La guerra del mundo

La guerra o lucha de Estados Unidos contra Al Qaeda y los grupos terroristas vinculados a la organizaci¨®n de Bin Laden se est¨¢ ampliando a diversos confines del mundo. Washington ha enviado m¨¢s de 600 soldados a Filipinas de 'maniobras' y para 'entrenar' a fuerzas locales a luchar en Mindanao contra la guerrilla de Abu Sayyaf. Fundado en 1990 por ex combatientes contra los sovi¨¦ticos en Afganist¨¢n para instaurar un estado isl¨¢mico independiente en la isla, este grupo tiene en su poder al secuestrado matrimonio estadounidense Burnham.

El anuncio de la llegada de los soldados americanos ha despertado el nacionalismo dormido en Filipinas desde que EE UU dej¨® sus bases en aquel pa¨ªs hace una d¨¦cada. Para ellos comporta peligro, pues una parte de estos comandos ser¨¢ desplegada en la zona de conflicto. En la lucha contra las redes terroristas es un paso m¨¢s en la nueva guerra-red librada de forma simult¨¢nea en muy diversos frentes combinando comandos con alta tecnolog¨ªa y fuerzas locales. Es tambi¨¦n lo que parece estar intentando EE UU en Somalia, donde busca un puerto seguro, en Yemen y en otros lugares. Todos estos pasos para destruir santuarios terroristas en territorios que los Estados no controlan deben llevar a construir instituciones e infraestructuras para evitar que el c¨¢ncer se reproduzca, y no simplemente a generalizar los frentes.

'Nuestra lucha contra el terrorismo empez¨® en Afganist¨¢n, pero no va a terminar all¨ª', ha afirmado Bush. La guerra de Afganist¨¢n no est¨¢ concluida, como ha quedado de manifiesto tras los ¨²ltimos bombardeos o el ¨²ltimo y violento ataque contra restos de Al Qaeda y los talibanes. Bin Laden y el mul¨¢ Omar siguen en paradero desconocido. Pero el frente se ampl¨ªa hasta Extremo Oriente y hacia ?frica, ante sospechas de posibles ataques contra intereses de EE UU o de presencia de c¨¦lulas de Al Qaeda o grupos vinculados con la base.

Desgraciadamente, la estrategia est¨¢ llevando la seguridad a l¨ªmites dif¨ªcilmente compatibles con la democracia. Estados Unidos ha lanzado un aviso contra militantes islamistas en Uzbekist¨¢n, en defensa de un presidente, Karimov, heredado de la era sovi¨¦tica. Washington y los europeos prefieren ignorar la continuaci¨®n de la represi¨®n rusa en una Chechenia que temen se haya convertido en una v¨ªa de escape desde Afganist¨¢n. Tambi¨¦n EE UU tiene el ojo puesto en Irak e Ir¨¢n, aunque de momento sin cambiar de pol¨ªtica. Resultan, sin embargo, significativas las maniobras de varios pa¨ªses en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, donde Alemania ha enviado un comando especializado en la detecci¨®n de armas nucleares, qu¨ªmicas y bacteriol¨®gicas. A la vez, EE UU ha presionado sobre varios pa¨ªses para que detengan a islamistas extremistas, desde Pakist¨¢n a Indonesia o Malaisia, pasando, sin tener que pedirlo, por Barcelona, Londres o Alemania, donde se ha detenido a supuestos miembros de la base.

Ahora bien, esta guerra-red resultar¨¢ de poca utilidad si el grave deterioro de la situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo lleva a un renovado terrorismo a escala internacional. Estados Unidos tiene que ejercer toda su presi¨®n para evitar que estalle una zona explosiva.