Juicio en el aire
El macrojuicio sobre la llamada Operaci¨®n Temple -37 acusados de introducir en Espa?a 10 toneladas de coca¨ªna- se inici¨® ayer en la Audiencia Nacional con el riesgo no descartable de que no sirva para nada y tenga que repetirse m¨¢s adelante. La querella criminal que pende sobre los tres magistrados del tribunal por la excarcelaci¨®n y posterior fuga del principal acusado, el supuesto narcotraficante Carlos Ruiz Santamar¨ªa, El Negro, pesa como una losa sobre el desarrollo del juicio, por m¨¢s que no exista o no haya sido alegada causa procesal v¨¢lida para aplazarlo o para formar un tribunal distinto del integrado por los magistrados querellados.
La situaci¨®n creada en la Secci¨®n Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional es ins¨®lita en los anales de la justicia.Y quiz¨¢s por ello no existen o no es f¨¢cil encontrar mecanismos legales capaces de resolver esa intrincada situaci¨®n. Se trata de un tribunal legalmente constituido y cuyos integrantes gozan plenamente del derecho a la presunci¨®n de inocencia, pero la querella interpuesta por la Fiscal¨ªa del Estado -precisamente por su actuaci¨®n en la causa que tienen que juzgar- no puede dejar de afectarles en su imagen profesional y, en caso de ser admitida por la Sala Segunda del Supremo, de provocar efectos no deseables en el desarrollo del juicio iniciado ayer. Correspond¨ªa a la Fiscal¨ªa del Estado haber ofrecido a los jueces querellados un asidero legal para abstenerse y evitar una situaci¨®n inc¨®moda para ellos y, sobre todo, incomprensible para los ciudadanos. No deja de ser llamativo que el mismo ministerio fiscal que se querella por prevaricaci¨®n intencionada -la m¨¢s grave-, y no meramente negligente, contra los magistrados del tribunal y que exige la suspensi¨®n inmediata en sus funciones, reivindique ahora su 'ecuanimidad' y 'profesionalidad' y haya eludido recusarles con el argumento de que redundar¨ªa en perjuicio del proceso.
Pero, ?qu¨¦ mayor perjuicio se podr¨ªa causar al proceso por la Operaci¨®n Temple que su anulaci¨®n en el supuesto de que la Sala Segunda del Supremo admita la querella del fiscal del Estado contra los magistrados del tribunal y haga caso de la petici¨®n expresa del fiscal de suspenderles de inmediato en sus funciones? El inter¨¦s de la justicia habr¨ªa exigido una actitud m¨¢s coherente por parte del ministerio fiscal, salvo que su objetivo no sea tanto la suerte que pueda correr el macrojuicio por la Operaci¨®n Temple como neutralizar a los magistrados de la Secci¨®n Cuarta de la Audiencia Nacional, fuertemente contestados desde la fiscal¨ªa por sus controvertidas decisiones sobre las organizaciones del entorno de ETA. Esa actitud tan dispar y aparentemente contradictoria arroja sombras sobre la acci¨®n penal auspiciada por el fiscal del Estado contra los magistrados de la Secci¨®n Cuarta y le hace aparecer una vez m¨¢s como sospechoso de actuar al servicio del Gobierno.
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