El arzobispo de Canterbury anuncia que dimitir¨¢ en octubre como primado de la Iglesia anglicana

George Carey, arzobispo de Canterbury, de 66 a?os, dejar¨¢ sus funciones al frente de la Iglesia de Inglaterra el pr¨®ximo 31 de octubre, una vez concluidas las principales conmemoraciones del jubileo de la reina Isabel. Su sucesor y pr¨®ximo l¨ªder espiritual de una comunidad de 70 millones de anglicanos repartidos por todo el mundo ser¨¢ elegido por el primer ministro del Reino Unido antes de ser confirmado por la monarca.

Mientras se adelanta una lista de posibles candidatos, surgen voces a favor de la separaci¨®n oficial del Estado y la Iglesia. El arzobispo de Canterbury goza de un poder extraordinario en la sociedad brit¨¢nica. Primado de la Iglesia de Inglaterra, ocupa un esca?o en la C¨¢mara Alta del Parlamento brit¨¢nico y una posici¨®n privilegiada, por encima del primer ministro, en las funciones de Estado. Estrechamente asociado a la monarqu¨ªa desde tiempos de Enrique VIII, quien se proclam¨® 'defensor de la fe' para ¨¦l y sus sucesores, es el principal maestro de ceremonias en la coronaci¨®n de los monarcas ingleses.

Carey cesar¨¢ de un cargo que ocupa desde abril de 1991 y tras presidir los actos m¨¢s importantes del jubileo de la reina. Podr¨ªa alargar su mandato hasta los 70 a?os -la edad obligatoria para la jubilaci¨®n del papa anglicano-, pero, como se?al¨® ayer en un comunicado, 'es un puesto muy exigente y a la vez maravillosamente absorbente y gratificante'. 'Ser¨¢', dijo, 'el momento correcto para cesar'.

Su mandato se ha visto salpicado de obst¨¢culos. Algunos los ha franqueado con firmeza y talante liberal, como la ordenaci¨®n de mujeres, que puso en riesgo de divisi¨®n la comunidad anglicana y amenaz¨® con el enfriamiento de las relaciones con la Iglesia cat¨®lica. Otros problemas est¨¢n a¨²n sin resolver, como la crisis financiera resultante de inversiones desafortunadas y el descenso en el n¨²mero de feligreses activos.

Carey ha reafirmado que 'no hay lugar para las actividades sexuales fuera del matrinomio' en la Iglesia anglicana. Por ello, su sucesor deber¨¢ decidir si el pr¨ªncipe Carlos, como futuro defensor de la fe, cuenta con el apoyo de la Iglesia para contraer matrimonio con la divorciada Camilla Parker Bowles.