metros c¨²bicos. Las reservas de petr¨®leo de Estados Unidos se calculan en 115.000 millones de barriles, lo que significa que, al ritmo actual de producci¨®n de la industria petrol¨ªfera del pa¨ªs, estar¨¢n agotadas hacia 2010. Arabia Saud¨ª, principal pa¨ªs productor de petr¨®leo (aparte de Estados Unidos), es tambi¨¦n el que posee mayores reservas: 357.000 millones de barriles en total (yacimientos confirmados y por descubrir), lo que equivale a 76 a?os de producci¨®n a un ritmo similar al actual. Rusia es el segundo pa¨ªs en reservas de hidrocarburos con 252.000 millones de barriles totales (de los cuales 115.000 millones son barriles de recursos sin descubrir), lo que representa 58 a?os de producci¨®n.
Espa?a se mueve gracias al crudo
ESPA?A, COMO CASI TODOS LOS PA?SES industrializados, es muy dependiente de las importaciones petroleras. El 98% del transporte en los pa¨ªses desarrollados utiliza derivados del crudo. La producci¨®n de petr¨®leo es insignificante en el territorio espa?ol. S¨®lo se extraen 6.000 barriles diarios mientras que Qatar, el miembro de la OPEP que menos produce, puede llegar a extraer m¨¢s de un mill¨®n de barriles al d¨ªa. Las petroleras que tienen refiner¨ªas en Espa?a (Repsol YPF, Cepsa y BP) deben importar la mayor parte del crudo que transforman en carburantes. En 2000, de las casi 65.000 toneladas de petr¨®leo que se consumieron en Espa?a, el 90% se import¨®, principalmente de Arabia Saud¨ª, Nigeria y Libia. Espa?a cuenta con una importante infraestructura para producir derivados del crudo. Tiene una capacidad de refino de 64,3 millones de toneladas al a?o y puede almacenar unos 8,7 millones de metros c¨²bicos. Cuenta adem¨¢s con una red de oleoductos de 3.422 kil¨®metros y a finales de 2000 contaba con 7.823 estaciones de servicio. Sin embargo, toda esta infraestructura ser¨ªa in¨²til si el flujo de crudo se interrumpe. Por ello, es m¨¢s apremiante la necesidad de apostar por energ¨ªas alternativas al crudo por la preservaci¨®n del medio ambiente y porque el 50% de los suministros de esta materia prima provienen de ¨¢reas consideradas pol¨ªticamente inestables, que por la perspectiva de que el crudo se termine alg¨²n d¨ªa.
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