Menos aplausos, m¨¢s premios

Subi¨® al escenario con ese gesto hosco que le acompa?a desde no se sabe cu¨¢ndo, incluso en eventos de este tipo, de los que es protagonista desde que en el verano de 2000 se convirtiera en el, por entonces, fichaje m¨¢s caro -y quiz¨¢ m¨¢s pol¨¦mico- de la historia, que le llev¨® del Bar?a al Madrid a cambio de 11.000 millones de pesetas.

En sus cinco a?os en el Bar?a, probablemente su mejor ¨¦poca, coleccion¨® aplausos pero no encontr¨® el reconocimiento internacional en lo que a premios individuales se refiere, -m¨¢s all¨¢ de las cuatro ocasiones en las que fue considerado mejor jugador del a?o en Portugal, de cuya selecci¨®n es el segundo m¨¢ximo goleador, tras Eusebio, con 27 tantos-. Pero fue vestirse de blanco y descubrirlo la gente. Un a?o el Bal¨®n de Oro, al siguiente el premio de la FIFA...

A los 16 a?os se le puso por primera vez cara de h¨¦roe al conquistar con Portugal el Campeonato del Mundo sub 16. Con 19 repiti¨® experiencia. A los 23 dej¨® el Sporting de Lisboa y aterriz¨® en Barcelona. All¨ª rein¨® durante cinco a?os, gan¨® t¨ªtulos, adquiri¨® la costumbre de desquiciar al Madrid y sembr¨® el Camp Nou de detalles inolvidables. Pero un d¨ªa dijo adi¨®s, emigr¨® a Chamart¨ªn, se hizo socio y colega de Ra¨²l, marc¨® nueve goles y sac¨® 17 pases de gol de su particular factor¨ªa para ganar una Liga. Y fue entonces cuando los periodistas de France Football y los seleccionadores decidieron que era el mejor.