Econom¨ªa fr¨¢gil busca seguridad

Nunca se ha hablado tanto de seguridad y de desigualdad en un Foro Econ¨®mico Mundial. Pero tras el 11-S y tras desplazar la cita tradicional de Davos a Nueva York, era inevitable, aunque a ratos parezca m¨¢s una reuni¨®n de expertos en defensa que en econom¨ªa, una econom¨ªa fr¨¢gil que, justamente, busca seguridad. Pese a las esperanzas y los signos de recuperaci¨®n econ¨®mica en EE UU, reina la incertidumbre. De esta Davos no ha salido ninguna se?al clara.

Davos tiene sus arcanos. Para ver por d¨®nde vienen los problemas en los meses siguientes, conviene mirar a las delegaciones m¨¢s numerosas, seg¨²n un habitual de estas reuniones, Moises Naim, director de Foreign Policy. No le falta raz¨®n. Poco despu¨¦s de que la estrella fueran los rusos, se produjo la crisis financiera en aquel pa¨ªs. Y si hace dos a?os las empresas .com estaban en la cresta de la ola estelar, este a?o muchos han desaparecido y otros andan agazapados. Pero los m¨¢s visibles, los m¨¢s numerosos y activos en las discusiones han sido los isl¨¢micos, y en particular los saud¨ªes que sal¨ªan por todos lados, como temerosos de haber ca¨ªdo en desgracia a los ojos de EE UU.

Si la globalizaci¨®n econ¨®mica ha podido sufrir un cierto freno a resultas del 11-S, lo que se ha llamado la 'globalizaci¨®n de la ira' se ha acelerado con el r¨¢pido crecimiento de las desigualdades sociales. La presi¨®n tambi¨¦n llega a Davos. Y a?o tras a?o, este foro va entrando cada vez m¨¢s en las cuestiones de desigualdad y justicia social. 'Antes que un mundo estable hay que lograr un mundo justo', seg¨²n el ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores, Hubert V¨¦drine. Se va abriendo a las ONG y a los debates de Porto Alegre. Los CEO (presidentes y consejeros delegados) de este Foro Econ¨®mico Mundial lanzaron ayer un llamamiento para que las empresas se impliquen m¨¢s en la lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis. ?Es ¨¦sta la respuesta a esa ira en tres dimensiones de la que ha hablado el polit¨®logo franc¨¦s Zaki La?di? Contra la globalizaci¨®n del capitalismo, contra los ricos y contra EE UU. S¨ª, de esto se habla en Davos.

El 11-S ha puesto tambi¨¦n de relieve la globalizaci¨®n de la inseguridad, como la llam¨® el alem¨¢n Christoph Bertram. Y hay que echar cuentas. Pues la guerra de Afganist¨¢n viene a costar unos 10.000 millones de d¨®lares (11.589,2 millones de euros), mientras que los destrozos del 11-S se establecen entre 100.000 y 300.000 millones (347.676,7 millones de euros). La hora es la de la b¨²squeda de la seguridad por medios militares. ?se ha sido el mensaje central del discurso sobre el estado de la naci¨®n de Bush, que liquid¨® en breves palabras el hecho de que su pa¨ªs est¨¦ en recesi¨®n. Una y otra vez, tanto norteamericanos como europeos y otros insistieron en que EE UU es el pa¨ªs m¨¢s poderoso de la tierra. Y lo quiere demostrar, incluso qued¨¢ndose con Davos para Nueva York. El presidente y fundador de este Foro, Klaus Schwab, y el presidente de Suiza, Kaspar Willinger, aseguraron que el a?o pr¨®ximo volver¨ªa la reuni¨®n a Davos, tras este gesto hacia la ciudad que tuviera unas Torres Gemelas, cuyo hueco se ha convertido casi en un lugar de peregrinaci¨®n o en una nueva atracci¨®n tur¨ªstica. Pero tanto el alcalde como el gobernador de Nueva York pidieron que se quedara en la 'mejor ciudad del mundo' y se dejara el bello pueblo suizo para esquiar.

Para algunos analistas, como Freedman de Stratfor, es una 'fantas¨ªa' asegurar que la coalici¨®n que gane esta guerra (contra Afganist¨¢n y el terrorismo) sobrevivir¨¢. Ni en las dos guerras mundiales, ni en la guerra fr¨ªa fue as¨ª. Y por ello quiz¨¢s haya que inventar una nueva alianza, a la que se apuntan los rusos con una visi¨®n preocupante: la seguridad y la lucha contra el terrorismo pasan por encima de la defensa de los derechos humanos y la democracia. La edad de oro de la democracia, seg¨²n se dijo, ha quedado atr¨¢s, aunque otros participantes opinen lo contrario: s¨®lo construyendo democracias se evitar¨¢n guerras.

En resumen, se busca una estrategia para este mundo, pero a¨²n no se ha encontrado. El reflejo en este Davos es que ha habido m¨¢s debates, m¨¢s talleres, que grandes conferencias. Sam Huntington, el que lanzara la idea del 'choque de civilizaciones', se ha mostrado en Davos-Nueva York mucho m¨¢s cauto: no pide m¨¢s que una cierta gobernanza mundial, probablemente en varias capas. Y cuando las cosas vienen mal dadas, todos se vuelven hacia los Gobiernos, los Estados, las instituciones. De repente, los norteamericanos han dejado de odiar el gran Gobierno. Aunque el que viene estar¨¢ m¨¢s armado, lo que le puede separar de Europa.