El Atl¨¦tico ve la luz en un minuto

Muchos goles y pocas oportunidades. Mucha circulaci¨®n de la pelota y poca profundidad. El Burgos y el Atl¨¦tico dividieron salom¨®nicamente la pelota durante el primer tiempo y mantuvieron un duelo razonablemente equilibrado hasta la expulsi¨®n de Jos¨¦ Mari. Al mediapunta del equipo burgal¨¦s no se le ocurri¨® nada mejor que parar una galopada de Nagore a base de pataditas en el tobillo por detr¨¢s. Quedaban cinco minutos para el final del primer periodo. Una expulsi¨®n, sin duda rigurosa, que desencaden¨® la inusual furia goleadora de los rojiblancos.

Jos¨¦ Mari se fue a la ducha y Carreras marc¨® de cabeza en el lanzamiento de falta que hab¨ªa provocado la expulsi¨®n del riojano. Un gol a favor y 45 minutos para gestionarlo y multiplicarlo por cuatro frente a un equipo desorientado por el ¨¢rbitro.

Antes, mucho antes, en el calentamiento, Germ¨¢n Burgos se exclu¨ªa por un calambre en un gemelo. Jug¨® Toni. Y no fall¨®. Alg¨²n jugador rojiblanco coment¨® que no le hab¨ªa dado tiempo ni a ponerse nervioso. Su titularidad fue tan inesperada como repentina. El guardameta, que hasta ayer parec¨ªa gafado por sus numerosos errores, tuvo poco trabajo, pero el que tuvo lo solvent¨® con seguridad. Un trabajo que, sobre todo, se concentr¨® en el primer periodo.

El Burgos sali¨® esperando al Atl¨¦tico bastante atr¨¢s, pero presionando a partir del mediocampo con disciplina y seguridad en la tarea. Dani Pend¨ªn y el desafortunado Jos¨¦ Mari aprovechaban su irrupci¨®n por sorpresa para romper la l¨ªnea de centrocampistas del Atl¨¦tico y crear ocasiones.

El Atl¨¦tico tocaba la pelota con un cierto criterio, pero sin demasiada profundidad. Movilla intentaba conectar con los extremos, pero ni Luque ni Aguilera consiguieron apropiarse de los costados. Correa y Torres persegu¨ªan el bal¨®n con la mirada, lejos de la zona donde discurr¨ªa la batalla.

El segundo tiempo abri¨® algo m¨¢s el campo y hundi¨® al Burgos en una modorra depresiva. El Atl¨¦tico se encontr¨® un gol despu¨¦s de un lanzamiento cruzado que Hibic desvi¨® a la porter¨ªa y con el carn¨¦ de l¨ªder entre los dientes empez¨® a manejar los minutos que restaban.

Stankovic y Carreras convirtieron la banda izquierda en un caudaloso canal por el que flu¨ªan las oportunidades. As¨ª llegaron los dos goles que redondeaban el triunfo rojiblanco. Los dos de Dani. Los dos muy buenos.

El Burgos, definitivamente abandonado a suerte, se conformaba con que la goleada no desbordase los l¨ªmites del marcador. Sin fuerzas ni ganas de remontar un partido que dieron por perdido desde que Jos¨¦ Mari les dej¨® con un jugador menos, el equipo castellano desesper¨® a su propia afici¨®n por la desgana con la que encar¨® los ¨²ltimos minutos. La historia pudo haber sido diferente si Jos¨¦ Mari no hubiese puesto a prueba el conocimiento del reglamento del ¨¢rbitro. No fue as¨ª y el Atl¨¦tico abri¨® el a?o con un saquito de goles y con Toni sonriendo.