Harry Potter
Estas son las Navidades de Harry Potter, aunque las pasadas tambi¨¦n se vendiera un buen n¨²mero de ejemplares. Sin embargo, una pel¨ªcula hace mucho y, por eso, toda la chiquillada anda p¨¬di¨¦ndoles a los Reyes Magos o a Pap¨¢ No?l (valga la horterada) desplegables potter, juegos potter, disfraces potter y as¨ª. He aqu¨ª una materia de reflexi¨®n para los soci¨®logos. Algo malo tendr¨¢ el mundo en que vivimos cuando la magia de los sue?os que, al fin y al cabo, es lo propio de la ni?ez, tiene que materializarse de una manera tan obvia.
Lo curioso es que la potterman¨ªa ha llegado tambi¨¦n al mundo de los mayores. Me imagino que todos ustedes habr¨¢n recibido ese fascinante conversor que nos ha remitido el presidente del Gobierno. Ya saben. Se mira la cifra de 10.000 pesetillas, se gira la tarjeta y se ve la modesta cantidad de 60 euros. Eso si uno quiere deprimirse. Si le va la marcha, no tiene m¨¢s que hacer lo contrario y convertir en pesetas las cifras de la vieja n¨®mina de 2001 pensando que estaba en euros. La idea es genial. Hasta ahora nuestros gobernantes nos hab¨ªan hecho regalos de Navidad algo sosos y, en ocasiones, francamente pl¨²mbeos. Ya saben, discursos de Nochebuena, de Nochevieja o de A?o Nuevo. Dado que los buenos prop¨®sitos de estas felicitaciones institucionales casi nunca se cumplen, y nosotros ya nos lo esperamos, es como si los Reyes nos hubieran puesto carb¨®n. Por fin, se nos ofrece un regalo de veras, un pl¨¢stico conversor que viene a ser una especie de Bingo de la ilusi¨®n adulta, una varita m¨¢gica al servicio de la nueva econom¨ªa globalizada.
Ahora dicen que los ciudadanos de la Comunidad Valenciana vamos a recibir un segundo conversor, gentileza de la Generalitat. No me extra?ar¨ªa. Ya se sabe que de estar entre las regiones desfavorecidas hemos pasado a ser el laboratorio en el que se experimenta la modernidad espa?ola. Como cuando un musical se estrena en Nueva York, como cuando un prototipo de autom¨®vil se exhibe por primera vez en Tokio, como cuando una exposici¨®n que es primicia mundial abre sus puertas en Par¨ªs, como cuando una nueva enfermedad infecciosa se ensaya en el Congo (no s¨¦: tengo la impresi¨®n de que en esta comparaci¨®n sostenida me equivoco en algo).
Bueno, a lo que iba, al conversor valenciano. Este es cosa fina. Consiste en que uno ve la imagen actual de un aspecto de la vida auton¨®mica y, tras un ligero movimiento de la mano, pasa a ver c¨®mo ser¨¢ al a?o que viene. Por ejemplo, en la primera casilla aparece la deuda de la Generalitat. Se ve una cifra de, digamos, doce ceros, en pesetas. Se gira, y se ve otra cifra de tan s¨®lo diez ceros, en euros. ?Milagro! Ya dice el refr¨¢n que a?o de nieves, a?o de bienes. Como ¨²ltimamente ha nevado hasta en Torreblanca, nos vamos a salir del mapa auton¨®mico. Si hasta ahora hab¨ªamos liderado el ranking del endeudamiento, en lo sucesivo pasaremos al hit parade del ahorro sin soluci¨®n de continuidad: una excusa excelente para no pagarle los atrasos a esa Universitat contestataria.
Otra casilla del conversor reproduce paisajes de la Comunidad Valenciana. Esta s¨ª que tiene tela. Se ve una playa virgen, dunas, alguna palmera en lontananza: ?alehop!, se gira el tarjet¨®n y ya tenemos una preciosa urbanizaci¨®n de veinte alturas, con piscina y campo de golf. Item m¨¢s. Se ve un barrio cutre, casas que se est¨¢n cayendo, trapicheo de droga, tipos patibularios que andan dando tirones a las mujeres y pinchando a los hombres: se gira el rect¨¢ngulo, se gira el rect¨¢ngulo, se gira el rect¨¢ngulo, ?vaya!, todo sigue igual, ha sido un fallo, sin duda por falta de concentraci¨®n. Tercer intento. Se ve un bosque de pinos y encinas, alg¨²n algarrobo, palmito, romero, jara, brezo: se gira el invento, hay chispas y humo, mismamente como la varita de Harry Potter, y ya no se ve nada salvo tierras calcinadas durante veinte a?os.
