Los expertos de la UE afirman que se carece de pruebas que vinculen el c¨¢ncer y las antenas

La comunicaci¨®n al p¨²blico de lo que se sabe sobre las emisiones electromagn¨¦ticas y su influencia en la salud es un asunto de enorme complejidad que suele exigir a los cient¨ªficos algo que no pueden dar, la certidumbre, coincidieron ayer en se?alar los expertos espa?oles y extranjeros que presentaron en la sede de la Comisi¨®n Europea en Madrid el informe que actualiza los conocimientos sobre este tema y que concluye que no existen pruebas de que las emisiones de las antenas produzcan c¨¢ncer en ni?os o en adultos.

'?Se puede demostrar que el agua es inocua?', se preguntaba ayer el experto de la Comisi¨®n Europea, catedr¨¢tico de Magnetismo de la Materia y director del Instituto de Magnetismo Aplicado, Antonio Hernando, para concluir que la inocuidad, como la no existencia, es indemostrable y que los que piden que se demuestre la inocuidad de los ubicuos campos electromagn¨¦ticos piden algo absurdo. Fuera de las matem¨¢ticas, en la realidad, dijo Hernando, 'la ¨²nica demostraci¨®n cient¨ªfica es la observaci¨®n rigurosa de los hechos, nunca definitiva por no ser infinita'.

Es esta observaci¨®n rigurosa la que ha llevado a los cient¨ªficos a asegurar que no se han encontrado efectos adversos para la salud de las emisiones artificiales de campos electromagn¨¦ticos (la luz solar tambi¨¦n produce campos electromagn¨¦ticos) cuando se mantienen por debajo de los niveles m¨¢ximos permitidos. 'No podemos decir que las emisiones de radiofrecuencia son inocuas', insisti¨® el experto de la Comisi¨®n Europea, catedr¨¢tico de Medicina en la Universidad de Valladolid e investigador del CSIC, Juan Represa, 'porque el dogma va en contra de la propia naturaleza de la ciencia, que siempre se cuestiona todo'. Seg¨²n Represa, actualmente se est¨¢ produciendo una sobrevaloraci¨®n del riesgo de las emisiones asociadas a las antenas de telefon¨ªa porque la falta de informaci¨®n lleva a los ciudadanos a exigir una respuesta del tipo 'blanco o negro' que los expertos no pueden dar: 'Siempre tenemos que matizar la respuesta', asegur¨®.

Zonas sensibles

Represa record¨® que los niveles vigentes son niveles de seguridad, que permiten garantizar la falta de riesgos para la salud en todos los casos, incluidas las zonas donde existen colegios u hospitales: 'Lo que se debe pedir es que en esas zonas sensibles el control de las emisiones sea m¨¢s exhaustivo, pero no que las emisiones sean m¨¢s bajas o que se quiten las antenas, porque los niveles de seguridad son suficientes para cualquiera'.

Varios de los expertos presentes ayer dijeron que si tuvieran hijos en el colegio de Valladolid en el que se han detectado varios casos de c¨¢ncer infantil podr¨ªan tomar medidas de precauci¨®n mientras se aclaraba la situaci¨®n, pero que sobre todo exigir¨ªan un estudio epidemiol¨®gico que descartara causas.

Benedetto Terracini, presidente del grupo de expertos que ha hecho la revisi¨®n de la informaci¨®n disponible en el mundo por encargo de la Comisi¨®n Europea, fue m¨¢s all¨¢ y subray¨® que ser¨ªa deseable que se hiciera un mapa de emisiones en todo el pa¨ªs, que probara que se est¨¢n cumpliendo los l¨ªmites establecidos para ¨¦stas, l¨ªmites considerados por todos los expertos presentes ayer como m¨¢s que suficientes para garantizar que las emisiones de telefon¨ªa y telecomunicaciones no presentan riesgo.

Representantes de la patronal de la industria electr¨®nica Aniel, que organiz¨® el acto con apoyo de la Comisi¨®n Europea, aseguraron que los l¨ªmites recomendados por la UE desde 1999 (incorporados como ley en Espa?a en 2001) se han cumplido desde que se empez¨® a desplegar la red de telefon¨ªa m¨®vil en Espa?a y que adem¨¢s el modelo de red elegido (muchas antenas de poca potencia) es el que permite cumplirlos sin problema. Aniel se mostr¨® dispuesta a colaborar para que se comprobaran las emisiones de todas las antenas y aparatos y se dieran a conocer los datos con transparencia. La ausencia en el acto de representantes de los ministerios de Ciencia y Tecnolog¨ªa y Sanidad y Consumo dej¨® sin aclarar el mecanismo de vigilancia de las emisiones.