Rumsfeld asegura a Karzai que EE UU no tiene ambici¨®n territorial en Afganist¨¢n

El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, realiz¨® ayer una visita sorpresa de unas horas al aeropuerto de Bagram, situado a 50 kil¨®metros de Kabul, donde se entrevist¨® por separado con los futuros presidente, Ahmid Karzai, y ministro de Defensa de Afganist¨¢n, Mohamed Fahim. Tambi¨¦n visit¨® a los marines destacados en esta antigua base sovi¨¦tica, desde donde se realizan muchos de los vuelos militares para bombardear la zona de Tora Bora. 'Estados Unidos no tiene ambiciones territoriales en la regi¨®n', dijo Rumsfeld a Karzai.

La presencia de tropas extranjeras en Afganist¨¢n es un punto especialmente sensible para el futuro Ejecutivo, y por eso est¨¢ siendo tan complicado llegar a un acuerdo definitivo para la llegada de una fuerza internacional a Kabul, como reconoci¨® ayer el general de divisi¨®n brit¨¢nico John McColl, encargado de supervisar el despliegue.

La visita de Rumsfeld, por muy breve que haya sido, tiene un gran valor simb¨®lico: se trata del primer viaje a este pa¨ªs del hombre que dirige los bombardeos de la coalici¨®n internacional contra el terrorismo, que comenzaron el pasado 7 de octubre y que todav¨ªa contin¨²an. Ante Karzai y Fahim, que el s¨¢bado ser¨¢ nombrado, siguiendo los acuerdos de Bonn, presidente provisional del pa¨ªs durante los pr¨®ximos seis meses, el secretario de Defensa dej¨® muy claro que las tropas estadounidenses desplegadas en varios puntos de Afganist¨¢n (Bagram, Kandahar, Mazar-i-Sharif y en la provincia de Jalalabad, donde est¨¢n combatiendo en tierra) no tienen la intenci¨®n de quedarse.

Seg¨²n Rumsfeld, el ¨²nico objetivo de los marines estadounidenses y de los bombardeos, que en los ¨²ltimos d¨ªas se han centrado exclusivamente en Tora Bora, donde se esconden cientos de militantes de Al Qaeda y quiz¨¢s el propio Osama Bin Laden, es 'expulsar a los terroristas' y a aquellos que les proteg¨ªan, los talibanes, que ya han perdido totalmente el control del pa¨ªs. 'Hemos hablado de lo que hemos hecho y de lo queda por hacer. Quer¨ªa asegurarme de que estamos en la misma longitud de onda', asegur¨® Rumsfeld.

La buena voluntad que han mostrado Karzai y otros l¨ªderes afganos hacia el despliegue de una fuerza de paz en Afganist¨¢n, decidida durante la Conferencia de Bonn y que contar¨¢ con la aprobaci¨®n del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuando se han encontrado con dirigentes extranjeros, no puede ocultar que las negociaciones no est¨¢n siendo nada f¨¢ciles. 'Tengo que insistir en que, por el momento, no se ha tomado ninguna decisi¨®n firme', asegur¨® en Kabul el general brit¨¢nico John McColl, que lleg¨® ayer a la capital afgana para preparar la llegada de esta fuerza internacional, que con toda seguridad ser¨¢ liderada por Gran Breta?a.

Todos los representantes afganos aceptaron durante la Conferencia de Bonn el despliegue de estas tropas extranjeras. Pero una cosa es dar el visto bueno sobre el papel y otra muy diferente hacerlo sobre el terreno. El problema es que el tiempo se viene encima. En teor¨ªa, la fuerza internacional, en la que habr¨¢ soldados espa?oles, tiene que estar aqu¨ª antes del s¨¢bado; pero el proyecto lleva varias semanas en pa?ales.

No se sabe cu¨¢ndo llegar¨¢n los soldados, ni cu¨¢ntos ser¨¢n, ni qui¨¦n los dirigir¨¢, ni cu¨¢l ser¨¢ su misi¨®n precisa. Ni siquiera el Consejo de Seguridad ha autorizado todav¨ªa el despliegue. Eso s¨ª, ya tiene nombre: Fuerza Internacional de Asistencia y Seguridad (ISAF, seg¨²n las siglas en ingl¨¦s).