De los infiernos al cielo
Joan Pon? (Barcelona, 1927-Saint Paul de Vence, Francia, 1984) ha sido el m¨¢s maldito de los artistas de Dau al Set. Su fuerza art¨ªstica, expresada no s¨®lo con su potencia pl¨¢stica sino tambi¨¦n por la manifestaci¨®n de un mundo interior complejo, contradictorio y lleno de reflexiones sobre la naturaleza del ser humano y la existencia, est¨¢ adquiriendo un auge renovado. La obra de Pon? est¨¢ saliendo del infierno bosquiano de sus contenidos para pasar al cielo de un creciente inter¨¦s. La exposici¨®n Joan Pon?, cuyo comisario es Arnau Puig, podr¨¢ contemplarse en el Centro Cultural de la Fundaci¨®n La Caixa en Barcelona del 23 de enero al 28 de abril. Con esta exhibici¨®n, la Fundaci¨®n La Caixa cierra para usos art¨ªsticos el Palau Macaya, ya que en febrero se inaugura el nuevo centro cultural CaixaForum, situado en la antigua f¨¢brica modernista de Casaramona al pie de la monta?a de Montju?c. Joan Pon? propone un recorrido antol¨®gico desde la d¨¦cada de 1940 hasta 1984, a?o de la muerte del artista.
JOAN PON?
Pintura Centro Cultural de la Fundaci¨®n La Caixa Passeig de Sant Joan, 108. Barcelona Hasta el 28 de abril
Dau al Set, en Catalu?a, junto a El Paso, en el resto de la Pen¨ªnsula, es el movimiento art¨ªstico de mayor trascendencia tras la guerra civil. Con ¨¦l se estableci¨® un enlace de la nueva modernidad con la vanguardia creativa anterior al conflicto, que hab¨ªa sido borrada en medio del exilio y de una cultura oficial rancia y conservadora. Muxart, Cuixart, T¨¤pies, en su expresi¨®n pl¨¢stica; Joan Brossa, en su apartado po¨¦tico, y Arnau Puig, con su faceta de cohesi¨®n intelectual del grupo, dieron forma al sentimiento de recuperar el arte como filtro personal de la visi¨®n del mundo. T¨¤pies con los a?os se consagr¨® como una gran figura, Brossa sigue siendo a¨²n un pozo del que extraer nuevas y frescas aguas. Muxart y Cuixart tienen definido su papel hist¨®rico y Pon? provoca una creciente fascinaci¨®n. Es una opini¨®n que planea siempre en cualquier reflexi¨®n sobre Dau al Set de que si la verdadera figura de todo aquel magma creativo fue realmente Pon?. Joan Brossa dijo de ¨¦l: 'En el momento de Dau al Set, Pon? era el pintor por excelencia'. Las circunstancias posteriores a la disoluci¨®n del grupo parecieron modificar esta apreciaci¨®n que m¨¢s tarde ha vuelto a ser refrendada. De hecho, como sucede en muchas ocasiones en autores envueltos de cierto malditismo, el artista tiene que sufrir su vida para gozar m¨¢s all¨¢ de ella de un espacio de reconocimiento. Su enfermedad, su repentina muerte y sus vaivenes geogr¨¢ficos y espirituales han retardado un poco el reconocimiento total y un¨¢nime de su obra.
En los ¨²ltimos a?os, en Catalu?a no a habido colecci¨®n que saliera a la luz p¨²blica que no le diera especial protagonismo. La Fundaci¨®n Godia ha expuesto con empaque sus pon?s en recientes exposiciones. Tambi¨¦n la Fundaci¨®n Daurel, que exhibe su colecci¨®n en el Poble Espa?ol de Barcelona desde finales del pasado a?o, ha dado protagonismo a Pon?. O Incluso la Fundaci¨®n Vilacasas, que s¨®lo adquiere obra de autores catalanes vivos o que desarrollan su trayectoria en Catalu?a, realiz¨® por arte de birlibirloque una maniobra en el Palau de Solterra de Torroella de Montgr¨ª, donde exhibe su fondo pict¨®rico, para habilitar una sala dedicada a Pon? con el pretexto de realizar un homenaje a Catalu?a.
