La izquierda y el PRI suavizan la dura reforma fiscal que quer¨ªa imponer Fox

La izquierda brind¨® por los pobres de M¨¦xico al lograr la aprobaci¨®n de un impuesto del 20% sobre la venta de bienes y servicios suntuarios, esto es, el caviar, el salm¨®n, las angulas, los televisores de pantalla plana y a una mir¨ªada de art¨ªculos al alcance s¨®lo del 20% de los cien millones de mexicanos. Sobrevolando sobre el hemiciclo la crisis argentina, la reforma fiscal pretendida por el Gobierno de Vicente Fox qued¨® desfigurada en un Congreso que aprob¨® un presupuesto de gastos de 155.000 millones de d¨®lares. 'Resultan insuficientes', reaccion¨® el presidente.

El asunto m¨¢s pol¨¦mico del proyecto del Ejecutivo, un IVA del 15% a medicinas y alimentos, fue eliminado en la miscel¨¢nea fiscal autorizada por un Parlamento en que el gobernante Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), conservador, no dispone de mayor¨ªa. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder durante 71 a?os, hasta su derrota en las generales de 2000, y el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), de izquierda, destacaron que Fox podr¨¢ ingresar, con los nuevos tributos y la eliminaci¨®n de subsidios, casi el 60% de los fondos ambicionados en la reforma fiscal rechazada: 13.000 millones de d¨®lares anuales.

Despu¨¦s de nueve meses de negociaciones, la Nueva Hacienda Distributiva del presidente de la transici¨®n pas¨® a mejor vida, y fue sustituida por una bater¨ªa de cambios que apenas establece medidas coercitivas contra los grandes evasores, e incluye, entre otros, aumentos tributarios al servicio telef¨®nico, a las bebidas alcoh¨®licas, o al tabaco. En una decisi¨®n protestada por quienes no reconocen a la C¨¢mara facultades impositivas, el Senado agreg¨® el 20% al lujo: a las agendas electr¨®nicas, a la pr¨¢ctica del golf y la equitaci¨®n, o a los relojes de m¨¢s de 500 d¨®lares. El diputado Ricardo Cervantes (PAN) lo defendi¨® argumentando que el 20% de los mexicanos m¨¢s ricos posee m¨¢s del 50% de la riqueza, y el 50% de los m¨¢s pobres no llega al 15% de la misma.

La reforma fiscal fue el objetivo m¨¢s trascendental del Gobierno para acometer, subray¨®, programas sociales destinados a los compatriotas en la indigencia. Pese a ofrecer garant¨ªas de que los pobres recibir¨ªan compensaciones en met¨¢lico despu¨¦s de pagar el IVA a alimentos y medicinas, la oposici¨®n consider¨® improbable su ejecuci¨®n. El PRD, y amplios sectores del PRI, insistieron en cobrar m¨¢s a quienes m¨¢s tienen, aunque el Poder Legislativo permiti¨® al presidente, en una suerte de compensaci¨®n, utilizar 850 millones de d¨®lares del Fondo de Estabilizaci¨®n de los Ingresos Petroleros.

El peso de la deuda

La Administraci¨®n mexicana, con un presupuesto lastrado en m¨¢s del 80% por la servidumbre de la deuda, persigue una mayor autonom¨ªa de las finanzas p¨²blicas y una menor dependencia de los ingresos petroleros, que aportan un tercio de los ingresos fiscales. El impuesto sobre la renta (ISR) qued¨® modificado al homologarse la tasa del 35% para las personas f¨ªsicas y jur¨ªdicas, e irse reduciendo en un punto porcentual por a?o hasta quedar en el 32% en el a?o 2005.

Frecuentes las salvedades, y los laber¨ªnticos encajes de bolillo en el desarrollo de las medidas, el Gobierno no devolver¨¢ determinados porcentajes de impuestos que antes eran deducibles, ahorros que suponen 5.440 millones de d¨®lares; as¨ª, los empresarios deber¨¢n abonar impuestos por los trabajadores con cuatro salarios m¨ªnimos de ingresos, antes exentos del pago del ISR. El 5% de los dividendos obtenidos en las ganancias empresariales, anteriormente reinvertidos en activos de la propia compa?¨ªa y sin obligaciones tributarias, ahora deber¨¢n pasar por la ventanilla de Hacienda; igual ocurrir¨¢ con las transacciones burs¨¢tiles y los rendimientos financieros.

Los debates parlamentarios engendraron uno de los 'Frankenstein fiscales m¨¢s monstruosos de los ¨²ltimos a?os', opin¨® el analista Jorge Fern¨¢ndez Men¨¦ndez. No se simplific¨® el sistema, permanecer¨¢n a salvo los millones de mexicanos que no declaran, los contribuyentes cautivos reciben un nuevo mazazo, el desarrollo de los nuevos impuestos es de compleja aplicaci¨®n y se franquea el paso a la arbitrariedad de los inspectores. Para Men¨¦ndez, en los debates primaron 'los intereses estrechos y sectoriales' de la izquierda y el PRI.