Chandernagor convierte en 'best seller' la historia de un divorcio
El asunto que narra Fran?oise Chandernagor en La primera esposa (Seix Barral) puede parecer un t¨®pico. Una mujer en la cincuentena es abandonada por su marido por otra bastante m¨¢s joven. Sin embargo, esta nueva novela de Chandernagor, narrada con bastante crudeza y que ha sido todo un acontecimiento en su pa¨ªs, plantea las convulsiones que se suceden en un divorcio con alguna originalidad y, sorprendentemente, describe el profundo dolor de la mujer con bastante sentido del humor.
Esta novela caus¨® un gran revuelo entre algunas feministas francesas. Entend¨ªan que describ¨ªa la actitud de una mujer a la antigua porque, a pesar de trabajar fuera de casa y de tener independencia econ¨®mica, acaba humill¨¢ndose para conservar a su marido. La autora, ex juez y alumna de la elitista Escuela Nacional de Administraci¨®n (ENA), le dio la vuelta a ese an¨¢lisis. Un amigo abogado, experto en separaciones, le hab¨ªa aportado algunos datos sorprendentes. 'Me cont¨® que las mujeres que trabajan fuera de casa se sienten m¨¢s culpables ante el marido y los hijos porque piensan que est¨¢n desatendidos. Y por eso aguantan m¨¢s. Son mujeres que no tienen claro su rol y que est¨¢n dispuestas a asumir gran parte de la culpa. Mi conclusi¨®n es que vivimos en un mundo moderno, pero con patrones antiguos', dice la autora.
Relaci¨®n abierta
La primera esposa habla de una relaci¨®n matrimonial bastante abierta, que sigue el modelo de Sartre y Beavoir salvo que, al contrario que la famosa pareja de intelectuales, los protagonistas viven bajo el mismo techo. Situaci¨®n que, seg¨²n la autora y miembro de la Academia Goncourt, le favorece m¨¢s al hombre. 'Al principio la pareja es abierta hasta que ella se da cuenta de que s¨®lo le quiere a ¨¦l. Ella no aprovecha esa libertad'. Para Chandernagor, quien piensa que el riesgo de los amores contingentes es que 'se conviertan en principales', existen dos realidades muy distintas para ambos a la hora de formar ese tipo de pareja: 'Si tienen hijos, la responsabilidad recae sobre ellas, y adem¨¢s, la edad no trata igual al hombre que a la mujer'.
La primera esposa le sirve a Fran?oise Chandernagor para tratar tambi¨¦n las secuelas del paso de los a?os. La autora discrepa sobre la versi¨®n m¨¢s extendida de que las mujeres soportan peor que los hombres el paso del tiempo. 'Creo que las mujeres est¨¢n mucho m¨¢s cerca de las leyes de la naturaleza y llevan una relaci¨®n m¨¢s natural con su cuerpo, conocen mejor sus ciclos. Hay muchos hombres que llegan a cierta edad y cambian continuamente de pareja por una m¨¢s joven. Piensan que empiezan una nueva vida y, en realidad, lo que hacen es huir del envejecimiento y de la muerte'.
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