Una de las casillas m¨¢s jugosas es la dedicada a infraestructuras. Por ejemplo, la de las obras del AVE: se ve el anteproyecto I, se gira y, ?ya est¨¢!, nada menos que el anteproyecto II. M¨¢s emocionante a¨²n resulta lo de la autov¨ªa Sagunto-Burgos: se ve un conductor que adelanta camionazo tras camionazo en un utilitario cargado hasta los topes, se gira, y, sorpresa, se ve a este mismo se?or recibiendo ilusionado las llaves del para¨ªso de manos de San Pedro. Con todo, la imagen m¨¢s impactante es la de los paseos mar¨ªtimos destrozados por el temporal de oto?o y que una audaz intervenci¨®n p¨²blica ha reconstruido con presteza: despu¨¦s de girar, se ve c¨®mo los est¨¢ destrozando un temporal de primavera.
Tambi¨¦n tiene miga la casilla de los l¨ªderes pol¨ªticos. Por ejemplo, las Cortes Valencianas: sale un se?or que, despu¨¦s de apostrofar a unos pupitres vac¨ªos, se va a tomar caf¨¦; se gira el conversor y sale otro se?or que estaba durmiendo pl¨¢cidamente para darle la r¨¦plica al anterior. Muy bueno. O la ejemplar solidez de los principios y de las convicciones ideol¨®gicas: se ve al partido X que forma una coalici¨®n de gobierno en un municipio con los del partido Y mientras Z queda en la oposici¨®n, se gira, y ya tenemos la coalici¨®n X/2 + Z contra Y. Esto por no hablar de las simp¨¢ticas veladas en alg¨²n teatro: mientras las veinte primeras filas, reservadas a autoridades papanatas, est¨¢n vac¨ªas, decenas de mel¨®manos se amontonan en las cinco restantes con un inconfundible hedor a populacho.
Lo cual nos lleva al fascinante mundo de la cultura, que tampoco tiene desperdicio. Es tan bueno, tan bueno, que corre peligro de eclipsar a los circos que suelen instalarse por Navidad en las grandes ciudades valencianas. La Bienal de las Artes, sin ir m¨¢s lejos: se ve a un conejo atormentado por el ruido que est¨¢ comiendo zanahorias sobre un lecho de tierra de Sarajevo, se gira la cosa y aparece el mismo conejo embutido en un burka y comiendo cus-cus. Lema: intolerancia. Como ven sutil, ingenioso y decididamente postmoderno. Los hoteleros valencianos ya se est¨¢n frotando las manos ante la avalancha de turistas que se les viene encima. Pero para sutileza lo de los premios literarios sufragados con fondos p¨²blicos: se ve a Fulano que premia a Mengano en 2001, se gira y ya tenemos a Mengano premiando a Fulano en 2002.
No sigo porque ser¨ªa el cuento de nunca acabar. Esta comunidad aut¨®noma es un chollo, aqu¨ª resulta imposible el aburrimiento. Primero decidimos tomarnos las cosas con humor institucionalizando los ninots una vez al a?o. Luego ampliamos el horario y se nos ocurri¨® programar T¨®mbola con periodicidad semanal. Ahora estamos probando este hilarante conversor auton¨®mico valedero para cualquier momento del d¨ªa o de la noche. No s¨¦ por qu¨¦ pero tengo la sospecha de que el pr¨®ximo episodio de Harry Potter no va a transcurrir en Hogwarts sino en alg¨²n lugar situado al sur del C¨¨nia y al norte del Segura.
?ngel L¨®pez Garc¨ªa-Molins es catedr¨¢tico de Teor¨ªa de los Lenguajes de la Universidad de Valencia.
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