El proceso de reformas en la Federaci¨®n Rusa
El autor alaba los cambios abordados por el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, para devolver al pa¨ªs su talla de gran potencia.
Con una tasa de crecimiento econ¨®mico del 5,5%, la inflaci¨®n controlada y un nivel de reservas que abre la posibilidad del pago anticipado de parte de su deuda externa, la situaci¨®n de la Federaci¨®n Rusa es hoy bastante halag¨¹e?a: la agencia Moody's acaba de mejorar las calificaciones de su deuda soberana y el ¨ªndice de optimismo entre las familias rusas se ha incrementado en un 35% en lo que va de a?o, hasta alcanzar su punto m¨¢s alto desde la ca¨ªda del r¨¦gimen comunista.
Hay numerosos signos que indican que la Federaci¨®n ha alcanzado por fin el nivel que las econom¨ªas de otros pa¨ªses del este de Europa consiguieron a mitad de la d¨¦cada de los noventa, a saber, el que corresponde a un pa¨ªs en crecimiento, pol¨ªticamente estable y prometedor desde muchos puntos de vista. Atr¨¢s queda la econom¨ªa especulativa que dio lugar a la burbuja que estall¨® en la devastadora crisis de agosto de 1998. Un dato es revelador a este respecto: mientras en julio de 2000 la fuga de capitales alcanz¨® los 2.000 millones de d¨®lares, la cifra para el mismo mes de este a?o no llega a la tercera parte y, lo que es mejor, consta que 3.800 millones han sido repatriados en los ¨²ltimos 12 meses, lo que revela un ¨ªndice de confianza in¨¦dito en la situaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica del pa¨ªs. La inversi¨®n interior ha aumentado considerablemente en los dos ¨²ltimos a?os tras un prolongado declive, pero la estructura de las exportaciones a¨²n indica que las industrias dominantes son las extractivas (gas, petr¨®leo, n¨ªquel y madera, fundamentalmente).
Rusia ha alcanzado el nivel que otros pa¨ªses del Este lograron a mediados de los noventa
Queda mucho por hacer para conseguir una homologaci¨®n que erradique la corrupci¨®n
En gran medida cabe atribuir todo lo anterior a la acci¨®n reformadora del presidente Vlad¨ªmir Putin, un licenciado en Derecho de origen humilde que antes de convertirse en principal colaborador del liberal alcalde de San Petersburgo, Anatoli Sobchak, ejerci¨® en Alemania funciones para el KGB. As¨ª, sus ambiguas promesas de establecer una 'dictadura de la ley', aniquilar a los 'bandidos chechenos' y poner coto a los desmanes de los 'oligarcas', sin precisar los medios, le aseguraron la victoria en las ¨²ltimas elecciones presidenciales, con un 24% de ventaja sobre el segundo candidato m¨¢s votado, el comunista Ziug¨¢nov; por aquel entonces, la mayor¨ªa de los analistas occidentales y la casi totalidad del cuerpo diplom¨¢tico acreditado en Mosc¨² se fij¨® m¨¢s en la palabra 'dictadura' que en la palabra 'ley' y previeron un preocupante regreso al pasado. In¨²til decir que se equivocaron.
Su ambig¨¹edad inicial ha ido combinando rasgos autoritarios en lo pol¨ªtico (declara ser ferviente partidario de la libertad de prensa, pero las experiencias de los canales NTV y TV6 no apuntan en esa direcci¨®n) y liberales en lo econ¨®mico. De hecho, la primera tarea que emprendi¨® fue la de restablecer la autoridad del llamado 'centro federal' y para ello nombr¨® representantes personales encargados de vigilar la estricta aplicaci¨®n de la legislaci¨®n federal en todas las regiones; los gobernadores vieron pronto mermado su margen de autonom¨ªa en los virreinatos de hecho que controlaban y, desde luego, el de su arbitrariedad. Se trat¨® de un empe?o indispensable en un pa¨ªs cuyas enormes distancias (en su territorio hay once husos horarios) han permitido hist¨®ricamente esos m¨¢rgenes y los consiguientes abusos de poder.
En segundo lugar, puso fin a la independencia de facto de Chechenia mediante una campa?a militar -muy criticada entonces en Occidente y ciertamente salpicada de abusos de ambos bandos- que consigui¨® eliminar la resistencia, al menos urbana, de los rebeldes islamistas.
