Los inmigrantes rinden homenaje al ecuatoriano apaleado en el Marem¨¤gnum

En silencio y con velas encendidas. Unas 1.500 personas, en su mayor¨ªa inmigrantes, se manifestaron ayer en Barcelona contra la violencia y el racismo y para rendir homenaje a Wilson Pacheco, el ecuatoriano muerto el fin de semana pasado despu¨¦s de recibir una paliza y ser arrojado al mar por vigilantes del Marem¨¤gnum. Tras una pancarta con el lema 'Violencia nunca m¨¢s', la viuda de la v¨ªctima, su hermana y su madre encabezaron la marcha, que transcurri¨® por La Rambla de Barcelona. El alcalde de la ciudad, Joan Clos, pidi¨® que se conceda permiso de residencia a la familia de Pacheco.

'La muerte de Wilson es fruto de muchas cobard¨ªas. De la cobard¨ªa de los que lo mataron. De la cobard¨ªa de los que vieron como le mataron. De la cobard¨ªa de toda la sociedad', dec¨ªa el manifiesto que lley¨® la Asociaci¨®n de Ecuatorianos de Catalu?a frente al Marem¨¤gnum. La manifestaci¨®n hab¨ªa transcurrido hasta ese momento en un sobrecogedor silencio y en medio de una gran emoci¨®n.

Convocada por asociaciones de ecuatorianos y organizaciones c¨ªvicas, se inici¨® en la plaza de Catalunya y baj¨® por el lateral de La Rambla, en aquel momento muy concurrida, para terminar frente al Marem¨¤gnum, donde se leyeron manifiestos de repulsa a la violencia y contra el racismo. Acto seguido, sin romper el silencio, los asistentes, en su mayor¨ªa de origen ecuatorianos, lanzaron coronas de flores, claveles y velas encendidas al mar en recuerdo de Wilson Pacheco. Su esposa, Ivonne Guz?ay, su madre y su hermana dejaron tambi¨¦n sus flores en el lugar donde Pacheco fue arrojado al agua.

Javier Pedre?o, presidente de la Asociaci¨®n de Ecuatorianos de Catalu?a, asegur¨® que la manifestaci¨®n de ayer tuvo 'intenci¨®n de repulsa y no de reivindicaci¨®n' y a?adi¨® que se celebr¨® 'bajo la bandera de la tolerancia y la justicia'. William Cevallos, de la asociaci¨®n Ecuador Llatacaru, s¨ª calific¨® lo ocurrido a Pacheco de acto 'racista' y asegur¨® que 'hoy m¨¢s que nunca es necesario luchar contra los brotes xen¨®fobos'. En Barcelona hay 18.000 ecuatorianos, seg¨²n el Ayuntamiento.

Pacheco hab¨ªa emigrado a Barcelona con la intenci¨®n de traer a su familia. Su mujer, Ivonne Guz?ay, de 25 a?os, lleg¨® el viernes procedente de Guayaquil visiblemente afectada y confusa. Con un hilo de voz, desde que lleg¨® a Catalu?a apenas ha sido capaz de decir que se encuentra 'muy mal' y que no comprende c¨®mo pudieron matar a su marido. Ayer, llorosa, ped¨ªa 'justicia' y expresaba su deseo de quedarse en Catalu?a. Ahora vive en casa de su suegra y su cu?ada, en Premi¨¤ de Mar, y espera la llegada de sus hijos.

Los peque?os, dos ni?as de cinco y seis a?os y un ni?o de dos, llegar¨¢n a Barcelona el martes pr¨®ximo, a tiempo para asistir, el jueves, al funeral de su padre. Joan Clos ha pedido a la Delegaci¨®n del Gobierno en Catalu?a que 'por razones humanitarias' conceda los permisos de residencia y trabajo a Ivonne Guz?ay. Clos tambi¨¦n ha instado a la Secretar¨ªa de Inmigraci¨®n de la Generalitat para que se sume a la petici¨®n.

El entierro de Wilson Pacheco se ha retrasado porque la familia ha pedido que se realice una segunda autopsia al cad¨¢ver para aclarar las circunstancias de la muerte. La juez ha accedido a que en el segundo examen forense participe un m¨¦dico ecuatoriano.

Hasta el momento, los tres acusados de homicidio por el caso permanecen en prisi¨®n por orden de la juez instructora. Son dos vigilantes de seguridad del complejo y un portero del bar Caipirinha, donde se iniciaron los incidentes que acabaron con la muerte de Pacheco. La polic¨ªa busca a otro portero, a quien se acusa de haber arrojado a la v¨ªctima al mar tras la paliza. El Caipirinha estaba ayer cerrado y en la pasarela, una hilera de velas encendidas recib¨ªa a los miles de visitantes que, como todos los fines de semana, se dirig¨ªan al Marem¨¤gnum a divertirse.