Ingenieros
La batalla de las cajas de ahorro sevillanas ha llegado a su fin. Igual que Ben Laden, acorralado en las monta?as de Tora Bora por otros musulmanes aliados con los marines norteamericanos, los templarios Beneroso & Benjumea, anta?o banqueros socialistas y hoy simplemente abogados de a pie, se preparan a salir de lo que hasta ahora han sido sus centros de poder, desde donde pretendieron formar un imperio inmobiliario. Poder pol¨ªtico y finanzas, he ah¨ª la cuesti¨®n. Por una vez, el poder pol¨ªtico, en alianza con veteranos sindicalistas de colmillo retorcido y una izquierda que no quiere llegar a ser extraparlamentaria, ha doblado el brazo a un conglomerado de intereses econ¨®micos, financieros, medi¨¢ticos e inmobiliarios con la sevillana marca de la pura cepa. Esperemos que se tome nota.
El largo conflicto en El Monte y la San Fernando y el propio desenlace aportan algunas ense?anzas interesantes. Una de ellas es la ausencia absoluta de la direcci¨®n provincial socialista en el proceso de soluci¨®n. Su extraordinariamente confusa actuaci¨®n en la operaci¨®n de hace unos meses -recordemos el papel del alcalde Monteseir¨ªn- parece que hubiese invalidado su capacidad de intervenir en las soluciones.
El asunto ha sido llevado directamente por los m¨¢s altos dirigentes regionales, con la vicesecretaria Moreno a la cabeza y Pizarro, el m¨¢s fiel escudero de Chaves. El otro aspecto llega a ser mucho m¨¢s interesante. Chaves opta por poner a ingenieros industriales al frente de las dos cajas. Uno, de Bollullos del Condado y el otro, sobrino de eminencia. Ambos de la misma quinta del 49.
No est¨¢ mal que despu¨¦s de la opci¨®n de dos abogados sin ning¨²n pleito ganado en sus curr¨ªculos, salvo el de ser m¨¢s r¨¢pidos y listos en el escalaf¨®n del partido, se haya optado por poner al frente de instituciones financieras a dos ingenieros industriales. Confiemos en que dediquen sus saberes no tanto a jugar al monopole como a dise?ar y favorecer estrategias de apoyo a empresas, a j¨®venes empresarios y promotores que modifiquen el tradicional juego de esta bendita pero sinuosa ciudad del Guadalquivir.
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