Funcionarios, no dioses

Tras leer la curiosa carta enviada por don Agust¨ªn Hern¨¢n Comadi¨¢n, de 23 de diciembre, no puedo, cuando menos, responder a una parte de la susodicha como bombero del Ayuntamiento de Madrid. Pero sobre todo hablo como funcionario, defendiendo a mis compa?eros, ya sean de mi cuerpo o de cualquier otro de la Administraci¨®n, que cumplen con sus obligaciones a trav¨¦s de unas ¨®rdenes superiores, a veces con unos medios poco adecuados o sin los medios necesarios y sufriendo los mismos problemas que el resto de los mortales.

El perd¨®n es un don reservado a los dioses, y los funcionarios no lo somos. Es bien sabido que el hombre a¨²n no conoce el medio de manipular el tiempo. Sin embargo, en la era de la informaci¨®n se poseen diversos medios para conocer las previsiones del tiempo: el consabido hombre del tiempo, los peri¨®dicos, el Centro Nacional de Meteorolog¨ªa, Internet, la Guardia Civil de Tr¨¢fico, las emisoras port¨¢tiles o una simple llamada al lugar de destino. Pero si eso no basta, podemos siempre contar con el sentido com¨²n. En diciembre es normal que la meteorolog¨ªa sea adversa, sobre todo en ciertas zonas, monta?as (nieve), valles (niebla), llanuras (hielo), etc. Por todo ello, siempre se recomienda evitar los desplazamientos en ciertos d¨ªas, informarse, llevar cadenas, el dep¨®sito siempre lleno, ropa de abrigo, moderar la velocidad, consejos que hay que repetir a?o tras a?o porque los ciudadanos parecen no tener memoria y cometen a?o tras a?o los mismos errores.

Cualquier da?o ocasionado a una persona por los elementos se atribuye a la Administraci¨®n, y en particular a los funcionarios. Se?ores, hay que tomar precauciones (aunque con los ciudadanos, ya se sabe, con culpar a otros de sus omisiones o errores lo tienen solucionado). Por supuesto, pido mis excusas a la minor¨ªa que s¨ª las toma.

En relaci¨®n a que los funcionarios tenemos la obligaci¨®n de asegurar ciertos servicios, es cierto, pero eso es obligaci¨®n de la Administraci¨®n, que es la encargada de la gesti¨®n; el funcionario s¨®lo obedece ¨®rdenes (quiz¨¢ alguno de ustedes tambi¨¦n tenga un jefe). Como obreros y funcionarios, tenemos el derecho de disfrutar de nuestro descanso, pero les recuerdo que la ley nos obliga a perder este derecho en ciertos casos de emergencia, algo que s¨®lo nos est¨¢ reservado a nosotros.

Como bombero del Ayuntamiento de Madrid, me gustar¨ªa informar a los ciudadanos de Madrid de que sus funcionarios, de todos los cuerpos, trabajan d¨ªa y noche, fiestas, puentes, verano e invierno y prestan sus servicios a quien los requiera o los necesite. Pero, se?ores, tienen que poner algo de su parte. Somos personas y no dioses, aunque a veces nos gustar¨ªa serlo.