Los jueces sacan tarjeta a los morosos
Los pleitos r¨¢pidos han permitido recuperar las mitad de las peque?as deudas reclamadas
Las empresas cuentan desde hace un a?o con una nueva arma legal para luchar contra la morosidad y lo est¨¢n usando. En ese tiempo, el proceso monitorio, que permite cobrar deudas de hasta cinco millones de pesetas de forma ¨¢gil, se ha extendido hasta llegar al 28% de las reclamaciones, que en m¨¢s de la mitad de los casos acaban dando la raz¨®n al acreedor. Persisten, sin embargo, algunos peque?os problemas.
Las empresas utilizan cada vez m¨¢s los procesos monitorios para cobrar las deudas inferiores a cinco millones de pesetas
El proceso monitorio entr¨® en vigor en enero del a?o pasado con el objetivo de atajar la peque?a morosidad. La del vecino que se niega a contribuir al presupuesto de su comunidad, pero tambi¨¦n la de los clientes de las empresas que se resisten a hacer frente a sus compromisos. Eso s¨ª, siempre que la cantidad reclamada no supere los cinco millones de pesetas.
El Gobierno recurri¨® entonces a un proceso sencillo y m¨¢s ¨¢gil, incluido en la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que ya est¨¢ muy extendido en otros pa¨ªses, como Alemania y Francia. Basta con rellenar un simple formulario de un folio en los juzgados de primera instancia y aportar cualquier comprobante de la deuda -factura, pero tambi¨¦n un fax o incluso un correo electr¨®nico- para poner en marcha el proceso, que, adem¨¢s, no exige la presencia de abogado ni procurador.
El procedimiento est¨¢ adem¨¢s concebido de tal forma que da la raz¨®n en principio al que reclama, ya que es el que debe el dinero quien tiene que probar que la deuda no existe. Incluso si el moroso no da se?al de vida, algo habitual seg¨²n los abogados consultados, el juez decidir¨¢ la ejecuci¨®n del pago. Es algo as¨ª como una tarjeta amarilla, un aviso que pretender disuadir al moroso.
Se trata de un pleito mucho m¨¢s sencillo que el previsto por la ley anterior y que, seg¨²n el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), est¨¢ siendo muy utilizado. Del total de causas civiles tramitadas hasta el 31 de mayo, ¨²ltimos datos oficiales, el 28% han seguido esta v¨ªa, pr¨¢cticamente el porcentaje previsto por el Ministerio de Justicia, si bien s¨®lo se ha resuelto una cuarta parte de ellos. En m¨¢s de la mitad de los casos, el reclamente gan¨® la apuesta, bien porque cobr¨® su deuda, bien porque lleg¨® a alg¨²n tipo de acuerdo con su deudor al margen del juez. En Madrid, hasta diciembre, entraron en los juzgados 10.178 de estos pleitos.
'Antes era casi m¨¢s dif¨ªcil cobrar esas peque?as deudas que las grandes', asegura Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Montes, socio del despacho de abogados Cremades y Calvo-Sotelo y ex secretario de Estado de Justicia con el Partido Popular (1996-2000). Hab¨ªa que ir a un juicio ordinario, que pod¨ªa prolongarse varios meses, para recuperar cantidades peque?as.
Una v¨ªa para empresas
Gonz¨¢lez Montes asegura que son muchas m¨¢s las empresas que recurren al monitorio para perseguir a los morosos que los particulares. Las C¨¢maras de Comercio han confirmado la extensi¨®n de este proceso entre peque?as y medianas, sobre todo, pero tambi¨¦n grandes compa?¨ªas de servicios, que han visto una forma 'm¨¢s f¨¢cil y r¨¢pida' de cobrar estas deudas.
'Muchas empresas recurren al monitorio para reclamar deudas que antes renunciaban a cobrar', subraya Eduardo Trigo, del despacho de Ur¨ªa y Men¨¦ndez, que ha tramitado 62 de estos casos para sus clientes y s¨®lo en 10 de ellos se han encontrado con la resistencia de los deudores.
Telef¨®nica, por ejemplo, ya tramita la mayor¨ªa de los peque?os impagos de sus clientes a trav¨¦s del monitorio, una cantidad que fuentes de su departamento jur¨ªdico no revelan. ?stas precisan, sin embargo, que hoy por hoy este hecho no se ha reflejado en sus cuentas. No han recuperado m¨¢s dinero. Tal vez porque, y en eso coinciden la mayor¨ªa de los consultados, a¨²n es pronto para evaluar el impacto de la reforma, que en general consideran positiva.
Persisten algunos peque?os problemas pr¨¢cticos. La resoluci¨®n de los procesos monitorios no suele prolongarse mucho m¨¢s all¨¢ de mes y medio. Pero otra cosa es que en ese plazo se consiga recuperar la deuda reclamada. Seg¨²n el an¨¢lisis del CGPJ, que no cuantifica la cantidad de dinero que los acreedores han recuperado a trav¨¦s del monitorio, el 22% de los acusados paga tras la primera reclamaci¨®n, que es, junto al acuerdo extrajudicial, la ¨²nica forma de zanjar de forma definitiva el asunto.
En otro 34% el juez da la raz¨®n al reclamante y ordena el pago, que puede frustrarse si, por ejemplo, no se localiza al deudor ni hay forma de embargarle sus bienes, y en un 15% m¨¢s el reclamado se opone al pago, lo que transforma el proceso en un juicio ordinario y, por lo tanto, mucho m¨¢s largo.
'Basta con decir que no para volver al procedimiento normal, de ah¨ª que en ocasiones se mantenga esta actitud s¨®lo para ganar tiempo', explica Alejo L¨®pez-Mellado, del bufete Cuatrecasas. Si la reclamaci¨®n supera las 500.000 pesetas, ni siquiera podr¨¢ resolverse el asunto en un juicio verbal, sino que habr¨¢ que ir al procedimiento ordinario. En la experiencia de algunos despachos, la oposici¨®n, que funciona como un mecanismo de garant¨ªa, se ha producido en m¨¢s de la mitad de los casos y afecta con m¨¢s frecuencia en los que implican deudas superiores al mill¨®n de pesetas.
Lo que est¨¢ claro para todos los consultados es que el monitorio ha supuesto un avance con respecto a la situaci¨®n anterior. Falta por ver, y es cuesti¨®n de tiempo, dicen, si cumple con el objetivo para el cual fue creado: reducir la peque?a morosidad y, de paso, el atasco de los juzgados.
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