Cuento de Fuenlabrada

Estas fechas son propicias para que les cuente un cuento, dado que la realidad no parece tal. ?rase una vez el reino de Fuenlabrada, donde un ni?o muri¨® desangrado esperando una ambulancia; el pueblo, indignado, se ech¨® a la calle y exigi¨® a su rey soluciones; ¨¦ste convoc¨® a su junta de sabios concejales y ¨¦stos le asesoraron que era mejor dejar que otro solucionara el problema, pues la muerte es algo inevitable y la vida de sus s¨²bditos no era de su competencia, sino de un ente llamado Insalud, que nadie ve¨ªa, y echar la culpa a otro era la soluci¨®n m¨¢s f¨¢cil. Se moviliz¨® el pueblo, se cogieron firmas en forma de enfado contra el ente que nadie ve, Insalud; as¨ª se mantuvieron entretenidos mientras no se solucionaba nada y el rey se dedicaba a sus deportes favoritos. Mientras, los opositores al rey, aprovechando el descontento, propusieron una soluci¨®n con el prop¨®sito de atacar al rey exclusivamente, y al llevarle ante el consejo votaron en contra para hacer m¨¢s ruido, no solucionando nada tampoco y habi¨¦ndose aprovechado del dolor ajeno para sus fines.

El rey pens¨® que el tiempo todo lo olvida y la llegada de las navidades har¨ªa olvidar a su pueblo las carencias; ahora que el ente Insalud se despide y llega otro, ?a qui¨¦n le echaremos la culpa? ?Es un rey bueno o un rey mal informado?, ?se dar¨¢ cuenta de que para salvar a su pueblo debe de dar un paso ¨¦l y no esperar que se le salven otros?, ?tendremos que votar a otro rey que solucione de verdad las cosas?

El fin de la historia la escriben ustedes; seguro que no fueron felices y no comieron perdices.