Una treintena de inversores denuncia a un 'banco filat¨¦lico' que cerr¨® sin pagarles
Los afectados calculan que la entidad les adeuda sellos por valor de unos 600.000 euros
El Banco Fil¨¢telico Espa?ol, SA (Banfisa), una entidad de inversiones en sellos de correos, se ha convertido en la pesadilla de una treintena de particulares. ?stos han denunciado que la empresa ha cerrado sus oficinas, en la calle de la Montera, sin haberles pagado las cantidades que ellos invirtieron en los ¨²ltimos 15 a?os. Los afectados calculan que la supuesta estafa alcanza los 600.000 euros (unos 100 millones de pesetas). A la mayor¨ªa de ellos, Banfisa les ha dejado de abonar 12.000 euros (unos dos millones de pesetas). Pero, en algunos casos, la cifra supuestamente estafada llega a los 72.000 euros por cliente. La polic¨ªa investiga ahora el paradero de los administradores.
La historia de Banfisa arranca a finales de los a?os ochenta, cuando la entidad empez¨® a captar clientes. Las modalidades que utilizaban sus agentes comerciales eran muy diversas, seg¨²n describen los afectados. En algunas ocasiones, los empleados se presentaban en domicilios particulares y ofrec¨ªan sus productos. En otras, los representantes de la empresa lograban los datos de parejas que acababan de tener un hijo en un centro hospitalario, les telefoneaban y les regalaban unas 20.000 pesetas (120 euros) en sellos, a condici¨®n siempre de que invirtiesen en la empresa. Las cantidades entregadas por cada cliente oscilaban entre 5.000 y 15.000 pesetas mensuales, seg¨²n aseguran los denunciantes.
En el contrato que firmaban los representantes del banco y sus clientes quedaba recogido que los inversores recibir¨ªan un inter¨¦s del 15% en los primeros cinco a?os y de un 20% en los cinco siguientes. Banfisa s¨®lo pon¨ªa una condici¨®n para devolver lo invertido: no se pod¨ªan recuperar las cantidades entregadas antes de diez a?os. Al final de ese periodo, la entidad se compromet¨ªa a devolver lo invertido, m¨¢s los intereses, en sellos de correos.
Los altos intereses prometidos, normales para los a?os ochenta, no levantaron nunca sospechas. Banfisa ten¨ªa su sede social en la calle del Pr¨ªncipe (barrio de las Letras), y a este domicilio acud¨ªan siempre los inversionistas cuando se les planteaba alguna duda.
Las irregularidades comenzaron, seg¨²n los afectados, cuando se cumplieron los diez a?os del contrato (hacia 1997) y ya era tiempo de recuperar lo invertido. Muchos clientes acudieron a la calle del Pr¨ªncipe y se toparon con que la oficina estaba cerrada. Gracias al portero de la finca supieron que la entidad hab¨ªa cambiado su domicilio a la calle de la Montera, tambi¨¦n en el distrito de Centro.
Los afectados se personaron en la nueva sede social y reclamaron lo que se les adeudaba. La entidad les entreg¨® entonces, tal y como estaba pactado, varias colecciones de sellos, de pa¨ªses africanos. 'Pero antes tuvimos que pelear con los directivos' de la entidad, recuerda Pedro Jes¨²s Pozancos, uno de los supuestamente estafados. 'Mi abogado me aconsej¨® que cogiera cuanto antes los sellos', dice.
Pero una nueva sorpresa esperaba a los inversores. Cuando ¨¦stos se dirigieron a diversas filatelias de la capital para tasar los timbres que les hab¨ªa entregado Banfisa, los expertos les anunciaron que los sellos val¨ªan poco m¨¢s de 120 euros (unas 20.000 pesetas). 'Acud¨ª de nuevo a Banfisa y les dije que se quedaran con los sellos, porque no cubr¨ªan ni de lejos las 900.000 pesetas [5.400 euros] que ten¨ªa que haber recibido al final de la inversi¨®n', contin¨²a Pozancos.
La entidad de inversiones se comprometi¨® entonces a recomprar los sellos por la cantidad prometida si, transcurridos tres a?os, los inversionistas no los hab¨ªan revendido a un tercero. Esta nueva opci¨®n demor¨® otra vez el cobro.
Plazos sucesivos
Pero los nuevos plazos expiraron el verano pasado. Nemesio Alonso, un inversor de Moratalaz, lo relata as¨ª: 'Tampoco nos pagaron. Nos pidieron que esper¨¢ramos un poco m¨¢s, ya que la empresa no hab¨ªa logrado vender los sellos [que los clientes hab¨ªan vuelto a entregar a Banfisa tras ese plazo de tres a?os], y nos aseguraron que en 15 o 20 d¨ªas tendr¨ªan liquidez'.
El ¨²ltimo plazo fijado para devolver el dinero cumpli¨® el pasado 12 de octubre. Los inversionistas regresaron entonces a la sede de Montera y all¨ª se enteraron de que la empresa hab¨ªa sido desahuciada por impago del alquiler de los dos ¨²ltimos meses. 'No lo dud¨¦ un segundo y les denunci¨¦, porque es inadmisible que jueguen con las ilusiones de las personas', subraya Alonso, que tendr¨ªa que haber cobrado 12.020 euros (unos dos millones de pesetas).
Este peri¨®dico ha intentado, sin ¨¦xito, hablar con la administradora ¨²nica de Bafisa, Mar¨ªa del Carmen Navarro Sanz. Una persona cercana a ella dijo que la mujer no atiende llamadas por estar en 'tratamiento m¨¦dico'. La polic¨ªa investiga ahora a todas las personas que han tenido alguna responsabilidad en la empresa. 'Estamos convencidos de que llegar¨¢n m¨¢s denuncias, ya que hay personas que todav¨ªa siguen pagando', se?alaron fuentes policiales.
Denuncia del Banco de Espa?a
El Banco Filat¨¦lico Espa?ol, SA (Banfisa) ya fue objeto de pol¨¦mica en abril de 1987. El Gobierno de Castilla-La Mancha, a trav¨¦s de su Direcci¨®n General de Consumo, advirti¨® en esas fechas sobre irregularidades en torno a la entidad. Seg¨²n un comunicado del Ejecutivo regional, la citada firma no era una entidad bancaria, por lo que no se encontraba inscrita en el registro del Banco de Espa?a y no pod¨ªa usar esa denominaci¨®n. La nota explicaba que la empresa no pod¨ªa recibir dep¨®sitos en dinero de sus clientes. Y a?ad¨ªa que el Banco de Espa?a no avalaba ni la actuaci¨®n de este supuesto banco filat¨¦lico ni sus operaciones, fueran o no legales. Banfisa se encontraba entre las 18 entidades que fueron denunciadas a la fiscal¨ªa por el Banco de Espa?a en los ochenta. As¨ª constaba en una informaci¨®n remitida en 1991 por el entonces presidente del banco, Mariano Rubio, al presidente del Congreso, F¨¦lix Pons.
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