Por fin, los llamados 'oligarcas' fueron tomando nota de que los buenos tiempos de Yeltsin hab¨ªan pasado a la historia y o bien se exiliaron m¨¢s o menos voluntariamente tras la apertura de procedimientos judiciales de inspiraci¨®n gubernamental (casos de Berezovski y Gusinski, ambos magnates de los medios de comunicaci¨®n TV6 y NTV) o abandonaron a la fuerza consejos de administraci¨®n que utilizaban en su exclusivo beneficio (destituci¨®n del consejo del gigante energ¨¦tico Gazprom y designaci¨®n de nuevos miembros en esa y otras empresas de importancia vital).
Pero lo m¨¢s significativo de la labor del joven presidente est¨¢ siendo, sin duda, el ambicioso pero pragm¨¢tico proceso de reformas que ha emprendido con el objetivo de homologar jur¨ªdicamente a su pa¨ªs con los de la ¨®rbita europea occidental. Debe destacarse: la derogaci¨®n de la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1961 y su sustituci¨®n por otra que por fin permitir¨¢ en la Federaci¨®n Rusa investigar, detener y juzgar seg¨²n los principios de contradicci¨®n e igualdad entre las partes; la modificaci¨®n del C¨®digo Civil en materia de sucesiones mediante la ampliaci¨®n de grados en las l¨ªneas llamadas a suceder, relegando la sucesi¨®n por el Estado al supuesto extremo de las rera nullius; la adopci¨®n de una nueva e important¨ªsima legislaci¨®n del suelo urbano que suprime definitivamente la anacr¨®nica y antiecon¨®mica distinci¨®n entre propiedad del vuelo (privada) y del suelo (municipal o federal); reformas del Tribunal Constitucional, del Estatuto de la Judicatura y del de la Fiscal¨ªa (acompa?adas de dotaciones presupuestarias para elevar en un 60% las retribuciones de sus miembros), nuevo Estatuto de la Abogac¨ªa, etc.
En lo econ¨®mico, la reforma del C¨®digo Fiscal y de la legislaci¨®n sobre inversiones extranjeras es de hondo calado: retenci¨®n del IRPF al tipo ¨²nico del 13%, tipo marginal m¨¢ximo del 30%, recuperabilidad del IVA aplicado a la formaci¨®n de capital y disminuci¨®n gradual de su carga porcentual, posibilidad de que las empresas extranjeras tambi¨¦n puedan obtener cr¨¦ditos fiscales por posibles p¨¦rdidas del ejercicio anterior y clarificaci¨®n del sistema de sanciones y recursos; la reforma del sistema de pensiones y la bancaria, tambi¨¦n de largo alcance, aunque insuficiente, que aumenta las exigencias de capital propio e introduce paulatinamente los est¨¢ndares de contabilidad internacionalmente aceptados, etc.
En lo pol¨ªtico, reformas de la Administraci¨®n civil y militar, eliminando funcionarios superfluos y elevando sustancialmente las retribuciones del restante, efectividad de la aplicaci¨®n de la legislaci¨®n federal en todo el territorio, lucha contra la corrupci¨®n y estabilidad pol¨ªtica mediante un consenso no exento de presiones persuasivas, abandono de toda veleidad de superpotencia, pero empe?o decidido en que se reconozca el peso espec¨ªfico de la Federaci¨®n Rusa en la escena mundial, alineamiento con Estados Unidos en la lucha antiterrorista y acercamiento a una OTAN que ya s¨®lo demoniza una c¨²pula militar anacr¨®nica.
Por prometedor que sea todo lo anterior, queda mucho por hacer para conseguir una homologaci¨®n plena que erradique definitivamente la corrupci¨®n y la mentalidad generalizada que la hace posible, que convierta a los funcionarios, incluidos los militares, en servidores del Estado y desacralice un poder tendente a injerir en los procesos judiciales a trav¨¦s de la Fiscal¨ªa General, pero lo cierto es que en menos de dos a?os el actual presidente ha llevado a cabo m¨¢s reformas que su predecesor en dos mandatos sucesivos y, lo que es m¨¢s importante, con el apoyo mayoritario de una opini¨®n p¨²blica cuyo desencanto con la clase pol¨ªtica alcanz¨® su punto culminante con ocasi¨®n de la crisis bancaria de 1998. Si no ceja en su empe?o, combinando firmeza y pragmatismo, y si las viejas guardias corruptas y nost¨¢lgicas del pasado, especialmente la gerontocracia militar, se lo permiten, la Federaci¨®n podr¨¢ ir recuperando la talla pol¨ªtica, econ¨®mica y social que corresponde a la dimensi¨®n f¨ªsica de su vast¨ªsimo territorio.
Melit¨®n Cardona es diplom¨¢tico y fue c¨®nsul general en Mosc¨² entre agosto de 1998 y julio de este a?o.
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