Bonino anima a los pa¨ªses ¨¢rabes a participar en la Corte Penal Internacional

La europarlamentaria Emma Bonino mostr¨® ayer su entusiasmo por la probable constituci¨®n del Tribunal Penal Internacional en 2003, a pesar de la d¨¦cada transcurrida desde que ech¨® a rodar la campa?a a favor de su creaci¨®n. Bonino no ocult¨® que le parec¨ªa un retraso excesivo, pero calific¨® de 'hist¨®rico' el proceso que permitir¨¢ lograr una Corte Penal Internacional para juzgar genocidios y cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad. Con iron¨ªa, la eurodiputada se refiri¨® a la negativa de Estados Unidos a ratificar el tratado como 'algo bastante tradicional' y alent¨® a los pa¨ªses ¨¢rabes a sumarse a la lista de los primeros 60 Estados -el m¨ªnimo necesario- que reconocer¨¢n el tribunal.

Emma Bonino, que particip¨® en la inauguraci¨®n del seminario sobre El Estatuto de la Corte Penal Internacional: perspectivas para la ratificaci¨®n por los pa¨ªses del Mediterr¨¢neo, coment¨® con iron¨ªa que la negativa de Estados Unidos a firmar o ratificar tratados internacionales es 'bastante tradicional'. A modo de ejemplo, cit¨® el caso del tratado contra la discriminaci¨®n de la mujer que 'fue ratificado 30 a?os despu¨¦s'.

El anterior presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, firm¨® el estatuto de Roma, como se conoce el que define el papel de la Corte Penal Internacional, pero ni ¨¦l ni su sucesor, George W. Bush, lo han ratificado. Tampoco otras grandes potencias como Rusia, que s¨®lo ha firmado, o China, que ni siquiera ha suscrito el estatuto, figuran entre los 52 pa¨ªses que lo han ratificado desde que se abri¨® este proceso en 1998. El n¨²mero de pa¨ªses que lo han firmado es de 139. 'No nos podemos parar s¨®lo porque algunos de los grandes pa¨ªses no lo quieran ratificar, ya que eso ser¨ªa como parar la historia', coment¨® Bonino.

Para la constituci¨®n del tribunal, que tendr¨¢ su sede en La Haya (Holanda), es necesario que un m¨ªnimo de 60 pa¨ªses ratifiquen el estatuto despu¨¦s de firmarlo, una cifra que la organizaci¨®n No Peace Whitout Justice (No paz sin justicia) prev¨¦ alcanzar en dos meses.

El seminario organizado ayer en Sevilla por la Fundaci¨®n Tres Culturas del Mediterr¨¢neo pretende impulsar la adhesi¨®n de pa¨ªses del ¨¢rea mediterr¨¢nea, especialmente los pertenecientes al mundo ¨¢rabe, que no se han sumado hasta el momento. La intervenci¨®n del representante de la Liga ?rabe, Redouane Benkhadra, en la inauguraci¨®n, sin embargo, alent¨® el optimismo de los promotores de la Corte Penal Internacional al anunciar que Jordania estaba dispuesta a ratificarlo y que Egipto hab¨ªa dado el primer paso para apoyarlo.

Pluralidad internacional

Tanto Emma Bonino como Rafael Dezcallar, subdirector general de Naciones Unidas del Ministerio de Asuntos Exteriores, subrayaron la necesidad de que, entre los pa¨ªses constituyentes, figuren algunos ¨¢rabes. Dezcallar ley¨® un mensaje del titular de Asuntos Exteriores, Josep Piqu¨¦, que abogaba por lograr 'la pluralidad' de la comunidad internacional que ratifique el estatuto. Las dos grandes trabas que han frenado la adhesi¨®n plena del mundo ¨¢rabe han sido, seg¨²n la europarlamentaria italiana, la inmunidad del Jefe de Estado y la tradici¨®n que contemplan como elementos b¨¢sicos la mayor¨ªa de los ordenamientos jur¨ªdicos de los pa¨ªses ¨¢rabes.

Dezcallar, por su parte, destac¨® que la constituci¨®n de la Corte Penal Internacional es uno de los objetivos prioritarios de la presidencia espa?ola de la Uni¨®n Europea. Este tribunal s¨®lo tendr¨¢ capacidad para juzgar delitos de genocidio, cr¨ªmenes contra la humanidad, cr¨ªmenes de guerra y agresi¨®n. Su intervenci¨®n, adem¨¢s, s¨®lo est¨¢ prevista cuando los tribunales de los pa¨ªses afectados 'no quieran o no puedan intervenir', explic¨® Bonino.

La Corte Penal Internacional tendr¨¢ jurisdicci¨®n sobre los cr¨ªmenes cometidos en el territorio de los Estados que hayan ratificado el estatuto, as¨ª como sobre los ciudadanos de esos pa¨ªses que hayan cometido alg¨²n crimen. La pena m¨¢s grave prevista en casos extremos es la cadena perpetua (no se contempla la pena de muerte). Espa?a ratific¨® el estatuto en 2000.