Argentina se precipita hacia la quiebra
La devaluaci¨®n y la suspensi¨®n del pago de la deuda parecen inevitables en el plan peronista de salvamento
Desde hace un a?o y medio Argentina roza la suspensi¨®n de pagos. Economistas, empresarios y pol¨ªticos nacionales y extranjeros permanecen alarmados desde entonces por el riesgo pa¨ªs, el ¨ªndice que refleja la confianza de los acreedores en la capacidad de un Estado para cumplir con sus obligaciones.
La deuda externa alcanza los 155.000 millones de d¨®lares y una moratoria de un a?o en su pago supone un ahorro de 7.000 millones
La devaluaci¨®n del peso despu¨¦s de diez a?os de paridad con el d¨®lar le fue sugerida en su d¨ªa a Cavallo por el Fondo Monetario Internacional
En el peronismo prevalece la idea de adoptar un tipo de cambio flotante, pese a los c¨¢nticos de Menen a la dolarizaci¨®n
Desde hace un a?o y medio Argentina roza la suspensi¨®n de pagos. Economistas, empresarios y pol¨ªticos nacionales y extranjeros permanecen alarmados desde entonces por el riesgo pa¨ªs, el ¨ªndice que refleja la confianza de los acreedores en la capacidad de un Estado para cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, el pa¨ªs que vive en el riesgo permanente volvi¨® a sorprenderles esta semana con los saqueos a supermercados y a peque?os comercios, el vandalismo, la represi¨®n policial y la protesta nocturna de padres y ni?os con cacerolas contra la corrupci¨®n pol¨ªtica y el modelo econ¨®mico que dej¨® al granero del mundo de principios del siglo XX con un 40% de pobres, una tasa de paro del 18%, la mitad de la econom¨ªa en negro, tres a?os y medio de recesi¨®n -con la consiguiente ca¨ªda de precios y salarios- y m¨²ltiples cierres de f¨¢bricas y comercios.
La revuelta popular, que ped¨ªa la cabeza del radical Fernando de la R¨²a, pero tambi¨¦n insultaba a su antecesor en la presidencia, el peronista Carlos Menem (1989-1999), logr¨® el primero de sus objetivos. De la R¨²a renunci¨® el jueves, mientras el riesgo pa¨ªs sub¨ªa a una nueva marca del 44% (diferencia tipo de inter¨¦s que pagan los bonos argentinos por encima de los norteamericanos). La Bolsa de Buenos Aires trepaba el 17% porque, ante el temor de una devaluaci¨®n, los ahorradores compraban con sus pesos acciones de empresas extranjeras para despu¨¦s venderlas en otros mercados y recibir d¨®lares a cambio. As¨ª subieron los t¨ªtulos de BBVA Banco Franc¨¦s (13,21%), Telef¨®nica (16,67%) y Repsol YPF (20%). Sin embargo, los ingresos en d¨®lares de estas compa?¨ªas se contraer¨¢n si se deprecia el peso, aunque la petrolera corre con la ventaja de que su negocio de producci¨®n ya est¨¢ dolarizado.
Turno justicialista
Ahora el Partido Justicialista (PJ, peronista), que controla ambas C¨¢maras del Congreso y gobierna la mayor¨ªa de las provincias, deber¨¢ tomar el poder hasta que en 90 d¨ªas se convoquen nuevas elecciones presidenciales. En este tiempo ha de definir un plan econ¨®mico, bautizado de salvaci¨®n nacional, para salir de la crisis social y econ¨®mica, aunque nadie duda de que el camino resultar¨¢ traum¨¢tico.
Los legisladores y economistas del PJ se niegan a cargar solos con el coste pol¨ªtico del nuevo programa, que en principio incluir¨¢ ayuda social, devaluaci¨®n del peso despu¨¦s de diez a?os de paridad fija con el d¨®lar y declaraci¨®n de la suspensi¨®n de pagos de la deuda externa (132.000 millones de d¨®lares). Estas dos ¨²ltimas medidas fueron sugeridas a principios de mes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Domingo Cavallo, que renunci¨® a su cargo de ministro de Econom¨ªa un d¨ªa antes que De la R¨²a a la presidencia del Gobierno.
