Preparativos de guerra en India y Pakist¨¢n

El Gobierno de Pakist¨¢n expres¨® su temor a una posible guerra a gran escala con India a menos que se produzca una ofensiva internacional para intentar impedirlo. Los movimientos diplom¨¢ticos fueron ayer precisamente intensos en ese sentido. El presidente de Estados Unidos, George Bush, y el secretario de Estado, Colin Powell, se mantuvieron en contacto con los dos Gobiernos para pedirles moderaci¨®n, mientras los ministros de Exteriores del G-8 (los siete m¨¢s ricos del mundo m¨¢s Rusia) difundieron una declaraci¨®n de di¨¢logo a requerimiento de Mosc¨².

Un primer paso hacia el di¨¢logo lo dio el presidente paquistan¨ª, general Pervez Musharraf, quien ayer expres¨® su disposici¨®n a entrevistarse la pr¨®xima semana con el primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, en Katmand¨² (Nepal), en el curso de la cumbre asi¨¢tica. Musharraf, quien asegur¨® que espera una respuesta positiva a su propuesta, dijo que nunca iniciar¨ªa una guerra con el pa¨ªs vecino. 'Pakist¨¢n est¨¢ a favor de la paz, no queremos la guerra', dijo en el curso de una cena el viernes por la noche en el palacio presidencial, pero puntualiz¨®: 'No haremos la guerra... a menos que nos arrastren a ella'.

Mientras, Bush ped¨ªa ayer de nuevo a los dos pa¨ªses que eviten el conflicto armado y negocien sus diferencias, y les ha aconsejado que lo hagan precisamente en Katmand¨². La Casa Blanca est¨¢ en una situaci¨®n delicada. No puede prescindir del apoyo de Pakist¨¢n en su lucha contra Al Qaeda y Osama Bin Laden, pero tampoco puede mostrarse del todo partidario de su nuevo aliado, el presidente Musharraf, para no enemistarse con India. El resultado es un complicado encaje de bolillos que no est¨¢ siendo muy efectivo.

'Mi Gobierno est¨¢ trabajando de forma muy activa para traer un poco de calma a la regi¨®n y convencer a las dos partes de que cesen la escalada de fuerza', dijo ayer Bush desde su rancho de Crawford (Tejas). Tambi¨¦n aplaudi¨® la detenci¨®n en Pakist¨¢n de miembros de la organizaci¨®n extremista Jaish-i-Mohamed. 'Estoy contento de ver que el presidente Musharraf ha anunciado el arresto de 50 terroristas, y espero que India se d¨¦ cuenta de que el presidente est¨¢ respondiendo de forma en¨¦rgica'.

Bush asegur¨® que no hab¨ªa hablado con ninguno de los dos mandatarios, pero que lo har¨¢ si 'es necesario'. El secretario de Estado, Colin Powell, ha sido el encargado, a lo largo de toda esta semana, de coordinar los esfuerzos mediadores de Washington. Habl¨® directamente con Musharraf y Vajpayee para pedirles que eviten llegar al enfrentamiento armado. Powell tambi¨¦n ha estado en contacto con los ministros de Exteriores del Reino Unido, Jack Straw, y Rusia, Igor Ivanov, pa¨ªses que tienen v¨ªnculos hist¨®ricos en la regi¨®n.

En un claro mensaje de apoyo a las exigencias indias, Powell, anunci¨® esta semana que Estados Unidos hab¨ªa incluido en la lista negra de organizaciones terroristas a dos bandas paquistan¨ªes que luchan por la independencia de Cachemira, Lasjar-i Taiba y Jaish-i-Mohamed, que la India considera responsables del atentado del pasado 13 de diciembre, que caus¨® 14 muertos, entre ellos los cinco miembros del comando suicida.

Ayer Pakist¨¢n hizo lo que Washington quer¨ªa evitar a toda costa: inform¨® al Pent¨¢gono de la necesidad de desplazar a los contingentes que se dedican a perseguir los miembros de Al Qaeda.

En Mosc¨², el Ministerio de Exteriores difundi¨® un comunicado del G-8 -elaborado por inciativa rusa- que expresa la preocupaci¨®n de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados del mundo m¨¢s Rusia sobre la crisis. El comunicado de los ministros anima a Islamabad y Nueva Delhi a evitar la escalada b¨¦lica, reanudar el di¨¢logo pol¨ªtico y 'unir sus esfuerzos en la lucha contra la amenaza global del terrorismo'. El documento pide tambi¨¦n a Pakist¨¢n que adopte medidas contra los grupos terroristas que operan desde su territorio, en concreto contra India, su detenci¨®n, el castigo de sus dirigentes y que ponga fin a los medios de financiaci¨®n de tales organizaciones.