Rev¨¢lida chapuza
La precipitada supresi¨®n de la prueba de selectividad, anunciada en su d¨ªa como una de las principales novedades de la lamentable Ley Org¨¢nica de Universidades (LOU), implicaba necesariamente la introducci¨®n de otra prueba de tipo general que sirviera para homologar la ense?anza secundaria en alg¨²n punto de su recorrido. Que debe existir alg¨²n tipo de contraste p¨²blico, externo a los propios centros, del conjunto de la ense?anza secundaria parece una pr¨¢ctica recomendable, seguida sin excepci¨®n por todos los pa¨ªses con un sistema educativo eficaz. M¨¢s en un pa¨ªs como el nuestro en el que una parte importante de dicho tramo educativo es privada, con el riesgo de que se produzcan sesgos favorables a quienes tienen los medios para llevar a sus hijos a tales centros y, por lo mismo, de discriminaci¨®n a los que utilizan la ense?anza p¨²blica, entre los que figuran, por ejemplo, las clases m¨¢s desfavorecidas y los inmigrantes.
?sa era, justamente, una de las misiones de la prueba de selectividad que todos los estudios de campo consideraban vital para preservar un cierto rigor en las calificaciones y garantizar un m¨ªnimo de igualdad entre los estudiantes, y que demag¨®gicamente se carg¨® Pilar del Castillo en la LOU. La supresi¨®n de la prueba de selectividad fue precipitada porque no se estudiaron con suficiente atenci¨®n sus consecuencias ni Educaci¨®n pens¨® en una alternativa realista.
El anuncio por la secretaria general de Educaci¨®n de la implantaci¨®n de un examen de rev¨¢lida al final del bachillerato es todav¨ªa m¨¢s precipitado por las incertidumbres que presenta y por la falta de un an¨¢lisis en profundidad de sus consecuencias. No deja de ser parad¨®jico que cuando empieza a hablarse de una ley de calidad de la ense?anza, lo primero que se conozca es la implantaci¨®n de un examen, no el estado de la cuesti¨®n ni las causas del fracaso escolar que esa legislaci¨®n afirma querer combatir. La ense?anza secundaria comprende un ciclo de seis a?os, justamente los que lleva el PP en el Gobierno; por tanto, su estado no puede remitirse una vez m¨¢s al pasado, sino sobre todo a la pr¨¢ctica educativa de los Gobiernos de Aznar.
No se sabe qu¨¦ ocurrir¨¢ con quienes hayan completado todos los cursos de ense?anza secundaria pero no superen la prueba; se sugiere que pueden a?adirse pruebas intermedias al final de la primaria y de la ESO; y tampoco se conoce cu¨¢nto influir¨¢ el expediente acad¨¦mico de cada alumno, entre otros extremos. El m¨¦todo seguido para transmitir a la sociedad el retorno de la rev¨¢lida no puede ser m¨¢s chapucero. A juzgar por c¨®mo se est¨¢ preparando la nueva ley, se dir¨ªa que el Ministerio de Educaci¨®n se dispone a repetir con la secundaria el procedimiento que sigui¨® con la LOU. ?Es demasiado pedir que en la fase previa a la reforma se abra un debate en el que pueda participar la comunidad de ense?antes, adem¨¢s de los responsables auton¨®micos sobre los que recae la responsabilidad de este ciclo educativo?
Estos colectivos tendr¨ªan que haber conocido antes las l¨ªneas maestras del plan y haber tenido la oportunidad de aportar sus puntos de vista para perfilar una alternativa al sistema actual. La promoci¨®n casi autom¨¢tica de la ESO es objeto de numerosas cr¨ªticas, pero la diversificaci¨®n de itinerarios educativos a edades muy tempranas plantea no pocos peligros de exclusi¨®n. Mejorar la calidad de la ense?anza es un objetivo loable que no puede entrar en contradici¨®n con el fin primordial de la educaci¨®n p¨²blica: garantizar la igualdad de oportunidades a todos los ciudadanos. Emplear la rev¨¢lida como carta de presentaci¨®n del nuevo plan de educaci¨®n secundaria provoca no pocas inquietudes. La ministra dir¨¢ que est¨¢ abierta a todas las ideas y sugerencias, pero lo sucedido con la LOU no es la mejor garant¨ªa. La escuela necesita que las reformas que se proponen sean ejecutadas con firmeza pero, sobre todo, sean consensuadas con los actores de la educaci¨®n. De otra forma pueden empeorar a¨²n m¨¢s una situaci¨®n que ya produce un fracaso escolar que ronda el 30%.
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