El peronismo, dividido en m¨²ltiples facciones que ya tejen sus candidaturas presidenciales, est¨¢ discutiendo las medidas con los economistas de los partidos que compon¨ªan la desecha Alianza: la moderada Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR) y el centroizquiedista Frente Pa¨ªs Solidario (Frepaso). El FMI y el Gobierno de EE UU tambi¨¦n exigen un acuerdo entre los pol¨ªticos, que tambi¨¦n buscan el respaldo de los organismos financieros multilaterales, los gremios y la banca.
El economista peronista Jorge Remes Lenicov, de pr¨¦dica industrialista y respetado por sindicalistas y empresarios, lidera las negociaciones con su colega radical Mario Brodersohn, que perteneci¨® al poco afortunado gabinete econ¨®mico del Gobierno del radical Ra¨²l Alfons¨ªn (1983-1989). Entre los asuntos pendientes que deben acordar destacan los siguientes:
-Deuda externa: si se suman las deudas de las 23 provincias, alcanza los 155.000 millones de d¨®lares. El economista principal del FMI, Kenneth Rogoff, dijo el martes que su combinaci¨®n con la pol¨ªtica fiscal y el r¨¦gimen cambiario 'no es sostenible'. Sin reformas en estas ¨¢reas, no habr¨¢ asistencia del Fondo. De la R¨²a hab¨ªa logrado recientemente reducir del 11% al 7% los intereses de 50.000 millones de d¨®lares de la deuda en manos de acreedores locales mediante un canje de t¨ªtulos voluntario. Planeaba lanzar el 20 de enero pr¨®ximo la reestructuraci¨®n de las obligaciones con inversores extranjeros, con una mayor merma de intereses e incluyendo un recorte del capital, lo que generaba recelo en los mercados for¨¢neos.
De todos modos, agencias calificadoras del riesgo crediticio hab¨ªan pronosticado para enero la suspensi¨®n de pagos de Argentina (los pa¨ªses por definici¨®n no pueden quebrar). Tal vez su predicci¨®n se concrete antes. El nuevo Gobierno planea declarar la moratoria unilateral de su pasivo y dejar de pagar sus obligaciones externas durante un a?o. Algunos economistas temen que esta medida restrinja el cr¨¦dito del exterior, ya de por s¨ª recortado desde julio pasado. Otros piden sincerar la crisis financiera del Estado y s¨®lo sugieren que la moratoria no se extienda por m¨¢s de doce meses. Los economistas del PJ calculan que esta medida les permitir¨¢ ahorrar hasta 7.000 millones de d¨®lares, que se destinar¨ªan a planes sociales y de recuperaci¨®n econ¨®mica.
-D¨¦ficit fiscal: el d¨¦ficit de las cuentas p¨²blicas excedi¨® con creces la meta de 6.500 millones de d¨®lares fijada por el FMI para este a?o. Cavallo intent¨® convencer al Fondo con un proyecto de presupuesto para 2002 que preve¨ªa un recorte de 5.500 millones en el pago de servicios de la deuda (si la reestructuraci¨®n se cerraba con ¨¦xito) y otro de 6.000 millones en el gasto p¨²blico, para lo que se manten¨ªa la bajada del 13% de las remuneraciones de funcionarios, jubilados y proveedores del Estado, e incorporaba ajustes en todos los ministerios. Los t¨¦cnicos de Washington lo tacharon de insuficiente y los legisladores del PJ y la Alianza, de excesivo. El nuevo Gobierno planea seguir con el objetivo del anterior Gobierno: el d¨¦ficit cero, pero se sabe c¨®mo.
En la incierta transici¨®n incuban proyectos contrarios al d¨¦ficit cero. Por un lado, los legisladores planean rebajas impositivas para alentar la reactivaci¨®n. De hecho, el problema de la deuda argentina no radica en su volumen frente al PIB (45%, bajo los criterios de Maastricht), sino en relaci¨®n a su tasa de crecimiento, negativa desde 1999. Por otro lado, el Congreso estudia que la naci¨®n y las provincias emitan nuevos bonos para pagar sueldos y distribuir subsidios de desempleo. Hasta los empresarios respaldan el seguro de paro, pero se desconoce c¨®mo se financiar¨¢.
