Cornalvo, el bosque humanizado
Un parque natural en torno a una presa construida por Trajano
Con las crestas gran¨ªticas de la sierra de Mont¨¢nchez por el norte y las f¨¦rtiles vegas del r¨ªo Guadiana por el sur, el extreme?o parque natural de Cornalvo encierra en sus casi 11.000 hect¨¢reas una rica y variada representaci¨®n de la flora y fauna mejor conservadas de la Pen¨ªnsula. Para muchos expertos, Extremadura es un ejemplo a seguir en el mantenimiento del equilibrio entre los recursos naturales explotados por el hombre y las necesidades de las poblaciones silvestres de animales y plantas que habitan en su entorno. Una fr¨¢gil armon¨ªa que en estos lares se ha visto favorecida por el tipo de cultivos de rotaci¨®n y la ganader¨ªa extensiva llevada a cabo tradicionalmente. La dehesa, un bosque humanizado y creado para obtener provecho de sus bondades, se ha erigido como el perfecto ejemplo de ello.
Este peque?o parque natural, situado a tan s¨®lo 10 kil¨®metros de M¨¦rida, bien sabe de armon¨ªas y equilibrio, desde que hace m¨¢s de 1.800 a?os, el emperador romano Trajano mandara construir la presa de Cornalvo para abastecer de agua potable a Em¨¦rita Augusta, antigua capital de Lusitania. Un embalse que cumple a¨²n su funci¨®n y que, de puro viejo, bien merecer¨ªa el calificativo de lago natural. Los centenarios alcornoques que circundan sus orillas, arropados por densos jarales, forman un paisaje de serena quietud donde garzas y garcetas encuentran el dormidero perfecto. La invernada atrae a este c¨¢lido refugio un buen n¨²mero de patos, porrones y fochas, que suman sus nutridos bandos a las solitarias parejas de somormujos, que aparecen y desaparecen bajo el agua en busca de alimento. Un camino perimetral de unos cinco kil¨®metros de longitud recorre el contorno del aguazal desde la misma pared de la presa romana. Esta sencilla ruta permite con un agradable paseo descubrir la belleza invernal de Cornalvo.
Pero este paraje no se limita s¨®lo a la obra hidrogr¨¢fica y su entorno. Para encontrar sus mejores valores naturales hay que internarse en las dehesas y patear los caminos vecinales y ca?adas ganaderas que las recorren. Desde el mismo embalse, en su punto m¨¢s norte?o, se puede tomar un cordel llamado de Santa Mar¨ªa de Araya que, siguiendo la orilla del arroyo de Tamujoso, gu¨ªa los pasos por la finca de El Mentidero hasta un paraje de peculiar atractivo nombrado como Berrocal del Rugidero. Un c¨²mulo de grandes bolos gran¨ªticos son sorteados a duras penas por el arroyo de las Muelas, donde las aguas se atascan y forman peque?os lagunazos de vital importancia para anfibios y culebras de agua, adem¨¢s de servir como bebederos a un gran n¨²mero de mam¨ªferos salvajes y aves de los alrededores.
Flechas rojas
Unos postes de madera con flechas pintadas de rojo indican la direcci¨®n de esta v¨ªa pecuaria en su trayecto por las fincas de La Mezquita y Valdelasyeguas. Vacas moruchas y retintas, cerdos negros ib¨¦ricos y caballos espa?oles apuran entre el encinado los ¨²ltimos frutos que la montanera dej¨® caer desde el mes de octubre.
La peque?a carretera asfaltada que desde Trujillanos llega hasta la pared de la presa y el cortijo de Campomanes tiene un desv¨ªo anterior al recoleto y diminuto embalse de Las Muelas, desde donde se puede iniciar otra de las rutas que se internan en el mar de dehesas que cubren estos predios extreme?os. Un camino que parte hacia la izquierda, con direcci¨®n al cortijo de El Huevo, se adentra rumbo a poniente para atravesar el ¨¢rea central del parque y por los Cerros Verdes verter sus pasos en las vegas del r¨ªo Aljuc¨¦n.
La excursi¨®n por la zona intestina del bosque adehesado de encinas y alcornoques permite el encuentro con el ave m¨¢s llamativa de la fauna de Extremadura, el elanio azul, una peque?a rapaz de ojos encendidos que, procedente del norte de ?frica, conquist¨® las tierras ib¨¦ricas hace poco m¨¢s de un par de d¨¦cadas. Buitres negros y ¨¢guilas imperiales son tambi¨¦n inquilinos habituales en las onduladas crestas de Sierra Bermeja, una escueta cuerda montana que cierra el parque por el sur en las cercan¨ªas de Mirandilla. En la ribera del Aljuc¨¦n, las hileras de fresnos, sauces y olmos dan vida a una fauna alada m¨¢s ligada a las venas acuosas, mientras sobre las pedreras se solean los escasos gal¨¢pagos leprosos, que tienen aqu¨ª uno de sus ¨²ltimos refugios.
GU?A PR?CTICA
- Parador V¨ªa de la Plata (924 31 38 00). Plaza de la Constituci¨®n, 3. M¨¦rida. Habitaci¨®n doble: 156 euros (26.000 pesetas). - Hotel Zeus (924 31 81 11). Avenida Reina Sof¨ªa, s/n. M¨¦rida. Habitaci¨®n doble: 78 euros (13.000 pesetas). - Hotel Lusitania (924 31 61 12). Oviedo, 12. M¨¦rida. La doble: 60 euros (10.000 pesetas).
- Nicol¨¢s (924 31 96 10). F¨¦lix Valverde Lillo, 13. M¨¦rida. Cordero a la ciruela. Unos 21 euros (3.500 pesetas). - El Antillano (924 31 32 06). F¨¦lix Valverde Lillo, 12. M¨¦rida. Unos 15 euros (2.500 pesetas). - Rufino (924 31 20 01). Plaza de Santa Clara, 2. M¨¦rida. Unos 18 euros (3.000 pesetas).
- Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura (924 38 14 11). Enrique D¨ªaz Canedo, s/n. M¨¦rida.
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