'No hay soluci¨®n aceptable para Madrid y Gibraltar'
Peter Caruana, el ministro principal o m¨¢ximo dirigente pol¨ªtico de Gibraltar, no se sentar¨¢ ma?ana en Londres con el ministro espa?ol de Exteriores, Josep Piqu¨¦, y su hom¨®logo brit¨¢nico, Jack Straw, cuando ¨¦stos inicien la segunda ronda de unas negociaciones sobre el futuro del Pe?¨®n que no tendr¨¢n consecuencias pr¨¢cticas mientras su resultado no sea aceptado por los 30.000 gibraltare?os. Caruana fue informado el pasado 25 de enero por Straw de que, aunque los llanitos se opongan, Londres pretende negociar una declaraci¨®n de principios con Espa?a. El ministro principal rechaza ese planteamiento, aunque todav¨ªa no ha cerrado la puerta a incorporarse a una fase posterior de las conversaciones.
'Gibraltar nunca ir¨¢ a una negociaci¨®n con la cosoberan¨ªa ya aceptada por Londres'
Pregunta. ?Ha tomado ya una decisi¨®n?
Respuesta. Mis condiciones para participar en un proceso de di¨¢logo no han variado en los siete a?os que llevo en este cargo. Son dos. La primera, que Gibraltar tuviera su propia voz, y en el a?o 1996, le propusimos al Gobierno brit¨¢nico el modelo de dos banderas [espa?ola y brit¨¢nica] pero tres voces. Llevan seis a?os resisti¨¦ndomelo. Me lo ofrecieron el viernes [25 de enero]. Por lo tanto, esa condici¨®n yo creo que est¨¢ atendida. La segunda es que el proceso sea pol¨ªticamente viable y seguro para Gibraltar, de manera que todo se pueda discutir, pero con seguridad de que no pueda haber acuerdos entre espa?oles y brit¨¢nicos sin el consentimiento del Gobierno de Gibraltar. Nos dijeron que no nos preocup¨¢ramos, que el pueblo de Gibraltar tendr¨¢ la ¨²ltima voz en un refer¨¦ndum, pero hab¨ªa un grado de ambig¨¹edad porque no sab¨ªamos si lo que se someter¨ªa a refer¨¦ndum ser¨ªa todo el paquete o s¨®lo la parte que tuviera que ver con la soberan¨ªa. Al final, se aclar¨®: al refer¨¦ndum va todo el paquete de propuestas.
P. Entonces ?no hay problema?
R. Entonces, llegu¨¦ a preguntar incluso en conversaciones privadas con Londres, ?por qu¨¦ han seguido neg¨¢ndose a dar esa seguridad que pido de que no habr¨¢ acuerdos sobre la cabeza del Gobierno de Gibraltar? Ya est¨¢ claro que lo que proponen es que el Reino Unido y Espa?a lleguen a una declaraci¨®n de principios en donde va escrito cu¨¢les son las posturas conjuntas del Reino Unido y Espa?a, que incluya un compromiso concreto por parte del Reino Unido con la soberan¨ªa compartida. Luego, en una segunda fase, bas¨¢ndose en esos principios, con la ayuda del Gobierno de Gibraltar, se elaborar¨ªa un paquete de medidas implementables. ?Ahora ya s¨¦ lo que quer¨ªa decir un portavoz espa?ol de Exteriores que coment¨® que los llanitos tienen que aceptar que pueden contribuir a decidir el color de las paredes, pero no el dise?o de la casa! Lo segundo es lo que se somete a refer¨¦ndum, y si los gibraltare?os lo rechazan no se aplica. Pero lo primero se queda, y, claro, desde el d¨ªa siguiente, el ni?o malo de la pel¨ªcula es Gibraltar, las opciones para nuestro futuro ya est¨¢n marcadas... No me extra?a que la diplomacia espa?ola diga que ese acuerdo, incluso rechazado en refer¨¦ndum, seguir¨ªa siendo ¨²til. Ser¨ªa mucho m¨¢s que ¨²til, creo que se quedaron cortos. Ser¨ªa una renegociaci¨®n del Tratado de Utrecht.
P. ?Straw le dijo que en la declaraci¨®n de principios se recoger¨ªa la soberan¨ªa compartida?
R. No, me lo dijo Bevin [James, director del Foreign Office para Gibraltar y principal negociador brit¨¢nico]. Y ¨¦se es el caso in¨¦vitablemente, porque me han dicho los ingleses que cuando acabemos esa primera fase, en donde yo expreso mi opini¨®n pero no voto, el Acuerdo de Bruselas se rompe. ?Cree usted que Madrid va a romper el Acuerdo de Bruselas a menos que lo vaya a remplazar con algo que le sirva m¨¢s todav¨ªa?
P. Luego ?No participa?
R. Si me presentan un marco de negociaci¨®n predeterminado que, de entrada, como principio aceptado por el Reino Unido, ya contiene el principio de cosoberan¨ªa, a eso no se acerca ni yo ni el m¨¢s valiente de Gibraltar, que no existe. ?Qu¨¦ clase de proceso pol¨ªtico es ¨¦se? En ese proceso Gibraltar no va a participar nunca.
