La nueva etapa del Prado

El nombramiento de Miguel Zugaza como director del Museo del Prado, en sustituci¨®n de Fernando Checa, coincide con la ampliaci¨®n en el claustro de los Jer¨®nimos, seg¨²n el proyecto del arquitecto Rafael Moneo. Comienza una nueva etapa, anunciaron la ministra de Educaci¨®n y Cultura, Pilar del Castillo, y el presidente del patronato, Eduardo Serra, al coincidir en los elogios al nuevo director.

El Prado de la ampliaci¨®n, con 30.000 metros cuadrados y 8.000 millones de pesetas para salas de exposiciones, talleres, biblioteca y cafeter¨ªas, conocer¨¢ este a?o una nueva organizaci¨®n que afecta a los ¨®rganos rectores: el patronato, la comisi¨®n permanente y el presidente del patronato. Eduardo Serra, al sustituir como presidente a Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, se propuso un plan de modernizaci¨®n con un modelo de gesti¨®n calificado de 'mercantil' por la oposici¨®n del PSOE. El plan afecta sobre todo a la direcci¨®n del museo, al personal (una plantilla de 407, de ellos 89 funcionarios), al presupuesto (unos 2.500 millones de pesetas, con autofinanciaci¨®n de un 32%) y a la obtenci¨®n de recursos.

En el interior del edificio Villanueva, la colecci¨®n permanente expone 977 pinturas, 277 esculturas (las nuevas salas cl¨¢sicas) y 184 piezas de artes decorativas, que han sido sometidas a un plan museogr¨¢fico en un nuevo recorrido cronol¨®gico y por escuelas, dise?ado por Checa, mientras se mantienen en los almacenes 3.351 pinturas, 6.284 dibujos y 2.142 grabados.

Entre su fecha de apertura como colecci¨®n real, en 1819, y la actualidad, el Prado sigue siendo la imagen cultural y s¨ªmbolo de Espa?a. Los 1,8 millones de visitantes de 2001 admiraron los mejores conjuntos de Goya, Vel¨¢zquez, El Bosco, Tiziano, El Greco, Ribera, Murillo y Rubens, sin entrar en las peleas internas, los cambios de despachos, las filtraciones de agua, la atribuci¨®n de cuadros y las restauraciones.

El director del museo est¨¢ acompa?ado desde 1912 por un patronato (el actual tiene 30 miembros, con pol¨ªticos, artistas, banqueros, funcionarios, historiadores), convertido en el ¨®rgano de decisi¨®n, con el presidente y la comisi¨®n permanente, en detrimento de la figura del director, al que se exige prestigio intelectual y dotes de gestor. El socialista Javier Solana introdujo un nuevo esquema al convertir el museo en 1996 en organismo aut¨®nomo, para desligar funciones del Ministerio de Cultura. El Partido Popular, en 1996, volvi¨® a definir el papel del director y del presidente y el patronato como ¨®rganos rectores y asesores, y Serra quiere modernizar el museo al convertirse en ente p¨²blico.