Pasarela de delfines

El vicepresidente primero del Congreso, Francisco Camps, y el portavoz del PP en el senado, Esteban Gonz¨¢lez Pons, protagonizaron el lunes pasado sendos programas en Canal Nou. Aqu¨¦l compareci¨® en Panorama d'Actualitat y ¨¦ste fue el personaje de A Primera Hora. Que dos personajes de este calibre pol¨ªtico desfilasen un mismo d¨ªa en la TV auton¨®mica hab¨ªa de alentar las l¨®gicas suspicacias de cuantos aplican su mag¨ªn a conjeturar acerca de la sucesi¨®n del presidente Eduardo Zaplana, pues no en balde se trata de unos posibles candidatos que aparecen en todas las quinielas. Son j¨®venes -lo que constituye una condici¨®n casi insoslayable por lo que vamos viendo- y, a la par, pueden exhibir una apretada hoja de servicios al partido, con el singular a?adido de una contrastada experiencia en las cruj¨ªas madrile?as. Otra cosa ser¨¢ la valoraci¨®n que gocen entre su propia feligres¨ªa y el conocimiento que de uno y otro se tiene entre el electorado, lagunas que, como es sabido, se colman r¨¢pidamente mediante un intenso despliegue medi¨¢tico. Como por ejemplo, estos tr¨¢nsitos por TVV.

Apresur¨¦monos a se?alar que los mentados pusieron un cuido especial en eludir todas las cuestiones que se les propusieron relativas a este asunto, que en realidad era el que mayor morbo comportaba y, a la postre, el ¨²nico que pod¨ªa justificar su desfile por esa pasarela de famosos. En este aspecto, fue notable su habilidad para escabullirse, conscientes como son de que la mejor manera de no frustrar sus respectivas expectativas personales es no hablar de ellas. 'El congreso dir¨¢', 'el partido est¨¢ bien nutrido de hombres y mujeres con capacidad para tomar el relevo', 'es una inc¨®gnita que se resolver¨¢ en su momento', y etc¨¦tera. T¨®picos elusivos de la respuesta a la pregunta inevitable, pero que, a fin de cuentas, delatan su comprensible condici¨®n de aspirantes bien colocados.

Ayunos de malicia, podr¨ªamos creer que su presencia en los plat¨®s de Burjassot se ha debido a una mera casualidad. Recalaban en Valencia por aquello de las fiestas y nada m¨¢s pertinente que invitarles a un espacio televisado de entrevistas sobre el mar y los peces, o, dicho de otro modo, los aciertos del Gobierno. Despu¨¦s de todo, los personajes que nos ocupan est¨¢n bastante curtidos como para torear las preguntas incordiantes. En este aspecto nos pareci¨® realmente virtuosa la serie de fintas de Gonz¨¢lez Pons cuando se le acos¨® en torno a la creciente influencia de la Iglesia o la precariedad de algunos par¨¢metros econ¨®micos a menudo aireados enf¨¢ticamente por los portavoces populares. Todo un m¨¢ster en sortear escollos pol¨ªticamente incorrectos. De Camps es legendaria su habilidad para recrearse campanudamente en el vac¨ªo ret¨®rico.

Bien sea casual o calculada, presentimos que, con la debida dosificaci¨®n, nuestra televisi¨®n p¨²blica va a servir de pasarela para los pesos pesados del PP que, ejerciendo en el gobierno central, se sienten atra¨ªdos por sus lares dom¨¦sticos y ensue?an un puesto -de campanillas- en la Generalitat. Todos van a tener su oportunidad de recordarnos que ellos est¨¢n all¨ª en comisi¨®n de servicios, pero que su coraz¨®n late en valenciano. Y no digamos si se abre la veda por la sucesi¨®n. Llegados a ese punto, Genoveva Reig, la directora de TVV, tendr¨¢ que ordenar el over-booking.