Detr¨¢s del bosque de antenas

Cuatro casos de c¨¢ncer infantil (tres leucemias y un linfoma), diagnosticados en un plazo de 10 meses en un grupo de 470 ni?os del colegio Garc¨ªa Quintana de Valladolid han desatado la alarma. Los afectados lo achacan a 36 antenas de telefon¨ªa en ocho estaciones base pertenecientes a seis operadoras distintas, instaladas en un edificio cercano al centro escolar. La incidencia de la leucemia en la poblaci¨®n infantil (menor de 14 a?os) es de cuatro casos por cada 100.000 ni?os al a?o.

Con estos datos, de lo ocurrido en Valladolid no puede culparse al azar, dicen los expertos. Ahora bien, ?est¨¢ el origen en las emisiones de las antenas? Alejandro ?beda es biof¨ªsico, experto en radiaciones no ionizantes (las que emiten las antenas) y en evaluar la validez de las informaciones cient¨ªficas. Ha sido coordinador, junto con Francisco Vargas, del Informe t¨¦cnico sobre campos electromagn¨¦ticos y salud p¨²blica encargado por el Ministerio de Sanidad que se public¨® en mayo 2001 (www.msc.es/salud/ambiental/home.htm). 'En ese comit¨¦ participaron adem¨¢s otras siete personas de probada solvencia cient¨ªfica' y el informe concluy¨® que 'la exposici¨®n a estas antenas no es nociva siempre que sus emisiones se mantengan en los l¨ªmites recomendados por Europa, que para Espa?a son, adem¨¢s, de obligado cumplimiento (entre 0,4 y 0,9 milivatios por cent¨ªmetro cuadrado)', explica ?beda. 'Las antenas est¨¢n por debajo de eso. Si el haz de mayor potencia de emisi¨®n est¨¢ dirigido a un punto situado a 100 metros y alguien se expone directamente en ese punto, recibe alrededor de 1.000 veces menos radiaci¨®n que los l¨ªmites impuestos por Sanidad', a?ade este experto, investigador en el Ram¨®n y Cajal.

'S¨®lo cuando se superen ampliamente esos l¨ªmites, el incremento del efecto t¨¦rmico sobre los tejidos podr¨ªa conducir al c¨¢ncer'. Experimentos de este tipo se han hecho con ratas y cultivos de c¨¦lulas humanas 'y no se ha visto nada parecido a una incidencia como la de Valladolid', asegura.

La Junta de Castilla y Le¨®n afirma que se han efectuado mediciones en tres ocasiones entre septiembre y diciembre de 2001 y en todos los casos las emisiones se ajustaban a los l¨ªmites de seguridad recogidos en la legislaci¨®n.

?beda a?ade, adem¨¢s, que hay que tener en cuenta el tiempo de desarrollo de la enfermedad, algunos a?os. La primera antena se coloc¨® alrededor de noviembre de 2000 y el primer caso se diagnostic¨® un mes despu¨¦s, tres meses despu¨¦s el segundo y en septiembre y diciembre de este mismo a?o los dos ¨²ltimos.

As¨ª pues, la sugerencia de este experto es que se investiguen cuanto antes otras posibles causas que puedan estar ocasionando estos c¨¢nceres porque, a su juicio, 'desviar la atenci¨®n hacia las antenas puede obstaculizar el hallazgo del foco causante de la enfermedad al que est¨¦n o hayan estado expuestos los ni?os'.

La suma de las emisiones de distintas antenas tampoco ser¨ªa la causa si se mantienen los l¨ªmites de seguridad, asegura el experto. 'Una conversaci¨®n larga desde un tel¨¦fono m¨®vil lanza una emisi¨®n miles de veces superior que la de las antenas, en el mismo tiempo de exposici¨®n'.

Las instituciones regionales han decidido poner en marcha una comisi¨®n que investigue el caso y facilitar un chequeo m¨¦dico para todos los alumnos del centro. Los padres piden un nuevo estudio epidemiol¨®gico, la retirada de las antenas y exigen responsabilidades a los pol¨ªticos regionales y locales. No se f¨ªan del estudio elaborado en la Consejer¨ªa de Sanidad de la regi¨®n.