-Tipo de cambio: el radicalismo viene insistiendo desde hace tiempo en la idea de devaluar, pero De la R¨²a se aferraba a Cavallo y su defensa de la paridad fija que el ex superministro hab¨ªa creado en 1991 bajo el Gobierno de Menem. En el peronismo prevalece tambi¨¦n la idea de un tipo de cambio flotante, a pesar de que el menemismo pregone la dolarizaci¨®n. Esta ¨²ltima cuenta con el apoyo sigiloso de ciertos sectores financieros y de los servicios, pero la mayor¨ªa de los empresarios lo rechaza, seg¨²n las encuestas. La Uni¨®n Industrial, la C¨¢mara de la Construcci¨®n y las Confederaciones Rurales impulsan una devaluaci¨®n controlada, la idea que m¨¢s convence a los pol¨ªticos.
El objetivo consiste en mejorar la competitividad de las exportaciones, que representan s¨®lo un quinto de la deuda p¨²blica, y pretender transformarse en motor del desarrollo. Todos reconocen que la equivalencia de la moneda nacional con un d¨®lar dej¨® de existir. El proyecto consiste en que la divisa norteamericana se cotice a 1,50 pesos. Sin embargo, el d¨¦ficit p¨²blico, la escasez de reservas internacionales y la fuga de capitales del sistema financiera dificultan el sost¨¦n del peso. Por eso tampoco se descarta un tipo de cambio flotante, como sugiere el FMI. Mientras tanto, el Congreso flexibiliz¨® esta semana la congelaci¨®n de dep¨®sitos dispuesta por Cavallo y ahora los empleados pueden sacar todo su sueldo del banco, sin el l¨ªmite de 1.000 d¨®lares mensuales.
Los economistas del peronismo reconocen que sin equilibrio fiscal, una devaluaci¨®n disparar¨ªa una fuerte inflaci¨®n. Tambi¨¦n perder¨ªan valor los activos, aunque tambi¨¦n se tornar¨ªa m¨¢s atractivos para la inversi¨®n extranjera. No obstante, la profunda depresi¨®n econ¨®mica est¨¢ empujando los precios hacia abajo desde hace tres a?os. S¨®lo se han mantenido las tarifas de los servicios p¨²blicos, que est¨¢n dolarizadas. De ah¨ª que se prevea una renegociaci¨®n de los contratos con las empresas privatizadas, lo que afectar¨¢ a Telef¨®nica, Endesa y Gas Natural, entre otras firmas.
La devaluaci¨®n siempre fue tab¨² en Argentina porque el Estado, las empresas y las personas est¨¢n endeudas en d¨®lares. Por eso, antes de devaluar, el Gobierno prev¨¦ convertir en pesos todas las deudas en d¨®lares de compa?¨ªas y particulares. Lo que no se puede cambiar es la moneda de la deuda externa, por lo que una depreciaci¨®n se traducir¨ªa en una autom¨¢tica suspensi¨®n de pagos.Desde hace un a?o y medio Argentina roza la suspensi¨®n de pagos. Economistas, empresarios y pol¨ªticos nacionales y extranjeros permanecen alarmados desde entonces por el riesgo pa¨ªs, el ¨ªndice que refleja la confianza de los acreedores en la capacidad de un Estado para cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, el pa¨ªs que vive en el riesgo permanente volvi¨® a sorprenderles esta semana con los saqueos a supermercados y a peque?os comercios, el vandalismo, la represi¨®n policial y la protesta nocturna de padres y ni?os con cacerolas contra la corrupci¨®n pol¨ªtica y el modelo econ¨®mico que dej¨® al granero del mundo de principios del siglo XX con un 40% de pobres, una tasa de paro del 18%, la mitad de la econom¨ªa en negro, tres a?os y medio de recesi¨®n -con la consiguiente ca¨ªda de precios y salarios- y m¨²ltiples cierres de f¨¢bricas y comercios.
La revuelta popular, que ped¨ªa la cabeza del radical Fernando de la R¨²a, pero tambi¨¦n insultaba a su antecesor en la presidencia, el peronista Carlos Menem (1989-1999), logr¨® el primero de sus objetivos. De la R¨²a renunci¨® el jueves, mientras el riesgo pa¨ªs sub¨ªa a una nueva marca del 44% (diferencia tipo de inter¨¦s que pagan los bonos argentinos por encima de los norteamericanos). La Bolsa de Buenos Aires trepaba el 17% porque, ante el temor de una devaluaci¨®n, los ahorradores compraban con sus pesos acciones de empresas extranjeras para despu¨¦s venderlas en otros mercados y recibir d¨®lares a cambio. As¨ª subieron los t¨ªtulos de BBVA Banco Franc¨¦s (13,21%), Telef¨®nica (16,67%) y Repsol YPF (20%). Sin embargo, los ingresos en d¨®lares de estas compa?¨ªas se contraer¨¢n si se deprecia el peso, aunque la petrolera corre con la ventaja de que su negocio de producci¨®n ya est¨¢ dolarizado.
