Una pel¨ªcula y una biograf¨ªa reconstruyen el mundo ¨ªntimo de Iris Murdoch
Los diarios in¨¦ditos de la escritora irlandesa revelan su tortuosa relaci¨®n con Elias Canetti
Iris Murdoch muri¨® en 1999 en los brazos de su marido, el cr¨ªtico y novelista John Bayley, cuyos libros de memorias han sido la principal fuente de inspiraci¨®n de Iris, la pel¨ªcula en la que Judi Dench interpreta a la vieja Murdoch acorralada por el Alzheimer, y Kate Winslet a la joven de intensa vida sexual y sentimental. El filme coincide con la publicaci¨®n de la primera gran biograf¨ªa sobre la escritora irlandesa. La investigaci¨®n de Peter J. Conradi, basada en los diarios no publicados de Murdoch, revela nuevos datos sobre la vida de la autora de Bajo la red. Entre ellos, una relaci¨®n de tintes sadomasoquistas con el Nobel Elias Canetti, que la marc¨® profundamente y que hasta ahora era desconocida.
Se sab¨ªa -lo ha escrito su marido- que Iris Murdoch (Dublin, 1919-Oxford, 1999) tuvo una vida sexual libre de prejuicios. Se acost¨® con hombres y con mujeres y siempre provoc¨® una irresistible atracci¨®n en todos los que la conoc¨ªan. En uno de sus diarios, Murdoch escribe: 'Tengo el poder de seducir a quien quiera'. Autora de 25 novelas -en 1978 logr¨® el premio Booker con El mar, el mar- y de algunos libros de filosof¨ªa, la obra de Murdoch gir¨® en torno a la fe religiosa y la sexualidad, la amistad, el amor obsesivo, el adulterio y el autoenga?o. Las elecciones morales de una burgues¨ªa bohemia que, seg¨²n la biograf¨ªa del cr¨ªtico Peter J. Conradi (editada en Estados Unidos por W. W. Norton, y en el Reino Unido, por Harper Collins), reflejan mucho m¨¢s de lo que se cre¨ªa lo que fue la experiencia vital de la escritora.
El libro de Conradi, titulado Iris Murdoch: a life, ha sido recibido como la obra definitiva sobre la autora irlandesa. Conradi, amigo durante a?os de Murdoch y de su marido, ha tenido acceso a todos los diarios y cartas in¨¦ditos de la escritora. Si la vida de Murdoch se conoce bien a partir de 1954 gracias a los libros de memorias de John Bayley, sus a?os anteriores son m¨¢s confusos. Conradi se ha centrado en ellos.
De toda la informaci¨®n reunida por el bi¨®grafo, la que ha causado m¨¢s revuelo -y as¨ª lo han reflejado The New York Times y Der Spiegel- ha sido la noticia de su largo y tortuoso romance con el Nobel Elias Canetti. 'Me subyuga completamente', escribi¨® Murdoch en uno de sus diarios. 'Es un toro, un le¨®n, un ¨¢ngel', a?ade en otro pasaje.
Canetti y Murdoch se conocieron en 1951. Conradi, al parecer, tambi¨¦n ha tenido acceso a lo que ser¨ªa el cuarto volumen de las memorias de Canetti, que para el p¨²blico permanecer¨¢n in¨¦ditas hasta 2004 y que tambi¨¦n aportan datos sobre la relaci¨®n con Murdoch.
El bi¨®grafo -muy hostil a la figura del autor de Masa y poder- describe una relaci¨®n de tintes sadomasoquistas en la que Canetti no queda demasiado bien parado. Seg¨²n Conradi, Canetti era un conocido s¨¢dico. Su mujer, Veza, escribe Conradi, era manca y muchos pensaban que hab¨ªa perdido la mano por culpa de su marido. Iris Murdoch y Canetti hac¨ªan el amor en la casa de ¨¦l mientras en la habitaci¨®n contigua su mujer preparaba la comida para los tres.
En sus recuerdos de Iris, John Bayley, que ha escrito varios libros sobre la que fue su mujer, habla del enorme influjo que la figura de Canetti tuvo sobre la escritora: 'Ten¨ªa varias amantes a las que Iris conoc¨ªa, y ella parec¨ªa reverenciarlas casi tanto como a ¨¦l. Tambi¨¦n reverenciaba a su esposa. Iris me habl¨® de aquella mujer, de su rostro dulce y su aspecto paciente, cordial y reservado, la cual a veces se encontraba en el piso cuando el Dichter [Canetti] le hac¨ªa el amor a Iris, posey¨¦ndola como si fuera un Dios. Eso me lo cont¨® m¨¢s tarde, antes de casarnos, cuando la estrecha relaci¨®n con aquel hombre lleg¨® a su fin y ¨¦l nos di¨® su bendici¨®n'.
Iris Murdoch se inspir¨® en la figura de Canetti para varios personajes de sus novelas. 'Iris', escribe John Bayley, 'sigui¨® vi¨¦ndolo de vez en cuando y su imaginaci¨®n creadora sigui¨® estando fascinada por ¨¦l. Si bien, tal como me cont¨®, al escribir sobre ¨¦l a su manera consigui¨® echarlo de su mundo y finalmente -en cierto sentido- tambi¨¦n de su novela'.
Bayley y Murdoch se conocieron en 1956: 'Cuando la vi pasar con su bicicleta y su aspecto tan distinto al resto, comprend¨ª que me hab¨ªa enamorado de golpe y para siempre'. Ella comparti¨® con ¨¦l sus intrigas amorosas: con el poeta y antrop¨®logo Franz Steiner (que muri¨® de un ataque al coraz¨®n, seg¨²n los rumores, minutos despu¨¦s de acostarse con la escritora); con el historiador italiano Arnoldo Momigliano, o con la disc¨ªpula de Wittgenstein Elisabeth Anscombe. Como dijo un amigo suyo, Iris Murdoch fue 'una coleccionista de almas'.
Sin memoria
Dos de los libros que Bayley ha escrito sobre su vida al lado de Murdoch (A memoir y Eleg¨ªa para Iris) han sido la principal fuente de informaci¨®n de la pel¨ªcula que, interpretada por Judi Dench y Kate Winslet, retrata a la escritora en su juventud y en su vejez.
Iris, dirigida por Richard Eyre y estrenada en Estados Unidos hace unas semanas, narra la vida sentimental e intelectual de la joven escritora y los devastadores efectos que el Alzeheimer provoc¨® en ella a?os despu¨¦s. Una vida intensa cuyos recuerdos se fueron perdiendo poco a poco. Al final de su vida, Iris Murdoch no reconoc¨ªa ni a su marido, todas sus facultades intelectuales se borraron, perdi¨® su pasado y se convirti¨® 'en una encantadora ni?a de tres a?os'. 'Iris no me reconoc¨ªa', escribe Bayley, 'pero en el fondo de su mirada hab¨ªa algo que me recordaba a la mujer que yo amaba. Ella segu¨ªa conmigo'.
Si, seg¨²n la cr¨ªtica estadounidense, la biograf¨ªa de Conradi completa la visi¨®n sobre la autora de La campana, la pel¨ªcula -sin fecha de estreno en Espa?a- se queda en la superficie. 'S¨®lo la impresionante interpretaci¨®n de los actores protagonistas elevan a este incompleto filme', afirma The New York Times. 'Kate Winslet vuelve a regalarnos el retrato de un mujer valiente e independiente, mientras que Judi Dench muestra la maestr¨ªa de su calmado talento', a?ade la rese?a.
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