Un cargo del PP desoy¨® a Zaplana y volvi¨® a cazar en un coto p¨²blico
Su pasi¨®n por el arte de la cineg¨¦tica le ha llevado, parad¨®jicamente, a errar el tiro en tres ocasiones. Jos¨¦ Mar¨ªa Rubio, diputado de Medio Ambiente de Alicante y cazador vocacional, cometi¨® su primer error cuando hace cinco a?os particip¨® en una cacer¨ªa en una finca propiedad de la Diputaci¨®n de Alicante, ubicada en pleno coraz¨®n de Sierra Mariola. En la batida de jabal¨ªes Rubio estuvo acompa?ado por los ex diputados provinciales del Partido Popular Antonio Botella y Pedro Barrios.
Durante el pleno de la Corporaci¨®n provincial del jueves, el diputado Rubio, forzado por el presidente de la Diputaci¨®n, Julio de Espa?a, asumi¨® su culpa. No obstante, el cargo del PP insisti¨® en que aqu¨¦lla fue la primera y ¨²ltima vez que particip¨® 'en una cacer¨ªa en fincas p¨²blicas'. La precisi¨®n de Rubio tampoco se ajusta a la realidad.
Fuentes consultadas por este peri¨®dico aseguran que Jos¨¦ Mar¨ªa Rubio particip¨® el pasado mes de diciembre en la ¨²ltima batida de jabal¨ªes autorizada por la Consejer¨ªa de Medio Ambiente en la misma finca.
'Mal, muy mal'
La segunda cacer¨ªa del diputado en cotos p¨²blicos llev¨® a Rubio a incurrir en su tercer error: desobecer las recomendaciones de un superior, con el agravante de que se trataba de una orden del jefe m¨¢ximo. Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat y l¨ªder de los conservadores valencianos, asegur¨® ayer que la participaci¨®n de cargos del PP en cacer¨ªas celebradas en fincas p¨²blicas es un episodio que ocurri¨® hace cinco a?os, y que no se volvi¨® a repetir. 'La noticia [el hecho] ocurri¨® hace cinco a?os. Me pareci¨® mal, muy mal y as¨ª lo dije. Desde entonces no se ha vuelto a repetir', asegur¨® Zaplana.
Zaplana insisti¨® en que su mensaje a los diputados cazadores de que se abstuvieran de asistir a batidas en fincas p¨²blicas lleg¨® a los destinatarios. El presidente regional del PP se?al¨® que, al trascender los hechos a la opini¨®n p¨²blica, es decir, tras la noticia, anteayer se puso en contacto con el presidente de la Diputaci¨®n para constatar que la pol¨¦mica cacer¨ªa fue de la que hablaron hace un lustro.
O el mensaje de Zaplana lleg¨® con interferencias o el impulso cazador de Rubio es tan irrefrenable que le llev¨® a caer en la tentaci¨®n y regres¨® a los barrancos de Sierra Mariola para abatir jabal¨ªes.
La afici¨®n a la caza -paradigma berlangiano de la Espa?a preconstitucional- de este diputado del PP se mantiene en sinton¨ªa con los gustos por deportes o espect¨¢culos de marcado car¨¢cter folcl¨®rico del resto de sus colegas. Por ejemplo, el presidente de la Diputaci¨®n, Julio de Espa?a, aparte de su admiraci¨®n por deportes como el boxeo, en su juventud, o el ciclismo, en la actualidad, muestra fervor por los toros. Julio de Espa?a ha destinado recursos p¨²blicos para actividades taurinas, entre ellas, la organizaci¨®n de jornadas.
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