Turno justicialista
Ahora el Partido Justicialista (PJ, peronista), que controla ambas C¨¢maras del Congreso y gobierna la mayor¨ªa de las provincias, deber¨¢ tomar el poder hasta que en 90 d¨ªas se convoquen nuevas elecciones presidenciales. En este tiempo ha de definir un plan econ¨®mico, bautizado de salvaci¨®n nacional, para salir de la crisis social y econ¨®mica, aunque nadie duda de que el camino resultar¨¢ traum¨¢tico.
Los legisladores y economistas del PJ se niegan a cargar solos con el coste pol¨ªtico del nuevo programa, que en principio incluir¨¢ ayuda social, devaluaci¨®n del peso despu¨¦s de diez a?os de paridad fija con el d¨®lar y declaraci¨®n de la suspensi¨®n de pagos de la deuda externa (132.000 millones de d¨®lares). Estas dos ¨²ltimas medidas fueron sugeridas a principios de mes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Domingo Cavallo, que renunci¨® a su cargo de ministro de Econom¨ªa un d¨ªa antes que De la R¨²a a la presidencia del Gobierno.
El peronismo, dividido en m¨²ltiples facciones que ya tejen sus candidaturas presidenciales, est¨¢ discutiendo las medidas con los economistas de los partidos que compon¨ªan la desecha Alianza: la moderada Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR) y el centroizquiedista Frente Pa¨ªs Solidario (Frepaso). El FMI y el Gobierno de EE UU tambi¨¦n exigen un acuerdo entre los pol¨ªticos, que tambi¨¦n buscan el respaldo de los organismos financieros multilaterales, los gremios y la banca.
El economista peronista Jorge Remes Lenicov, de pr¨¦dica industrialista y respetado por sindicalistas y empresarios, lidera las negociaciones con su colega radical Mario Brodersohn, que perteneci¨® al poco afortunado gabinete econ¨®mico del Gobierno del radical Ra¨²l Alfons¨ªn (1983-1989). Entre los asuntos pendientes que deben acordar destacan los siguientes:
-Deuda externa: si se suman las deudas de las 23 provincias, alcanza los 155.000 millones de d¨®lares. El economista principal del FMI, Kenneth Rogoff, dijo el martes que su combinaci¨®n con la pol¨ªtica fiscal y el r¨¦gimen cambiario 'no es sostenible'. Sin reformas en estas ¨¢reas, no habr¨¢ asistencia del Fondo. De la R¨²a hab¨ªa logrado recientemente reducir del 11% al 7% los intereses de 50.000 millones de d¨®lares de la deuda en manos de acreedores locales mediante un canje de t¨ªtulos voluntario. Planeaba lanzar el 20 de enero pr¨®ximo la reestructuraci¨®n de las obligaciones con inversores extranjeros, con una mayor merma de intereses e incluyendo un recorte del capital, lo que generaba recelo en los mercados for¨¢neos.
De todos modos, agencias calificadoras del riesgo crediticio hab¨ªan pronosticado para enero la suspensi¨®n de pagos de Argentina (los pa¨ªses por definici¨®n no pueden quebrar). Tal vez su predicci¨®n se concrete antes. El nuevo Gobierno planea declarar la moratoria unilateral de su pasivo y dejar de pagar sus obligaciones externas durante un a?o. Algunos economistas temen que esta medida restrinja el cr¨¦dito del exterior, ya de por s¨ª recortado desde julio pasado. Otros piden sincerar la crisis financiera del Estado y s¨®lo sugieren que la moratoria no se extienda por m¨¢s de doce meses. Los economistas del PJ calculan que esta medida les permitir¨¢ ahorrar hasta 7.000 millones de d¨®lares, que se destinar¨ªan a planes sociales y de recuperaci¨®n econ¨®mica.
