Piscina sin agua

'Siempre el que menos tiene que decir es el que m¨¢s dice', reza el estribillo de una de las m¨¢s conocidas canciones de La Lupe. Desde hace mucho tiempo pienso que le va como anillo al dedo a nuestra autoproclamada primera autoridad sanitaria, la ministra Celia Villalobos. No hay asunto relacionado con su gesti¨®n sobre el que se pronuncie en el que no ponga de manifiesto que no tiene nada que decir, pero que es la que m¨¢s dice. No voy a faltarle el respeto al lector recordando sus m¨¢s gloriosas intervenciones, porque estoy seguro de que est¨¢n en la mente de todos. Su falta de preparaci¨®n acompa?ada de su espantosa vulgaridad son realmente insuperables.

En Andaluc¨ªa acabamos de tener la confirmaci¨®n esta misma semana, como consecuencia de una de esas curiosas carambolas que se producen al incidir en los asuntos p¨²blicos el proceso de administraci¨®n de justicia. Hace algo m¨¢s de un mes, el 12 de noviembre, la Sala de Granda del TSJA dict¨® un pol¨¦mico auto por el que acordaba suspender cautelarmente la orden de la Consejer¨ªa de Salud de la Junta de Andaluc¨ªa que obligaba a dispensar preservativos y la p¨ªldora del d¨ªa siguiente en las farmacias abiertas en el territorio de la comunidad aut¨®noma. El auto fue criticado de manera generalizada por casi todas las personas adecuadamente formadas, lo que no impidi¨® que la ministra Villalobos se pronunciara a favor del mismo y lo utilizara como prueba de 'la falta de fundamento jur¨ªdico de casi todas las cosas que hace la Junta', a?adiendo que, en este caso, el Gobierno andaluz 'se hab¨ªa lanzado a la piscina sin averiguar siquiera si hab¨ªa agua'.

Tras la decisi¨®n del TSJA la ministra de Sanidad s¨ª tiene la obligaci¨®n, por decencia pol¨ªtica, de decir algo, pero seguro que va a permanecer callada

Ayer s¨¢bado tuvimos conocimiento por los medios de comunicaci¨®n (EL PA?S, p¨¢gina 34) de que la Sala de Granada rectificaba y dejaba en suspenso la suspensi¨®n cautelar acordada porque el farmace¨²tico que hab¨ªa interpuesto el recurso y solicitado la suspensi¨®n cautelar no ten¨ªa farmacia abierta en la comunidad, no estaba siquiera colegiado y carec¨ªa, en consecuencia, de inter¨¦s leg¨ªtimo para recurrir la orden de la Consejer¨ªa de Salud de la Junta de Andaluc¨ªa y solicitar su suspensi¨®n.

Quiere decirse, pues, que donde no hab¨ªa agua era, en primer lugar, en la piscina del recurso a la que se lanz¨® don Fernando Anguita cuando lo interpuso sin 'ser destinatario directo de todas las previsiones de la orden' de la Consejer¨ªa de Salud, como dice textualmente el auto conocido ayer. Tampoco hab¨ªa agua, en segundo lugar, en el auto de la Sala de Granada de 12 de noviembre que, sin verificar las circunstancias personales del recurrente, dio por supuesta su legitimidad para recurrir y acord¨® nada menos que una medida excepcional como es la suspensi¨®n cautelar de una acto administrativo tan relevante y de tanta incidencia para la salud de la poblaci¨®n como era la orden recurrida. El argumento del auto conocido ayer de que 'esta nueva y vital circunstancia no pudo ser tomada en consideraci¨®n' en el auto del 12 de noviembre, no puede ser compartida. No s¨®lo pod¨ªa sino que deb¨ªa haber sido tomada en consideraci¨®n. Antes de acordar la suspensi¨®n, la Sala ten¨ªa que haber comprobado si el recurrente ten¨ªa legitimaci¨®n. No se puede tomar una medida tan grave como esa de manera precipitada carente del fundamento procesal m¨ªnimamente exigible. Tampoco hab¨ªa agua, en tercer lugar, en la piscina a la que se lanz¨® precipitadamente la ministra Villalobos con su comentario a tontas y a locas del auto del 12 de noviembre, aunque podemos apostar doble contra sencillo que no va a rectificar una vez que se ha tenido conocimiento de la rectificaci¨®n de la Sala de Granada. Ahora que s¨ª tiene la obligaci¨®n, por decencia pol¨ªtica, de decir algo, seguro que va a permanecer callada.

Mentir¨ªa si dijera que me sorprende la conducta de la ministra. Es el estilo al que nos tienen acostumbrados los dirigentes del PP cuando hacen pol¨ªtica en Andaluc¨ªa o cuando hablan de pol¨ªtica andaluza fuera de ella. El jueves pasado en el Pleno del Congreso de los Diputados la portavoz del PP en materia de inmigraci¨®n, Angeles Mu?oz, para criticar el viaje de Rodr¨ªguez Zapatero a Marruecos, arremeti¨® contra el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, acus¨¢ndolo de una manera mendaz de organizar en el Parlamento andaluz un refer¨¦ndum a favor de la autodeterminaci¨®n del Sahara. Sus palabras literales fueron: 'Y ahora tenemos la gran incongruencia, la de Manuel Chaves' que 'primero organiz¨® en el Parlamento andaluz un refer¨¦ndum por la autodeterminaci¨®n y luego reconoce que fue un error'.

Como escribi¨® el domingo pasado en el Diario de Sevilla Jos¨¦ Aguilar, esa acusaci¨®n al presidente de la Junta de Andaluc¨ªa la hab¨ªa formulado ya en dos ocasiones el secretario general del PP, Javier Arenas, a sabiendas de que es mentira. La decisi¨®n sobre la celebraci¨®n del refer¨¦ndum no cont¨® nunca con la aprobaci¨®n del Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa y s¨ª cont¨®, sin embargo, con el voto favorable del representante del PP en la reuni¨®n de la mesa del Parlamento, en la que se acept¨® la utilizaci¨®n de la sede parlamentaria para que se instalara la mesa. La mentira sigue manteni¨¦ndose en circulaci¨®n, quedando constancia de la misma incluso en la actas del Congreso de los Diputados.

Oportunismo y m¨¢s oportunismo. Mentiras y m¨¢s mentiras. Para el PP, cuando de Andaluc¨ªa se trata, el Pisuerga siempre pasa por Valladolid. Da igual que se trate de Marruecos o de la p¨ªldora del d¨ªa siguiente. O que intervengan Javier Arenas, Celia Villalobos o Angeles Mu?oz.