El psiquiatra de Carlos el Negro est¨¢ expedientado por incompatibilidad

El psiquiatra que elabor¨® el informe en que se bas¨® la Secci¨®n Cuarta de la Audiencia Nacional para excarcelar al presunto narcotraficante Carlos Ruiz Santamar¨ªa, Carlos el Negro, tiene un expediente abierto por la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias por incompatibilidad entre su puesto como funcionario y su actividad privada. ?ngel Lebreros es uno de los tres psiquiatras (¨¦l y otro son funcionarios y el tercero es contratado fijo) que atienden a los 6.660 reclusos en las c¨¢rceles madrile?as (41.399 en noviembre en Espa?a). S¨®lo ellos son competentes para emitir informes oficiales sobre esos pacientes.

De los 34 que componen el cuerpo de psiquiatras penitenciarios en Espa?a, 17 disfrutan de excedencia, otros tres est¨¢n suspendidos de empleo y sueldo por haber incurrido en incompatibilidad y 'media docena', expedientados por el mismo motivo, seg¨²n Instituciones Penitenciarias.

Ese departamento aclara que las prisiones pueden contratar puntualmente a psiquiatras ajenos a la Administraci¨®n y adem¨¢s siempre les queda el recurso de remitir a los internos a los servicios sanitarios generales o a los hospitales psiqui¨¢tricos penitenciarios (hay uno Sevilla y otro en Alicante), con orden judicial.

En todo caso parece que a los psiqui¨¢tras no les falta trabajo en las c¨¢rceles, toda vez que la propia Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) destaca en su informe sobre salud mental de 2001 que 'en general existe una sobrerrepresentaci¨®n de personas con des¨®rdenes mentales en prisi¨®n' ya que, en similares circunstancias, los enfermos tienen mayor probabilidad de ser detenidos que las personas sanas, al tiempo que alerta sobre lo inapropiado de encarcelar a enfermos mentales.

As¨ª, el Est¨¢ndar de Reglas M¨ªnimas para el Tratamiento de Presos de Naciones Unidas establece que en cada centro penitenciario debe haber 'al menos' un m¨¦dico y que ¨¦ste debe poseer 'alg¨²n conocimiento de psiquiatr¨ªa'. Asimismo el citado informe de la OMS incluye como recomendaci¨®n reducir las consecuencias del confinamiento sobre la salud mental.

A falta de datos exhaustivos en Espa?a sobre la prevalencia de las enfermedades mentales entre la poblaci¨®n reclusa, algunos estudios brit¨¢nicos apuntan a una presencia much¨ªsimo mayor de estas dolencias entre los presos que entre la poblaci¨®n general. Por ejemplo, datos del Instituto Nacional de estad¨ªstica del Reino Unido de 1998, publicados por el British Medical Journal, reflejaban que la prevalencia de la esquizofrenia entre los internos era del 10% para varones y del 14% para mujeres frente al 0,4% en el conjunto de la poblaci¨®n. Otro estudio brit¨¢nico de 1996 mostraba que una de cada 20 personas en prisi¨®n provisional (el 5%) sufr¨ªa una psicosis. Y una investigaci¨®n sobre reclusos del centro penitenciario de Castell¨®n entre 1995 y 1997 hall¨® que de 192 ingresos hospitalarios, 18 se produjeron en los servicios de psiquiatr¨ªa (el 9,3%).