P. Sin embargo, usted no apoya la manifestaci¨®n que la oposici¨®n gibraltare?a ha convocado para ma?ana en contra de 'la traici¨®n' brit¨¢nica.
R. No la apoyo. Yo lo que he dicho es que, si Londres hiciera esto, ser¨ªa una traici¨®n de los deseos de Gibraltar.
P. ?Y todav¨ªa se puede seguir hablando en condicional?
R. S¨ª, porque yo escrib¨ª el pasado lunes o martes una carta a Straw pidi¨¦ndole una garant¨ªa de que no va a haber ni acuerdos marco ni principios de acuerdo que sobrevivan a un refer¨¦ndum. El hombre est¨¢ de viaje en Washington y me ha mandado un mensaje de que me contesta cuando regrese a Londres. Tengo la obligaci¨®n de esperar.
P. De todos modos, si se mira a los ¨²ltimos cuarenta a?os, Espa?a ha pasado de no admitir m¨¢s que la soberan¨ªa plena a considerar una soberan¨ªa compartida, incluso por tiempo indefinido. El Reino Unido ha pasado de negarse a hablar de soberan¨ªa a mostrarse dispuesto a compartirla. S¨®lo los gibraltare?os parecen encastillados en la misma postura.
R. No. La que no se mueve es la posici¨®n espa?ola.
P. ?Usted cree que soberan¨ªa compartida por tiempo indefinido no ser¨ªa algo nuevo?
R. No, hombre, si eso ya lo ofreci¨® Castiella...
P. Castiella y otros ministros espa?oles hasta los a?os ochenta ped¨ªan la soberan¨ªa plena con un sistema de lease-back o alquiler de la base militar a los brit¨¢nicos...
R. Entonces ?d¨®nde est¨¢mos? O se acepta el principio, que en Londres se acepta, de que el pueblo de Gibraltar, en una Europa democr¨¢tica, tiene el derecho a decir que s¨ª o que no, o no se acepta ese derecho y entonces no existe la obligaci¨®n de llegar a un compromiso. La soluci¨®n es deseable s¨®lo si es aceptable para las tres partes.
P. ?Tiene alguna propuesta para desbloquear la situaci¨®n?
R. Yo estoy convencido de que no hay soluci¨®n, hoy, que sea aceptable para Madrid y para Gibraltar. Hemos abogado siempre por otro enfoque de di¨¢logo para establecer otro ambiente. Madrid lo ha rechazado, porque teme que nosotros nos embolsemos el fruto econ¨®mico, social y pol¨ªtico de ese clima de normalidad y nunca vamos a llegar a la mesa que le interesa a Marid. Y por eso rechaza lo que es el camino obvio y se lanza con propuesta tras propuesta en el tema de la soberan¨ªa, sabiendo que se van a estrellar todas contra un muro. Esa pol¨ªtica fue hasta hace poco tambi¨¦n la brit¨¢nica. La novedad es que el Reino Unido abandona su pol¨ªtica y acepta la espa?ola. Y esto, de golpe. Ha ocurrido que, como la diplomacia espa?ola ha aguantado firme, la brit¨¢nica se ha rendido como siempre.
P. ?Cree que la situaci¨®n actual, perjudicial sobre todo para ustedes, es sostenible?
R. Si se juega dentro de las reglas democr¨¢ticas. s¨ª. Ahora, si el precio de un rechazo de Gibraltar es el pie en el cuello, m¨¢s fuerte todav¨ªa, y una conspiraci¨®n para hacer la vida imposible a Gibraltar tambi¨¦n vamos a sobrevivir, pero con mucha m¨¢s dificultad.
P. ?No le preocupa el ultim¨¢tum que ha dado la OCDE a los para¨ªsos fiscales?
R. Gibraltar tiene intenci¨®n de cumplir con las normas internacionales, y ya lo ha hecho con las europeas. ?Cu¨¢l es la oferta, que si hacemos un trapicheo sobre la soberan¨ªa podemos seguir operando fuera de la normativa internacional?
P. No, la oferta es facilitar su integraci¨®n en el entorno ec¨®n¨®mico espa?ol, m¨¢s amplio.
R. Ya estamos integrados en ese entorno. Hay sectores importantes de la econom¨ªa de Gibraltar que est¨¢n dominados por las empresas espa?olas, como la construcci¨®n y muchos servicios.
P. ?No le preocupa seguir en una situaci¨®n bloqueada, fijo, anclado no se sabe d¨®nde?
R. Pero yo si s¨¦ d¨®nde estoy. Mire usted, Gibraltar tiene una econom¨ªa muy pr¨®spera, una sociedad envidiable en toda Europa y un nivel de vida alto. ?Usted qu¨¦ se cree, que en Gibraltar nos sentimos con una necesidad de solucionar el tema? Otra cosa es que aspiremos, como deben aspirar todo los dem¨®cratas que tienen un problema, a intentar resolverlo.
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