Frases

Le¨ª en el peri¨®dico que las ¨²ltimas palabras de Cela fueron 'viva Iria Flavia'. Tuvo suerte: Iria Flavia suena muy bien. Cuesta imaginar a un genio dando vivas a Bollullos del Condado en semejante trance. Y es que nos vuelve locos buscar en las ¨²ltimas palabras de las celebridades un mensaje trascendental, aunque la experiencia demuestra que, a la hora de rendir el alma, las preocupaciones de los seres humanos son las de un mi¨¦rcoles cualquiera: que no se queme lo que hay en el fuego, o que alguien apague la luz del pasillo. Es costumbre que los condenados a muerte pidan perd¨®n por sus cr¨ªmenes y que las v¨ªctimas de los tiranos griten 'libertad'. El repertorio, pues, es m¨¢s bien escaso. Se atribuye a Goethe, sin embargo, una frase enigm¨¢tica, 'veo luz negra', que el progreso se ha encargado de desmitificar, ya que es el nombre que recibe hoy la luminiscencia de las discotecas horteras.

De todos modos, hay alg¨²n caso curioso. Balzac, por ejemplo, se muri¨® gritando: '?Llamen a Brianchon! ?Brianchon me salvar¨¢!'. Contra lo que pudiera parecer, no era un cardi¨®logo famoso, sino un m¨¦dico de una de sus comedias. Lo de Balzac es de lo mejor que hay en ¨²ltimas palabras por lo que tiene de mezcla entre realidad y ficci¨®n y por la idea de que un doctor de f¨¢bula puede hacerte m¨¢s bien que uno de verdad. No est¨¢ mal lo que dijo George Washington: 'Me voy contento'. A lo mejor le hab¨ªan dicho que se iba a otro sitio, aunque tal vez estaba orgulloso de lo realizado en vida y mor¨ªa el hombre con la satisfacci¨®n del deber cumplido. Tambi¨¦n pudo querer decir que qu¨¦ descanso, pues hay d¨ªas en los que la seguridad de que uno tarde o temprano se tiene que morir produce m¨¢s paz interior que un valium.

Lo mejor, con todo, es que no haya testigos de tus ¨²ltimas palabras, o que sean lo suficientemente discretos como para no airear lo que se te vino a la cabeza, ya que lo normal es que no te venga nada de inter¨¦s o que preguntes cu¨¢ntos recibos de la hipoteca quedan por pagar. Somos como somos, en fin. A m¨ª me gustar¨ªa despedirme con las palabras de Fernando VII, 'tengo sue?o', para que en lugar de la extremaunci¨®n me dieran las buenas noches.