Goles en la Edad de Piedra

El f¨²tbol se ha colocado en el centro de una discusi¨®n arqueol¨®gica muy seria. ?Puede remodelarse un vetusto campo de f¨²tbol que se asienta sobre un valios¨ªsimo yacimiento prehist¨®rico sin da?ar a ¨¦ste? La Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa dice que s¨ª; la Sociedad de Ciencias Aranzadi, lo contrario.

La pol¨¦mica se ha suscitado en Zestoa, donde en 1996 fue descubierto el yacimiento de Irikaitz, que esconde vestigios de un asentamiento humano de hace m¨¢s de 100.000 a?os, el m¨¢s antiguo en el Pa¨ªs Vasco. Por ello, est¨¢ declarado bien cultural con la categor¨ªa de conjunto monumental, seg¨²n el decreto aprobado por el Gobierno vasco en julio de 2001. Irikaitz dista 1,3 kil¨®metros de la cueva de Ekain (el santuario del arte prehist¨®rico vasco) y ocupa una extensi¨®n de 80.000 metros cuadrados, de los que s¨®lo se han estudiado unos 50 metros cuadrados durante cuatro campa?as de excavaci¨®n.

En uno de los extremos de la zona protegida de Irikaitz descansa el viejo campo de f¨²tbol de Zubiaurre, construido en los 60 y actualmente en estado impracticable. La Diputaci¨®n aprob¨® en 1994 un plan para su renovaci¨®n, consistente en colocar hierba artificial sobre el c¨¦sped y declararlo como una instalaci¨®n comarcal que diera servicio a Zestoa, Azpeitia y Azkoitia, para lo cual consign¨® una ayuda de 370.223 euros (61,6 millones de pesetas).

El pasado 5 de diciembre, el Ayuntamiento de Zestoa, gobernado por Batasuna, vali¨¦ndose de unos informes realizados por la Sociedad Aranzadi, solicit¨® cambiar la ubicaci¨®n del campo de f¨²tbol con el fin de 'preservar intacto el yacimiento', afirma su alcalde, Joseba Azpeitia. Zestoa propuso construir un campo nuevo en la zona de Iraeta, distante 1,2 kilometros del actual, lo que exigir¨ªa un desembolso de un mill¨®n de euros.

La entidad foral niega ahora la subvenci¨®n comprometida inicialmente, porque 'Zestoa cambi¨® la ubicaci¨®n de forma unilateral, sin contar con Azkoitia y Azpeitia', asegura Luis Mar¨ªa Bandres, que es a la vez diputado de Cultura y de Deportes. Esta instituci¨®n, que destina anualmente una media de 6.600 euros para financiar las excavaciones, se decanta por remodelar Zubiaurre y colocar una alfombra de hierba artificial encima del yacimiento, porque 'la obra no fastidiar¨¢ el subsuelo'. 'Las afecciones sobre Irikaitz', argumenta Bandr¨¦s, 'se produjeron cuando se construy¨® hace 40 a?os el campo de f¨²tbol original. Adem¨¢s, las obras ser¨¢n vigiladas en todo momento por un equipo de arque¨®logos'.

El alcalde de Zestoa, en cambio, se opone a 'poner en peligro la riqueza arqueol¨®gica que puede encontrarse debajo de Zubiaurre. No se puede jugar as¨ª con un patrimonio que es universal'. Bandr¨¦s sostiene que debe buscarse 'un equilibrio' entre 'realizar las obras y la conservaci¨®n de los restos a toda costa'.

El director de las excavaciones, ?lvaro Arrizabalaga, profesor de Prehistoria de la UPV y miembro de Aranzadi, advierte de que una lectura estricta de las medidas de protecci¨®n que ha establecido el Gobierno vasco 'blinda Irikaitz ante cualquier intervenci¨®n que no tenga que ver con la investigaci¨®n arqueol¨®gica'. 'Una obra limpia es imposible', dice Arrizabalaga, porque 'la nueva instalaci¨®n exigir¨¢ hacer nuevas canalizaciones, construir unos vestuarios, cambiar los postes de iluminaci¨®n...' Todo ello, 'alterar¨¢ la estratificaci¨®n' del yacimiento, sentencia.

La batalla f¨²tbol-arqueolog¨ªa est¨¢ servida. Las referencias m¨¢s ancestrales sit¨²an el origen del f¨²tbol en el siglo V antes de Cristo. Entonces, los integrantes del ej¨¦rcito imperial chino se entrenaban con una pelota casi redonda, que trataban de hacer pasar por encima de un cord¨®n tensado. Salvando el rigor cient¨ªfico de esta dataci¨®n, no caben dudas sobre la inexistencia del balompi¨¦ en el Paleol¨ªtico Inferior, ¨¦poca mucho m¨¢s antigua y a la que pertenece Irikaitz, seg¨²n las averiguaciones realizadas por Aranzadi.

Mientras el conflicto no quede resuelto, los aficionados al f¨²tbol pueden dedicarse a seguir con detalle los resultados que aflorar¨¢n en Irikaitz, 'uno de los mejores yacimientos al aire libre del Cant¨¢brico', seg¨²n el experto antrop¨®logo Guy Strauss.