El Reino Unido y Espa?a, a un paso del acuerdo sobre Gibraltar

El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Josep Piqu¨¦, y su hom¨®logo brit¨¢nico, Jack Straw, abordan ma?ana en Londres la segunda ronda de las negociaciones sobre Gibraltar iniciadas el pasado 20 de noviembre, mientras la agitaci¨®n pol¨ªtica en torno a este tema crece tanto en el Pe?¨®n como en el Reino Unido. Una manifestaci¨®n denunciar¨¢ ma?ana en la Roca 'la traici¨®n' de Londres, donde alg¨²n laborista y muchos conservadores critican la determinaci¨®n de Tony Blair de acordar una declaraci¨®n con Madrid que recoja el principio de soberan¨ªa compartida.

La intenci¨®n de los dos Estados implicados en la negociaci¨®n es, seg¨²n confirm¨® el pasado jueves en el Parlamento brit¨¢nico el secretario de Estado para Europa, Peter Hein, que la citada declaraci¨®n de principios sea firmada por los respectivos gobiernos, de manera que el documento retenga un valor como plasmaci¨®n de intenciones aunque los gibraltare?os lo rechacen en refer¨¦dum y no pueda ser aplicado. El Reino Unido se comprometi¨® en la Constituci¨®n de Gibraltar de 1969 a 'no entrar nunca en acuerdos por los que el pueblo de Gibraltar pase bajo la soberan¨ªa de otro Estado en contra de su deseo libre y democr¨¢ticamente expresado'.

La confirmaci¨®n por Hein y por Straw de la intenci¨®n del Gobierno de Blair de firmar la declaraci¨®n aunque los gibraltare?os se opongan rompe una larga tradici¨®n brit¨¢nica de negativas a negociar con Espa?a, precisamente por las restricciones derivadas del texto constitucional mencionado.

Peter Caruana, ministro principal de Gibraltar, ha acogido mal este cambio de actitud brit¨¢nica y ha afirmado que, si se confirma la inclusi¨®n de un compromiso concreto de soberan¨ªa compartida en la declaraci¨®n de intenciones, lo considerar¨¢ 'una traici¨®n a los deseos de los gibraltare?os' y no participar¨¢ ni en ¨¦sta ni en futuras fases de las conversaciones.

Peter Hein, que dijo en el Parlamento que los gibraltare?os pueden esperar, si lo prefieren, a que est¨¦n listas las propuestas hispano-brit¨¢nicas para discutir las modalidades de su aplicaci¨®n y, eventualmente, aprobarlas en refer¨¦ndum, no respondi¨® en el Parlamento a la pregunta de si el r¨¦gimen de cosoberan¨ªa formar¨¢ parte del acuerdo de principio.

Caruana ha pedido por carta a Straw garant¨ªas escritas de que ning¨²n pacto hispano-brit¨¢nico relativo al Pe?¨®n conservar¨¢ validez alguna si es rechazado por los gibraltare?os. Aunque su decisi¨®n final sobre participar o no en las conversaciones depende de esa respuesta, es totalmente seguro que el ministro principal no acudir¨¢ hoy a la reuni¨®n de Londres.

Caruana ha iniciado, entretanto, una campa?a para buscar apoyos a sus tesis que el pr¨®ximo martes le llevar¨¢ a Estrasburgo, donde, gracias a una invitaci¨®n de un europarlamentario, lord Bethell, se entrevistar¨¢ con el nuevo presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, y con los l¨ªderes de varios grupos parlamentarios.

El ministro principal de Gibraltar mantiene, en cambio, distancias con las manifestaciones convocadas en el Pe?¨®n por el l¨ªder de la oposici¨®n, Joe Bossano, quien siempre ha hecho capital pol¨ªtico del sentimiento antiespa?ol m¨¢s virulento. El Gobierno gibraltare?o ha condenado expl¨ªcitamente estas protestas contra 'la traici¨®n' de Londres.

Tambi¨¦n en el Parlamento de Westminster, que deber¨¢ aprobar, en ¨²ltimo t¨¦rmino, las modificaciones legislativas necesarias para que entre en vigor cualquier acuerdo de desbloqueo del contencioso, ha habido en las ¨²ltimas semanas fuerte agitaci¨®n en torno a la voluntad hispano-brit¨¢nica de llegar en cualquier caso a un acuerdo sobre Gibraltar, protagonizada por diputados conservadores y, en menor medida, laboristas, que han centrado sus cr¨ªticas en Jack Straw y Peter Hein.

Protestas

Varios de ellos son conocidos porque tienen antiguas relaciones con Gibraltar, y, en general, sus protestas parecen preocupar poco al Gobierno de Tony Blair, que se muestra seguro de que su amplia mayor¨ªa parlamentaria le permitir¨¢ firmar cualquier acuerdo. Londres presiona, no obstante, para acelerar el proceso, y suya fue la inciativa de noviembre de fijar un l¨ªmite temporal tan pr¨®ximo como el verano que viene para cerrar el acuerdo.

Parad¨®jicamente, en medios diplom¨¢ticos de Espa?a, donde la perspectiva de un acuerdo de soberan¨ªa compartida sobre Gibraltar no ha tropezado hasta ahora con ning¨²n disidente, se observa una mayor preocupaci¨®n porque las pol¨¦micas externas puedan truncar el arreglo.

Hein reconoci¨® en la C¨¢mara de los Comunes que el panorama no est¨¢ totalmente despejado, porque entre Londres y Madrid subsisten 'dificultades' para consensuar una declaraci¨®n que, precis¨®, abarcar¨¢ probablemente puntos tan concretos como el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar.

Al t¨¦rmino de la reuni¨®n de ma?ana est¨¢ previsto que, como m¨ªnimo, los dos ministros reafirmen su compromiso de continuar el proceso y reiteren la invitaci¨®n a Caruana para que se incorpore a las negociaciones.