Amantes del celuloide

La pasi¨®n por el cine llev¨® a Jos¨¦ Juli¨¢n Bakedano (Durango, 1948) hasta el museo de Bellas Artes de Bilbao en 1983. Entonces su participaci¨®n se centraba en la Cinemateca, una novedad que el museo pon¨ªa en marcha. Ahora, Bakedano es subdirector del Bellas Artes, adem¨¢s de seguir siendo el alma mater de la Cinemateca, remozada y ampliada tras las obras de remodelaci¨®n del museo.

Fue con motivo de otra ampliaci¨®n del lugar, la construcci¨®n del s¨®tano, cuando la junta directiva de entonces, que presid¨ªa Patrick de la Sota, decidi¨® echar un cable a los cin¨¦filos e instaurar la Cinemateca. Sin embargo, las obras tuvieron que pararse por los efectos de las inundaciones de agosto de 1983.

Cuando se concluy¨® la remodelaci¨®n, la Cinemateca se ubic¨® en una peque?a sala con 56 butacas. Hab¨ªa sesiones diarias, pero eso no era suficiente. 'Muchas veces ten¨ªa que quedarse gente fuera sin poder entrar. El ¨¦xito fue tremendo. La sala estaba siempre llena, aunque alguno dir¨¢ que con 56 butacas es f¨¢cil', ironiza Bakedano, que recuerda que el primer ciclo estaba dedicado a John Ford.

Ahora la capacidad del cine del Bellas Artes casi se ha multiplicado por cuatro. Su programaci¨®n se reinici¨® a mediados de diciembre, tras dos a?os interrumpida, con un ciclo largo sobre los conceptos te¨®ricos del cine, dividido en ocho miniciclos. Despu¨¦s llegar¨¢n los ciclos sobre Jean Rouch (en junio), Abbas Kiarostami y Stanley Kubrick, entre otros.

Bakedano recuerda como hitos en la historia de la Cinemateca los ciclos sobre los hermanos Marx y el de Humphrey Bogart. 'Hubo como unas 400 personas para ver las pel¨ªculas. Fue tremendo. No sab¨ªamos qu¨¦ hacer. Al final, entraron una veintena de personas m¨¢s de pie y a los dem¨¢s les tuvimos que decir que se fueran. Espero que con la nueva sala esto no vuelva a pasar', apunta. Sin embargo, Bakedano opina que tienen m¨¢s ¨¦xito los ciclos dedicados a directores que los de actores.

La Cinemateca realiza una labor de difusi¨®n del cine, pero no de archivo o conservaci¨®n de pel¨ªculas. El n¨²mero de pel¨ªculas que componen cada ciclo 'depende de la filmograf¨ªa del director o el actor, primero, y de la disponibilidad de copias'. Luego se ponen en contacto con filmotecas espa?olas y extranjeras y, fundamentalmente, con distribuidoras para que faciliten la cinta. 'Depende mucho de qui¨¦n sea el elegido. Por ejemplo, de Kubrick s¨®lo podr¨ªamos programar para un mes; en cambio, con John Ford podr¨ªamos estar todo un a?o', indica Bakedano. En esta nueva etapa de la Cinemateca se han abandonado las sesiones diarias para centrarse en los fines de semana. Se emiten dos filmes diarios el jueves, viernes y s¨¢bado, en su mayor¨ªa en versi¨®n original subtitulada.

'Desde peque?o mi mayor ilusi¨®n ha sido el cine', confiesa Bakedano, que ha dirigido varias pel¨ªculas de cine experimental y una de ficci¨®n en 1986, Oraingoz izen gabe, en cuyo gui¨®n colabor¨® Bernardo Atxaga, y que se pas¨® en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. En sus proyectos inmediatos figura el rodaje de otra pel¨ªcula con gui¨®n a medias con Atxaga, 'si consigo la financiaci¨®n', confiesa.