-D¨¦ficit fiscal: el d¨¦ficit de las cuentas p¨²blicas excedi¨® con creces la meta de 6.500 millones de d¨®lares fijada por el FMI para este a?o. Cavallo intent¨® convencer al Fondo con un proyecto de presupuesto para 2002 que preve¨ªa un recorte de 5.500 millones en el pago de servicios de la deuda (si la reestructuraci¨®n se cerraba con ¨¦xito) y otro de 6.000 millones en el gasto p¨²blico, para lo que se manten¨ªa la bajada del 13% de las remuneraciones de funcionarios, jubilados y proveedores del Estado, e incorporaba ajustes en todos los ministerios. Los t¨¦cnicos de Washington lo tacharon de insuficiente y los legisladores del PJ y la Alianza, de excesivo. El nuevo Gobierno planea seguir con el objetivo del anterior Gobierno: el d¨¦ficit cero, pero se sabe c¨®mo.
En la incierta transici¨®n incuban proyectos contrarios al d¨¦ficit cero. Por un lado, los legisladores planean rebajas impositivas para alentar la reactivaci¨®n. De hecho, el problema de la deuda argentina no radica en su volumen frente al PIB (45%, bajo los criterios de Maastricht), sino en relaci¨®n a su tasa de crecimiento, negativa desde 1999. Por otro lado, el Congreso estudia que la naci¨®n y las provincias emitan nuevos bonos para pagar sueldos y distribuir subsidios de desempleo. Hasta los empresarios respaldan el seguro de paro, pero se desconoce c¨®mo se financiar¨¢.
-Tipo de cambio: el radicalismo viene insistiendo desde hace tiempo en la idea de devaluar, pero De la R¨²a se aferraba a Cavallo y su defensa de la paridad fija que el ex superministro hab¨ªa creado en 1991 bajo el Gobierno de Menem. En el peronismo prevalece tambi¨¦n la idea de un tipo de cambio flotante, a pesar de que el menemismo pregone la dolarizaci¨®n. Esta ¨²ltima cuenta con el apoyo sigiloso de ciertos sectores financieros y de los servicios, pero la mayor¨ªa de los empresarios lo rechaza, seg¨²n las encuestas. La Uni¨®n Industrial, la C¨¢mara de la Construcci¨®n y las Confederaciones Rurales impulsan una devaluaci¨®n controlada, la idea que m¨¢s convence a los pol¨ªticos.
El objetivo consiste en mejorar la competitividad de las exportaciones, que representan s¨®lo un quinto de la deuda p¨²blica, y pretender transformarse en motor del desarrollo. Todos reconocen que la equivalencia de la moneda nacional con un d¨®lar dej¨® de existir. El proyecto consiste en que la divisa norteamericana se cotice a 1,50 pesos. Sin embargo, el d¨¦ficit p¨²blico, la escasez de reservas internacionales y la fuga de capitales del sistema financiera dificultan el sost¨¦n del peso. Por eso tampoco se descarta un tipo de cambio flotante, como sugiere el FMI. Mientras tanto, el Congreso flexibiliz¨® esta semana la congelaci¨®n de dep¨®sitos dispuesta por Cavallo y ahora los empleados pueden sacar todo su sueldo del banco, sin el l¨ªmite de 1.000 d¨®lares mensuales.
Los economistas del peronismo reconocen que sin equilibrio fiscal, una devaluaci¨®n disparar¨ªa una fuerte inflaci¨®n. Tambi¨¦n perder¨ªan valor los activos, aunque tambi¨¦n se tornar¨ªa m¨¢s atractivos para la inversi¨®n extranjera. No obstante, la profunda depresi¨®n econ¨®mica est¨¢ empujando los precios hacia abajo desde hace tres a?os. S¨®lo se han mantenido las tarifas de los servicios p¨²blicos, que est¨¢n dolarizadas. De ah¨ª que se prevea una renegociaci¨®n de los contratos con las empresas privatizadas, lo que afectar¨¢ a Telef¨®nica, Endesa y Gas Natural, entre otras firmas.
La devaluaci¨®n siempre fue tab¨² en Argentina porque el Estado, las empresas y las personas est¨¢n endeudas en d¨®lares. Por eso, antes de devaluar, el Gobierno prev¨¦ convertir en pesos todas las deudas en d¨®lares de compa?¨ªas y particulares. Lo que no se puede cambiar es la moneda de la deuda externa, por lo que una depreciaci¨®n se traducir¨ªa en una autom¨¢tica suspensi¨®n de pagos.
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