Los enigmas de Debussy
El panorama musical madrile?o en enero est¨¢ marcado por Claude Debussy. Esto es, de antemano, un acontecimiento. Debussy es uno de los m¨²sicos m¨¢s audaces, refinados e innovadores. El teatro Real presenta los d¨ªas 12, 15, 17, 19, 22, 24 y 26 Pell¨¦as et M¨¦lisande, la obra maestra del compositor, en v¨ªsperas del centenario de su estreno en Par¨ªs el 30 de abril de 1902. El reparto vocal es de garant¨ªa y est¨¢ encabezado por Simon Keenlyside, Mar¨ªa Bayo y Jean Philippe Lafont; la producci¨®n proviene de la ?pera de Ginebra y dirige musicalmente Armin Jordan. El teatro de La Zarzuela, por su parte, contar¨¢ con Lorin Maazel los d¨ªas 24 y 25 para dirigir la orquesta de la Comunidad de Madrid en Le martyre de saint S¨¨bastien, con montaje esc¨¦nico de La Fura dels Baus y con Miguel Bos¨¦ como narrador.
Pell¨¦as et M¨¦lisande va a cumplir 100 a?os. No pasa el tiempo por ella. Y si pasa es para aumentar su hechizo, su poes¨ªa, su misterio, su envolvente fascinaci¨®n. El compositor Henry Barraud la sit¨²a como una de las ¨®peras fundamentales en su libro Las cinco grandes ¨®peras (Taurus Humanidades), al lado de Don Giovanni, Tristan und Isolde, Boris Godunov y Wozzeck. Siempre son discutibles este tipo de afirmaciones pues, como se suele decir, 'son todas las que est¨¢n, pero no est¨¢n todas las que son'. De lo que no hay ninguna duda es de la extraordinaria importancia que posee esta obra singular y revolucionaria, elaborada a partir de un texto de Maeterlinck, con todos los ecos impresionistas o simbolistas que se quieran.
La inconmensurable Victo
ria de los ?ngeles ('la mejor cantante francesa de todos los tiempos', llegaron a decir los franceses) eligi¨® el personaje de M¨¦lisande para despedirse de la ¨®pera escenificada, precisamente en Madrid, en el teatro de La Zarzuela, en 1980, con direcci¨®n musical de Ros Marb¨¢, un enamorado de esta obra, que volver¨ªa a recrear diez a?os despu¨¦s en la capital de Espa?a en versi¨®n de concierto con la orquesta de RTVE. Edmund White dec¨ªa en su ejemplar biograf¨ªa sobre Proust que ¨¦ste era 'el primer escritor contempor¨¢neo del siglo XX porque fue el primero en describir la inestabilidad permanente de nuestro tiempo'. Algo similar se podr¨ªa aplicar a Debussy.
La peculiar atm¨®sfera po¨¦tica y musical de Pell¨¦as ha llevado a recrear esta obra a algunos de los mejores directores de escena en la ¨²ltima d¨¦cada. Las de Christoph Marthaler, con la escen¨®grafa Anna Viebrock, en Francfort; Robert Wilson, en Par¨ªs y Salzburgo; Peter Stein, en Reino Unido, o Herbert Wernicke, en Bruselas, son algunas de las aproximaciones m¨¢s esclarecedoras. Con esta ¨²ltima debut¨® en 1996 el papel de M¨¦lisande la soprano Mar¨ªa Bayo, que vuelve a Madrid. 'Fue una conmoci¨®n fort¨ªsima meterme en la piel de un personaje tan enigm¨¢tico. El trabajo con Wernicke, con Pappano, era tan intenso que yo no pod¨ªa salirme en ning¨²n momento, ni siquiera varias horas despu¨¦s de los ensayos, de la atm¨®sfera opresiva de la obra. Pensaba que no podr¨ªa llegar a dominar ese mundo maravilloso de armon¨ªas, de tonalidades, de silencios pesados. Y ten¨ªa una sensaci¨®n oscilante, a veces me encontraba depresiva y otras con deseos de quedarme embarazada', afirma la cantante navarra. Y a?ade: 'Ahora lo veo con otra perspectiva. M¨¢s realista, menos et¨¦rea, en cierto modo porque el planteamiento esc¨¦nico de Madrid es muy diferente. Tambi¨¦n mi voz ha evolucionado desde entonces. En estos momentos es probablemente m¨¢s l¨ªrica y los graves son m¨¢s amplios, tienen m¨¢s cuerpo. La m¨²sica sigue, en cualquier caso, produci¨¦ndome la misma sensaci¨®n de misterio, de magnetismo, por la l¨ªnea declamatoria francesa o el estremecimiento de los silencios, por pura teatralidad interior, por coherencia. S¨ª, es una de las ¨®peras que m¨¢s amo'.
Patrice Caurier y Moshe Leiser son los responsables teatrales de la producci¨®n que, procedente de la ?pera de Ginebra, se va a ver en el teatro Real de Madrid. La referencia m¨¢s inmediata de ellos en nuestro pa¨ªs es su reciente direcci¨®n en las temporadas de ¨®pera de la ABAO de Bilbao del pr¨®logo y las dos primeras jornadas de El anillo del Nibelungo, cuya conclusi¨®n est¨¢ prevista para el pr¨®ximo abril en Ginebra y para el oto?o en la villa del Nervi¨®n. Los personajes que dan t¨ªtulo a la obra ser¨¢n encarnados por el bar¨ªtono ingl¨¦s Simon Keenlyside y por Mar¨ªa Bayo. Dirige a la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid el maestro Armin Jordan. Ah, un consejo. Si es la primera vez que va a ver la obra, familiar¨ªcese antes con ella, al menos discogr¨¢ficamente. ?Una versi¨®n? Mi preferida es la de Roger Desormi¨¨re para EMI. Es un poco antigua, pero el encanto de la declamaci¨®n francesa de Jacques Jansen o Irene Joachim es irresistible.
Maazel, a pecho descubierto
LE MARTYRE DE SAINT S?BASTIEN, misterio en cinco estancias de Claude Debussy, a partir de un texto po¨¦tico franc¨¦s de Gabriele d'Annunzio, estrenada en Par¨ªs en 1911, contar¨¢ en las representaciones del teatro de La Zarzuela, en el espect¨¢culo multimedia de La Fura dels Baus, con la direcci¨®n musical de Lorin Maazel al frente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid. Que un director de la categor¨ªa de Maazel dirija a una orquesta espa?ola en una obra esc¨¦nica de esta envergadura es un hecho ins¨®lito en nuestro pa¨ªs. Los directores de primera l¨ªnea -Barenboim, Muti, Gergiev- cuando dirigen ¨®pera en Espa?a lo hacen con sus respectivas orquestas de Berl¨ªn, Mil¨¢n o San Petersburgo. Maazel viene a pecho descubierto. Es de agradecer. El espect¨¢culo de La Fura, estrenado en Roma en 1997, forma parte de una trilog¨ªa esc¨¦nica complementada con La Atl¨¢ntida, de Falla, y el sensacional montaje de La condenaci¨®n de Fausto, de Berlioz. Intervienen Jaume Plensa en el vestuario, Manuel Huerga en la realizaci¨®n de imagen y Erre que Erre en la coreograf¨ªa, as¨ª como Miguel Bos¨¦ en funciones de narrador.
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