Las cr¨ªticas al euro en Italia destapan una crisis en el Gobierno de Berlusconi

El enfrentamiento entre el titular de Exteriores italiano, Renato Ruggiero, con varios de sus colegas en el Gobierno que han recibido con notable frialdad la llegada del euro ha sacado a la luz lo que se puede considerar la primera crisis grave del Ejecutivo de Berlusconi. ?ste intervino ayer en la pol¨¦mica desautorizando a Ruggiero, al que califica de 't¨¦cnico', y le recuerda que el verdadero responsable de la pol¨ªtica exterior italiana es ¨¦l. Il Cavaliere aprovech¨® para proclamar el europe¨ªsmo de Italia, como tambi¨¦n hizo el presidente europeo, Romano Prodi.

En una entrevista al diario La Repubblica, Berlusconi defiende la fe europe¨ªsta de su Gobierno en plena sinton¨ªa con anteriores Ejecutivos italianos, y niega haber guardado silencio ante la hist¨®rica entrada en vigor del euro, uno de los velados reproches que le hac¨ªa Ruggiero, al que ha convocado el lunes a su despacho oficial. M¨¢s duro con su colega de Exteriores fue el l¨ªder de la separatista Liga Norte, Umberto Bossi, actual ministro para las Reformas, que le acus¨® de ser un provocador y un bur¨®crata 'fatalmente atra¨ªdo por la izquierda', y reclam¨® su cese.

Berlusconi utiliza en sus declaraciones un tono m¨¢s conciliador, intentando minimizar una crisis que se viene gestando desde hace tiempo y que enfrenta a la pr¨¢ctica totalidad del Ejecutivo, y muy especialmente al propio Bossi, al ministro de Hacienda, Giulio Tremonti, y al titular de Defensa, Antonio Martino, con el jefe de la diplomacia, Renato Ruggiero. Este ¨²ltimo, antiguo presidente de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio y diplom¨¢tico de carrera, no ha gozado nunca de demasiadas simpat¨ªas en el Gobierno Berlusconi, en el que fue impuesto por una suerte de 'pacto de estabilidad' institucional que contribuyeron a forjar personajes tan influyentes como el presidente honorario de la Fiat, Gianni Agnelli.

La entrada en vigor del euro dio ocasi¨®n a varios ministros italianos para demostrar una vez m¨¢s el euroescepticismo que les anima. Mientras el l¨ªder de la Liga Norte declaraba a la prensa su total desinter¨¦s (y el de los italianos) por el euro, 'porque es algo impuesto desde arriba', su colega Martino desvelaba a varios periodistas su preocupaci¨®n porque la moneda ¨²nica pueda ser un fracaso estrepitoso.Tremonti se distanciaba del entusiasmo europe¨ªsta de sus colegas de la UE precisando que el euro no traer¨¢ la paz, que a su juicio s¨®lo puede lograrse cuando 'el consumo triunfa sobre el romanticismo'. El ¨²nico discurso euroentusiasta lo pronunci¨® el presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglo Ciampi, el ¨²ltimo d¨ªa del a?o, sin que el jefe del Gobierno se pronunciara sobre un acontecimiento tan hist¨®rico. De hecho, los italianos son los que menos estusiastas se han mostrado con la nueva moneda.

Ruggiero lament¨® el euroescepticismo de sus colegas y el 'silencio' del primer ministro en una entrevista publicada el jueves en Il Corriere della Sera. Berlusconi le respondi¨® ayer con cierta acritud, record¨¢ndole que es un mero t¨¦cnico en un equipo de pol¨ªticos y rechaz¨® de plano la acusaci¨®n de que su Gobierno sea poco europe¨ªsta.

Lo cierto, sin embargo, es que la cuesti¨®n europea se ha convertido en el caballo de batalla del Gobierno de Il Cavaliere, decidido a usar Bruselas, como ya hicieran los Gobiernos tories brit¨¢nicos, como una especie de escape populista con el que contrarrestar los focos de tensi¨®n internos. En las ¨²ltimas semanas, Berlusconi ha acaparado titulares por su negativa a sumarse al primer proyecto de defensa com¨²n europeo (el del avi¨®n de combate Airbus A400); por su rechazo inicial (m¨¢s tarde corregido) a la euroorden, y por su capacidad de bloquear algunos acuerdos de la reciente cumbre de Laeken, como la designaci¨®n de las sedes de varias agencias europeas.

El Olivo, la coalici¨®n de centro-izquierda, ha aprovechado para denunciar el 'thatcherismo' del Gobierno, y ha anunciado una manifestaci¨®n proeuropea para el lunes.