Del Bosque y los experimentos
Ante la perplejidad que ha generado la s¨²bita crisis del Madrid, los an¨¢lisis se disparan hacia todos los lados. Hay una especie de dej¨¤ vu en la situaci¨®n, pues todos los datos que ahora se estudian ya fueron objeto de debate en el p¨¦simo comienzo de temporada. Durante dos meses, el Madrid fracas¨® de forma casi compulsiva. Se habl¨® del decepcionante efecto Zidane, de la equivocaci¨®n en las prioridades del club -la adquisici¨®n de prestigio social por medio del astro franc¨¦s en detrimento de las necesidades del equipo-, de la d¨¦bil contribuci¨®n de los suplentes y del papel de Valdano en la configuraci¨®n de la plantilla. Por lo que respecta a Valdano, es una figura muy socorrida en tiempos de crisis. Por lo visto, cuando gana el Madrid ganan Florentino P¨¦rez y Vicente del Bosque. Cuando pierde el Madrid pierde Valdano. Como siempre, respuestas simples a problemas complejos.
S¨®lo hay una novedad en el debate abierto en torno al deprimido Madrid actual. Se trata de la conveniencia, o no, de tirar de los chicos de la cantera ante la ineficacia de los suplentes habituales. No es una discusi¨®n desde?able porque afecta a cuestiones que est¨¢n en el ambiente desde hace tiempo. Por un lado, los suplentes han asumido con tanto inter¨¦s su papel que su contribuci¨®n ha sido marginal, en el mejor de los casos, o decepcionante, en la mayor¨ªa de las ocasiones. Tambi¨¦n ha sido habitual la referencia de Florentino P¨¦rez a un modelo integrado por zidanes y pavones. De esta manera el Madrid atender¨ªa a su obligaci¨®n como club faro en el mundo -de ah¨ª la necesidad de contratar a los mejores futbolistas del panorama- sin caer en el mercantilismo desalmado. A trav¨¦s de los pavones se preservar¨ªan los v¨ªnculos con la hinchada, las se?as de identidad de un club con una naturaleza dual: la que le conecta con su prestigio internacional y la que proviene de la vieja excelencia de su cantera. Todav¨ªa hoy dos de los jugadores m¨¢s representativos del cosmopolita Madrid -Ra¨²l y Casillas- proceden de la casa. Por lo tanto, el debate es interesante.
Sobre la competencia de los chicos de la cantera no se pueden sacar demasiadas conclusiones. Mi?ambres, Borja, Portillo, Sousa, Valdo... tienen buena pinta, pero eso es todo. Hay que medirles frente a la m¨¢xima exigencia. Para eso hay que alinearles. ?Por qui¨¦nes? Casi todos ocupan las posiciones de futbolistas consagrados y casi ninguno discutido: Mi?ambres (Salgado), Borja (Helguera), Valdo (Figo), Portillo (Morientes). ?Da suficientes garant¨ªas -incluso para un solo partido de Liga- una alineaci¨®n integrada por Casillas; Mi?ambres, Hierro, Pav¨®n, Roberto Carlos; Valdo, Makelele, Borja, Zidane; Ra¨²l y Portillo? A esta pregunta se contesta mejor con la historia en la mano que con consideraciones sobre el talento de tal o cual jugador.
Pasaron dos a?os, y cay¨® alg¨²n entrenador, antes de que el Madrid de la quinta del Buitre ganara su primera Liga. Y estamos hablando de la mejor generaci¨®n que ha dado el f¨²tbol espa?ol. Diez a?os despu¨¦s, se utiliz¨® como gruesa munici¨®n contra Valdano su empe?o en alinear a Garc¨ªa Calvo, ?lvaro, Sandro, Guti, G¨®mez y hasta Ra¨²l. No fueron pocos los consagrados del vestuario que conspiraron contra Valdano. Y como los j¨®venes fueron eso, j¨®venes, el equipo no dio el salto adelante. Lo pag¨® el entrenador -despedido en mitad de la temporada- y lo llev¨® mal el equipo, fuera de todas las competiciones europeas. ?stos son los precedentes. En eso debe de estar Del Bosque cuando se resiste a los experimentos.
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