Uno de los motivos de atracci¨®n
de la obra de Pon? es su componente de anticipaci¨®n que entrecruza lo infantil con lo macabro, y la candidez con un sentido plenamente actual de p¨¦rdida de confianza en el ser humano. El escritor Joan Perucho, en un texto recogido en el volumen de su obra completa dedicado a la cr¨ªtica de arte, apunta en esta direcci¨®n: 'Su mirada era la del visionario y, delante suyo, los espejos no mostraban la realidad aparente de las cosas, sino el horror de lo que sucede en la profundidad de la sangre y de la tierra. Como Poe delante el rostro de Mr. Valdemar, Pon? ve¨ªa frente al espejo la p¨²trida, dulce y enorme fermentaci¨®n del todo creado'. Esta fuerza on¨ªrica en donde se muestran los terrores m¨¢s ocultos tendr¨ªa como referente no s¨®lo la literatura de Poe, sino tambi¨¦n el mundo de Lovecraft. Su mundo pl¨¢stico y conceptual ha dejado su impronta de muy distintas formas. Evru, el artista conocido anteriormente como Zush, ha recogido parte de ese legado. Con menos dramatismo tambi¨¦n existen estos rastros de Pon? en la obra de Josep Ucl¨¦s. Incluso fuera de los circuitos oficiales del arte, un artista callejero llamado Quico Palomar ha estado m¨¢s de veinte a?os intentando vender sus dibujos llenos de evocaciones pon?ianas por las Ramblas de Barcelona. El mundo de Pon? puede ser un espacio de referencia porque en cierta manera es la representaci¨®n del teatro de la vida.
El mismo Arnau Puig, comisario de la muestra, escrib¨ªa: 'Pon? no quer¨ªa aprender a pintar para llegar a ser pintor, sino que quer¨ªa aprender a pintar para extraer m¨¢s r¨¢pidamente los monstruos que lo atormentaban. Pintaba, no cuestiones pl¨¢sticas, sino necesidades expresivas'. Quiz¨¢ por ahondar m¨¢s en su interior, Pon? pintaba de noche, casi sin luz, con lo que el sentimiento se alejaba de los dictados mec¨¢nicos de la mano.
Pon? fue hombre de largas y profundas conversaciones no exentas de humor. Su vida, en parte huidiza, pero parad¨®jicamente centrada en el contacto directo con sus amigos, tuvo en cierto momento que realizar un giro personal brusco. Brossa le hab¨ªa advertido: 'Te prevengo que huyas de este pa¨ªs'. Y as¨ª lo hizo. Residi¨® en Brasil casi una d¨¦cada, de 1953-1962 -'el ¨²nico lugar donde pod¨ªa superar las destructivas autocr¨ªticas que me asaltaron', dijo-, en una especie de huida hacia adelante que siempre acompa?¨® su vida. La exposici¨®n recoge tanto estos momentos como su ¨¦poca de Dau al Set y la ¨²ltima etapa de su vida marcada por su regreso a Europa y en la que se inscribe el dise?o de escenograf¨ªa y vestuario que realiz¨® en 1978 para la representaci¨®n Balada del Gran Macabro, del dramaturgo y escritor belga Michel Ghelderode. Tambi¨¦n de su ¨²ltima ¨¦poca podr¨¢ verse el gran panel Homenaje a Leonardo da Vinci, pintado en C¨¦ret en 1980.
Asimismo se contemplar¨¢ parte de la serie Capses secretes (Cajas secretas) que se exhibi¨® en 1984 en la Fundaci¨® La Caixa de Barcelona y que representa el resultado de las incontables horas que Pon? pas¨® en las salas de espera de hospitales y consultorios debido a sus problemas de salud.
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