El consumidor pagar¨¢ el coste de la eliminaci¨®n de las harinas animales

El Ministerio de Agricultura y representantes de casi una veintena de organizaciones agrarias, industriales y de la distribuci¨®n han ratificado la aplicaci¨®n de un acuerdo marco para la normalizaci¨®n y competitividad de la cadena alimentaria c¨¢rnica hasta 2004. Este acuerdo, criticado por la oposici¨®n y no firmado por UPA y Coag, supondr¨¢ en la pr¨¢ctica una serie de incrementos en los precios con el fin de eliminar las harinas animales, cuyo coste recaer¨¢ sobre el consumidor.

Se trata en realidad de una justificaci¨®n para fijar los precios o porcentajes de incremento que debe aplicar la industria en sus distintas fases para hacer frente al coste por la transformaci¨®n de los despojos en harinas y la destrucci¨®n de las mismas. Ese coste, en el fondo una nueva tasa que ser¨¢ pagada por el consumidor, se halla entre unas tres pesetas por kilo de vacuno y porcino (dos c¨¦ntimos de euro) hasta 20,9 pesetas por kilo (0,126 euros) para el kilo de canal del pollo despiezado.

La redacci¨®n de este acuerdo se enmarca en el contexto de todos los problemas derivados en 2001 de la enfermedad de las vacas locas, la ca¨ªda de la demanda, los precios hundidos en origen, la prohibici¨®n de la utilizaci¨®n de harinas de carne y la necesidad de eliminar tanto los despojos de todos los animales como sus harinas.

Esta situaci¨®n, junto con la negativa de la Administraci¨®n a seguir pagando unos 23.000 millones de pesetas por la eliminaci¨®n de los despojos y las harinas de carne, ha impulsado este acuerdo marco, por el que todas las partes que participan en el proceso se comprometen a garantizar el normal funcionamiento de la cadena alimentaria y a trasladar el coste de la eliminaci¨®n de los despojos al consumidor final.

El acuerdo contempla compromisos de los ganaderos para mejorar la seguridad de las carnes; tambi¨¦n el de los industriales para mejorar instalaciones y eliminar los materiales espec¨ªficos de riesgo; el compromiso de los fabricantes de harinas para retirar y destruir las harinas; el de los distribuidores para repercutir los costes en el precio final y el de las cementeras para colaborar en los procesos para destruir residuos adecuando sus instalaciones.

El Ministerio de Agricultura ofrece, por su parte, su colaboraci¨®n y apoyo para desarrollar este proceso, y pone a disposici¨®n de los sectores implicados 72,12 millones de euros (12.000 millones de pesetas), a un inter¨¦s del 1% con un periodo de carencia de un a?o, con el fin de mejorar instalaciones y estructuras desde la producci¨®n a las industrias. El compromiso tambi¨¦n supone apoyo para campa?as de promoci¨®n del consumo y para la exportaci¨®n.