Los ecos del 'Tampa'
El capitan del barco que rescat¨® en aguas australianas a un grupo de inmigrantes afganos es homenajeado en L'Alf¨¤s del Pi
Arne Rinnan no se considera un h¨¦roe, aunque muchos de sus paisanos as¨ª lo creen. Es m¨¢s, si volviera a repetirse la misma situaci¨®n, asegura sin dudar que actuar¨ªa de igual modo. Rinnan, de 61 a?os, es el capit¨¢n del Tampa, el buque que se hizo conocido en todo el mundo a finales del pasado mes de agosto cuando, en el pen¨²ltimo viaje antes de la jubilaci¨®n del capit¨¢n, recogi¨® a 438 n¨¢ufragos afganos que escapaban del r¨¦gimen talib¨¢n en aguas de Indonesia.
L'Alf¨¤s del Pi (La Marina Baixa) ha homenajeado a este marinero y le ha invitado a pasar unos d¨ªas en la localidad acompa?ado por la extensa comunidad noruega residente en el pueblo. Agradecido por la invitaci¨®n, Rinnan aprovech¨® para contar algunos detalles de su tumultuoso viaje, en el que pudo conocer bien a algunos de los refugiados. 'Ten¨ªan un elevado nivel cultural e incluso con uno de ellos, un profesor, me entend¨ªa perfectamente en ingl¨¦s porque dominaba correctamente el idioma. Se llamaba Mohammed Ali, como el boxeador', recordaba.
Noruega, pa¨ªs de origen de Rinnan y bandera del carguero; Indonesia, Estado bandera del ferry que se iba a pique, y Australia, el puerto m¨¢s cercano, se negaron a que el Tampa arribase a sus costas. En Indonesia les esperaban con armas, mientras el primer ministro australiano justificaba su negativa a dejarles atracar en su intento de frenar la impunidad con la que act¨²an las mafias indonesias de inmigraci¨®n. Noruega declin¨® su responsabilidad ya que los refugiados no hab¨ªan solicitado asilo pol¨ªtico en su territorio. Todav¨ªa el capit¨¢n sigue sin entender la postura del gobierno australiano 'y su falta de comprensi¨®n ante la necesidad de ayuda m¨¦dica urgente'.
De aquellos malos momentos, se queda con una consecuencia positiva. 'Gracias a esa experiencia se est¨¢ desarrollando una ley internacional que obligar¨¢ a que los barcos que recojan n¨¢ufragos o refugiados puedan dejarlos en cualquiera de los estados que est¨¦n a su alrededor'. Pero no cree que las cosas hubieran sido diferentes si el suceso en el que se vio envuelto se hubiese producido despu¨¦s del 11 de septiembre. 'A lo mejor se habr¨ªan quedado en el mar igual' afirma.
Arne Rinnan record¨® que a finales de agosto recibieron un telegrama del guardacostas australiano en el que se informaba que cualquier barco que estuviera a menos de diez horas de un ferry con n¨¢ufragos deb¨ªa acudir al lugar. Les dijeron que eran 80 personas. El Tampa fue la primera embarcaci¨®n en llegar a ese punto, acompa?ada por un avi¨®n del servicio de guardacostas. 'Llegamos a las tres de la tarde y nos encontramos con 438 afganos. Nuestra tripulaci¨®n era de 27 personas. Subieron a bordo con lo puesto sin poder coger nada porque les hubieran acusado de pirater¨ªa al estar en aguas de Indonesia', relata. De los afganos sabe que 123 est¨¢n en Nueva Zelanda y el resto en una isla del Pac¨ªfico llamada Nauru.
El capit¨¢n del Tampa se muestra diplom¨¢tico a la hora de enjuiciar la actitud de los gobiernos que les negaron el paso. Tal vez porque su pa¨ªs se sum¨® a esa decisi¨®n, Rinnan prefiere no valorar las actuaciones pol¨ªticas. 'Yo s¨®lo hice lo que me dec¨ªa la ¨¦tica de capit¨¢n, cumpl¨ª con mi obligaci¨®n'.
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