Karzai, el seductor

Estrella de la diplomacia, ¨¢rbitro de la elegancia. Los estadounidenses odiaron a los talibanes y, por tanto, necesitaban enamorarse del nuevo l¨ªder afgano, Hamid Karzai, que acaba de hacer una visita triunfal a Estados Unidos. La capa es sin duda lo que m¨¢s impacto ha causado, adem¨¢s de las buenas palabras en perfecto ingl¨¦s. Washington adora a los dignatarios extranjeros que hablan su idioma y su lenguaje. Karzai ha sabido, con su manto de seda verde y su ex¨®tico karakul (el tocado afgano), encadilar al Gobierno del presidente George Bush y construirse una imagen de aliado fiel a la par que elegante. D¨ªas antes su elocuencia y su estilo captaron a los participantes en la reciente conferencia celebrada en Tokio destinada a recabar fondos para la reconstrucci¨®n de Afganist¨¢n. Incluso el l¨ªder chino, Jiang Zemin, no se priv¨® de alabar su elegancia.

'Es el hombre m¨¢s 'chic' del planeta', asegura Tom Ford, c¨¦lebre estilista de la firma Gucci

El mundo de la moda parece que tambi¨¦n se ha rendido a sus pies. 'Es el hombre m¨¢s chic del planeta. No hay nada m¨¢s noble y bello que el estilo Karzai', coment¨® hace poco Tom Ford, el c¨¦lebre dise?ador de Gucci, que no pudo dejar de admirar 'sus trajes italianos perfectos llevados bajo unas capas bordadas de colores deslumbrantes y sus sombreros de astrac¨¢n'. El modista John Barlett tambi¨¦n alab¨® su 'aut¨¦ntico sentido del estilo, al no ser forzado. Por eso es realmente elegante. Est¨¢ definitivamente entre mis 10 favoritos'. En los recientes desfiles de Par¨ªs, algunos estilistas pusieron sobre sus modelos prendas que recordaban la indumentaria del l¨ªder afgano.

El estilo Karzai est¨¢ dejando huella en la sociedad neoyorquina, siempre al acecho de lo ¨²ltimo y lo m¨¢s ex¨®tico. Algunos en Wall Street ya han empezado a llevar sombreros ¨¦tnicos, e incluso se ha visto a un senador por Massachusetts aparecer el otro d¨ªa con un manto abigarrado. ?Qui¨¦n les hubiera hablado antes de la capa espa?ola!

La prensa se ha explayado sobre el atuendo del nuevo l¨ªder. 'Al llevar el traje tradicional, Karzai est¨¢ diciendo que se siente orgulloso de ser afgano y reivindica su rica herencia cultural. Sus ropas son muy simb¨®licas', explicaba un experto en estudios isl¨¢micos al Daily News.

Los peri¨®dicos examinaban ayer, de pies a cabeza, el significado pol¨ªtico de la indumentaria: el gorro, de piel de cordero, contrasta con los turbantes de los talibanes, la capa es especialmente popular en el norte de Afganist¨¢n; Karzai, originario del sur, muestra as¨ª su deseo de crear una coalici¨®n nacional para su nuevo gobierno; los pantalones, t¨ªpicos de las aldeas afganas, simbolizan el pueblo; la seda es fruto de sus or¨ªgenes aristocr¨¢ticos y el color da fe de su devoci¨®n religiosa.

'?l es de Kandahar, el manto es de Mazar-i-Sharif, el gorro es de Kabul', precis¨® para The New York Times Rafi Habibi, due?o de un mercadillo afgano en los alrededores de Washington. 'Mezcla las ropas porque quiere la paz entre los pastunes, los kabuli y los uzbecos. Nos muestra que somos todos iguales, que ya no existen divisiones tribales y que debemos construir una naci¨®n'. El propio Karzai, al que algunos le encuentran un gran parecido con el actor Ben Kingsley, que encarn¨® la figura de Gandhi, ha dado algunas explicaciones: 'Al profeta Mahoma le gustaba el color verde. Las banderas del islam son verdes, las c¨²pulas de las mezquitas son verdes'. El l¨ªder afgano se sorprendi¨® gratamente por la atenci¨®n que despertaron sus trajes. 'Me alegra saber que se considera moda', coment¨® durante una recepci¨®n.

Heredero del clan de los Populzai (cuyos or¨ªgenes se remontan al siglo XVIII), ha vivivo gran parte de sus ¨²ltimos a?os en el exilio, en Pakist¨¢n, viajando a menudo a Estados Unidos, donde viven seis de sus ocho hermanos, que hace a?os decidieron abandonar su tierra y dedicarse a vender la gastronom¨ªa local. Tienen ahora varios restaurantes afganos en Chicago, Boston, Baltimore y San Francisco. Su perfecto ingl¨¦s, con un leve acento indio, le ha servido a Karzai para vender la causa afgana y pedir ayuda econ¨®mica. Se ha adaptado tanto al estilo diplom¨¢tico estadounidense que durante una conferencia de prensa tom¨® incluso los problemas de dicci¨®n del Gobierno republicano. '?C¨®mo ha dicho? ?Guanatanamo? Lo siento, pero no lo puedo pronunciar', respondi¨® a un periodista.