Un a?o de la Ley de Extranjer¨ªa
A un a?o de entrada en vigor de la Ley de Extranjer¨ªa, ninguno de los motivos esgrimidos por el Gobierno para una tan apresurada y poco consensuada modificaci¨®n de la ley anterior se ha cumplido.
Con la nueva ley, el Ejecutivo promet¨ªa corregir el tan manido 'efecto llamada' que, seg¨²n ¨¦l, provocaba la anterior legislaci¨®n y promet¨ªa controlar la entrada de inmigrantes irregulares, as¨ª como luchar contra las mafias que les explotan, pero despu¨¦s de estos ¨²ltimos doce meses, la realidad es otra. La ley no ha frenado la entrada de personas inmigrantes porque, como ya dec¨ªamos hace un a?o, no son las leyes las que mueven a las personas a dejar su casa, familia y pa¨ªs para embarcarse en una aventura que, en ocasiones, incluso les cuesta la vida. No son las leyes sino la desigualdad cada vez mayor entre el Norte y el Sur, las guerras, los gobiernos de los pa¨ªses de origen, en muchos casos corruptos y autoritarios, y la existencia de mafias, redes de tr¨¢fico de personas que, sabedoras de la demanda de mano de obra barata, sin derechos y al margen de toda regulaci¨®n laboral, existe todav¨ªa hoy en nuestro mercado de trabajo.
?stas son las verdaderas causas, ¨¦stas y el propio desarrollo econ¨®mico que hemos tenido en los ¨²ltimos a?os y que nos ha hecho pasar de ser un pa¨ªs emisor de personas emigrantes a ser un pa¨ªs receptor de personas inmigrantes.
Nuestra situaci¨®n actual de desarrollo y la experiencia hist¨®rica de nuestros emigrantes deber¨ªa hacernos considerar el fen¨®meno de la inmigraci¨®n como algo positivo, tanto por las necesidades de mano de obra y las din¨¢micas de envejecimiento de la poblaci¨®n aut¨®ctona como por el dinamismo social, econ¨®mico y cultural que la inmigraci¨®n incorpora, sin olvidar la situaci¨®n de los pa¨ªses de origen y el principio de solidaridad que tiene que estar presente en todo el planteamiento.
Todo lo anterior es imposible con la actual ley, que se caracteriza por ser restrictiva, policial y criminalizadora de la inmigraci¨®n. Una ley que recorta derechos, como los de reuni¨®n, manifestaci¨®n, asociaci¨®n, sindicaci¨®n y huelga; una ley que restringe las garant¨ªas de asistencia jur¨ªdica gratuita, que recorta participaci¨®n pol¨ªtica e incluso la reagrupaci¨®n familiar; una ley que por estas razones y a pesar del pobre papel que jug¨® el Defensor del Pueblo no haciendo eco de la demanda de amplios sectores sociales, entre los que se encontraba y se encuentra CC OO acab¨®, evidentemente, siendo recurrida ante el Tribunal Constitucional y se encuentra en espera de la resoluci¨®n de ¨¦ste.
Desde el punto de vista sindical, es inadmisible una ley que no reconoce a la persona como sujeto pleno de derechos, tan s¨®lo como mano de obra barata, pues ello, aparte de ocasionar precariedad laboral, desregularizaci¨®n del mercado e inestabilidad social, impide la integraci¨®n del individuo. Esta visi¨®n de la persona inmigrante favorece prejuicios negativos sobre la inmigraci¨®n y fomenta la explotaci¨®n y el enriquecimiento de las redes de tr¨¢fico de personas.
Desde CC OO se ha brindado la m¨¢xima cooperaci¨®n en la lucha contra estas mafias, en cuanto suponen de aberrantes y vulneradoras de los derechos humanos, las cuales han de ser objeto de persecuci¨®n tanto penal como administrativamente. La colaboraci¨®n entre Citmi-CC OO (Centro de Informaci¨®n a Trabajadores Migrantes) y la Subdelegaci¨®n de Gobierno hizo posible la desarticulaci¨®n de dos de estas redes que operaban en la provincia de Valencia.
En definitiva, esta ley (Ley de Derechos y Libertades de los Extranjeros en Espa?a y su Integraci¨®n Social) no permite ni el desarrollo de los derechos y libertades de los 'extranjeros' ni, por supuesto, su integraci¨®n.
Desde CC OO seguimos pidiendo la retirada de la ley y la creaci¨®n de una pol¨ªtica de inmigraci¨®n que favorezca la convivencia, que respete los derechos laborales, que propicie pol¨ªticas de codesarrollo con los pa¨ªses de origen, que potencie la responsabilidad interministerial (y no del Ministerio del Interior, como sucede actualmente) y que cree ¨¢mbitos de di¨¢logo donde, desde el consenso y la participaci¨®n de los agentes sociales, se supere la visi¨®n anacr¨®nica y reduccionista que impide la integraci¨®n social de nuestras nuevas compa?eras y compa?eros.
Neus Carrasco Llopis es secretaria de Pol¨ªtica Social de CC OO-PV.
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