Un Atl¨¦tico son¨¢mbulo

El Atl¨¦tico ha decidido tomarse un respiro, tomarse el tr¨¢nsito por Segunda Divisi¨®n con m¨¢s calma y, de paso, mandar de vacaciones anticipadas de navidad a la pelota. No la quiere ver para nada y ayer, en Almendralejo, se la entreg¨® al Extremadura desde el primer minuto. Ni Movilla, ni Nagore. Ni Dani, ni Diego Alonso. Sin controlar el bal¨®n y movi¨¦ndose por el campo en un duermevela somnoliento permanente, el partido qued¨® en manos del grupo extreme?o. Y como el Extremadura no es precisamente un conjunto de finos estilistas amantes de la filigrana y el cartab¨®n, el choque se transform¨® en un vaiv¨¦n a¨¦reo con premio para el conjunto m¨¢s despierto. O sea, el equipo extreme?o.

Antes de cumplirse los primeros cinco minutos de partido el Extremadura dispuso de su primera ocasi¨®n. Un fallo en la salida de Burgos y el bal¨®n escap¨¢ndose por poquito de la red defendida por el meta argentino. Poco despu¨¦s el camerun¨¦s Kalla mandaba una semivolea por encima del larguero. Y el Atl¨¦tico, a verlas venir.

Hasta que lleg¨® el gol en el periodo a?adido del primer tiempo. Un gol bastante tonto. Cort¨¦s lleg¨® a trompicones hasta la l¨ªnea de fondo y lanz¨® un centro al ¨¢rea bombeado. Jes¨²s trat¨® de rematar de cabeza. No lleg¨®. Quien si lleg¨® fue Santi, que dej¨® muerta la rodilla para que la pelota rebotase sobre su pierna y entrase en la porter¨ªa.

Despu¨¦s, m¨¢s barullo. Barullo y cambios in¨²tiles en el Atl¨¦tico. Ni Fernando Torres aport¨® m¨¢s que Dani, ni Luque ofreci¨® nada distinto que Stankovic. Quiz¨¢ s¨®lo una titular, Aguilera, que consigui¨® entrar por su banda en un par de ocasiones y meti¨® un gol que nunca fue tal porque lo anul¨® el ¨¢rbitro por fuera de juego, jug¨® a un nivel levemente parecido al que se espera de los futbolistas del l¨ªder de la categor¨ªa.

El Extremadura, aparte de aplicarse en la presi¨®n, disciplinada y continua, tampoco es que jugase iluminado por ning¨²n genio maravilloso del f¨²tbol. M¨¢s bien al contrario, tosco y entusiasta, contribuy¨® casi tanto como el Atl¨¦tico a que el partido fuera una negaci¨®n a las convenciones del buen f¨²tbol. Ni rapidez, ni claridad, ni juego por las bandas, ni control en el centro del campo. Ni detalles individuales. S¨®lo sudor y entrega.

Algo es algo, un poquito m¨¢s que el Atl¨¦tico, por lo menos. Lo suficiente para celebrar la llegada de su nuevo presidente a la tribuna, el ex rojiblanco Juanito, que debutaba en esa burocr¨¢tica funci¨®n en el partido de ayer, con una victoria. Una victoria merecida pero tan borrosa como la imagen del bal¨®n desplaz¨¢ndose por los aires sin descanso.