Desencuentro final

El Pa¨ªs Vasco parece adentrarse en el a?o 2002 sin la renovaci¨®n del Concierto Econ¨®mico y con la pr¨®rroga por segunda vez de los presupuestos del 2000, que fueron aprobados con el apoyo de HB. La normalidad que era de esperar tras las elecciones auton¨®micas del 13-M no acaba de asentarse en el ¨¢mbito pol¨ªtico e institucional del Pa¨ªs Vasco. La disparidad de criterios sobre el tratamiento del problema de la violencia sigue enciza?ando las relaciones de las fuerzas democr¨¢ticas vascas, con grave repercusi¨®n en el funcionamiento de las instituciones, y la desconfianza mutua bloquea las posibilidades de entendimiento entre Vitoria y Madrid.

El empe?o del Gobierno vasco en vincular una cuesti¨®n pol¨ªtica -su presencia en las instancias europeas- a un asunto eminentemente econ¨®mico y fiscal, como el nuevo Concierto que debe sustituir al vigente desde 1981, parece ser el escollo que obstaculiza el acuerdo. Su pretensi¨®n de hacerse o¨ªr en los ¨®rganos de la UE sobre sus competencias casi exclusivas en materia fiscal y tributaria est¨¢ en la l¨®gica de un Estado tan descentralizado como el espa?ol; no es una cuesti¨®n incongruente y artificiosa. Pero incluso si esa presencia no es directa, sino engarzada en la representaci¨®n del Estado, como parece ser la ¨²ltima posici¨®n de Vitoria, la cuesti¨®n no puede abordarse con un m¨ªnimo de coherencia al margen de una f¨®rmula global v¨¢lida para el conjunto de las autonom¨ªas.

El Gobierno central tiene razones para resistirse a tratar esa cuesti¨®n por separado y remitirla a la conferencia sectorial para los asuntos relacionados con la Uni¨®n Europea. Pero deber¨ªa mostrarse m¨¢s diligente en resolverla, proponiendo f¨®rmulas propias y no oponi¨¦ndose a las que plantean otras fuerzas pol¨ªticas. La integraci¨®n europea ha trastocado el reparto de competencias entre las autonom¨ªas y el Gobierno y es urgente encontrar un nuevo equilibrio que evite que la situaci¨®n se pudra todav¨ªa m¨¢s.

La pr¨®rroga por ley del Concierto Econ¨®mico impide que a partir del 1 de enero quede en el aire, sin base legal que lo sustente, el entramado jur¨ªdico-tributario que permite a las haciendas vascas recaudar impuestos y disponer de los recursos obtenidos, pero no deja de ser una soluci¨®n de emergencia. La pr¨®rroga no puede servir de coartada al Gobierno para no esforzarse en cerrar cuanto antes las negociaciones. Pero, al mismo tiempo, el Ejecutivo vasco deber¨ªa pensar si est¨¢ justificado seguir supeditando el acuerdo al logro de un objetivo pol¨ªtico que puede tener un tratamiento razonable en otros ¨¢mbitos y en otro momento.