El americano talib¨¢n se sienta en el banquillo

Con el pelo rapado al cero, la barba afeitada y un traje penitenciario con la palabra 'prisionero' en la espalda, John Lindh Walker, el joven estadounidense capturado en Afganist¨¢n entre las filas talibanes, inici¨® ayer un periplo judicial que puede culminar en una condena a cadena perpetua. Por primera vez en dos a?os, sus padres se reunieron con ¨¦l durante 45 minutos, antes de la vista oral ante el tribunal federal de Virginia que se encarga del caso.

'John ama Estados Unidos. Nosotros amamos Estados Unidos. John nunca tom¨® un arma contra Estados Unidos y nunca hizo da?o a ning¨²n estadounidense. John es inocente', dec¨ªa el padre en la puerta del tribunal tras la comparecencia de su hijo ante el juez. Ciertamente, al abogado de su hijo le hace falta una buena dosis de patriotismo para compensar las acusaciones de conspiraci¨®n que pesan sobre su cliente, el joven de 20 a?os que en un momento de su vida decidi¨® convertirse al islam e integrarse en el Ej¨¦rcito talib¨¢n.

John Walker tan s¨®lo habl¨® para responder 's¨ª, se?or. Gracias' cuando el juez le pregunt¨® si entend¨ªa la gravedad de la acusaci¨®n de conspiraci¨®n contra ciudadanos de EE UU en Afganist¨¢n.

Durante la vista (cerrada a las c¨¢maras y protegida con francotiradores de la polic¨ªa), Walker permaneci¨® en pie sin volver la mirada hacia los familiares que se sentaban en las filas posteriores y declin¨® el ofrecimiento del juez a plantearle cualquier duda que pudiera tener. La pr¨®xima vista oral -con las argumentaciones iniciales- ser¨¢ el 6 de febrero. El Gobierno de EE UU acusa a Walker de cuatro delitos: conspiraci¨®n para asesinar a estadounidenses en Afganist¨¢n, apoyo a organizaciones terroristas extranjeras, operaciones con el Ej¨¦rcito talib¨¢n y prestaci¨®n de bienes y servicios a los talibanes.

Walker fue capturado en noviembre tras la revuelta en la prisi¨®n de Mazar-i-Sharif. Aunque no se descarta en un futuro, los fiscales han descartado la acusaci¨®n de traici¨®n que conllevar¨ªa la pena de muerte.

Uno de sus cuatro abogados, James Brosnaham, anticip¨® ayer el sendero que puede seguir la argumentaci¨®n de su defensa: asegur¨® que desde el 2 de diciembre Walker 'pidi¨® un abogado y repiti¨® muchas veces que quer¨ªa un abogado', sin conseguirlo. Sin embargo, cuando el fiscal general, John Ashcroft, present¨® las acusaciones contra Walker, asegur¨® que el joven renunci¨® a su derecho a tener un abogado 'en palabra y por escrito' antes de ser interrogado por el FBI en torno al 9 de diciembre. Su padre tambi¨¦n se quej¨® de que su hijo 'no haya recibido tratamiento m¨¦dico hasta que no fue trasladado a un portaaviones' dos semanas despu¨¦s de ser capturado con una herida de bala en la pierna. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, asegur¨® ayer que Walker 'recibi¨® asistencia m¨¦dica antes de llegar al portaaviones. ?Cu¨¢nta? No lo s¨¦', dijo el jefe del Pent¨¢gono.

Seg¨²n las acusaciones del Gobierno, Walker se reuni¨® al menos en una ocasi¨®n con Osama Bin Laden, que le agradeci¨® su apoyo.

Por otra parte, el Pent¨¢gono confirm¨® ayer que un soldado de un destacamento de tropas especiales result¨® herido de bala en el tobillo, en un intercambio de disparos con presuntos extremistas talibanes a unos 60 kil¨®metros al norte de Kandahar. Donald Rumsfeld no quiso aclarar cu¨¢ntos supuestos terroristas murieron en el tiroteo, aunque informaciones de la zona hablan de 15 v¨ªctimas.