La esquina de Guadalajara
Bosques, arroyos y vistas a las sierras de Ayll¨®n y El Rinc¨®n
La reserva nacional de caza de Sonsaz ocupa el punto m¨¢s esquinado del noroeste de la provincia de Guadalajara, lugar de hechuras agrestes y tierras pobres ennegrecidas por la pizarra que aflora entre sus jarales. Una zona que ha sufrido la incomunicaci¨®n y el olvido como ninguna otra, a tan s¨®lo cien kil¨®metros de Madrid. Un rinc¨®n castellano-manchego que hasta hace seis a?os no ten¨ªa ning¨²n acceso asfaltado desde su propia provincia, separada del resto de los guadalajare?os por el r¨ªo Jaramilla y la falta de un puente.
La Comunidad de Madrid ha sido la entrada natural a esta comarca geogr¨¢fica, cerrada al Norte por la sierra de la Tejera Negra y la cuerda de la Pinilla; al Sur, por la sierra de La Puebla, y al Este, por el Jaramilla y la cuerda del Mal Calzado. Los pueblos de la madrile?a sierra del Rinc¨®n (Montejo, Horcajuelo, Pr¨¢dena, La Hiruela y La Puebla) han sido sus ¨²nicos vecinos y la v¨ªa de comunicaci¨®n con el resto del mundo. Una situaci¨®n mantenida demasiado tiempo, que ha hecho que sus pobladores terminen por abandonar su tierra natal.
En medio de dos peque?as comarcas resurgidas de sus cenizas por la gracia del turismo rural y las ¨¢reas naturales protegidas, como son la sierra del Rinc¨®n madrile?a, con su hayedo de Montejo, y los pueblos negros de Guadalajara, con su parque natural de la Tejera Negra, los dominios de El Cardoso, con una riqueza ecol¨®gica y paisaj¨ªstica digna de envidia, mueren de soledad. Sus habitantes nunca fueron muchos, tan s¨®lo un par de cientos en sus mejores momentos, pero en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas las deserciones han dejado el municipio en poco m¨¢s de una cincuentena. Algunas de sus pedan¨ªas han quedado casi deshabitadas, como Cabida, con dos vecinos, o Pe?alba, con seis.
A pesar de la tristeza que emanan las callejuelas vac¨ªas y las construcciones semiabandonadas, estos peque?os n¨²cleos rurales reviven una forma de vida y cultura ancestrales. La pena es el desali?o que merodea por cada rinc¨®n de estos pueblos, fruto de la dejadez de quienes se olvidaron de esta esquina de Guadalajara.
Descubrir Sonsaz
En la misma medida que los humanos se alejan de los predios de la reserva de Sonsaz, la fauna y flora salvajes reconquistan los territorios perdidos. Cualquiera de los recorridos por las estrechas carreteras que unen El Cardoso con sus pedan¨ªas se muestra como excelente atalaya de un horizonte lleno de sorpresas. Sin embargo, la mejor aproximaci¨®n a estos montes se debe hacer pateando los senderos y caminos de herradura que los transitan.
Una buena alternativa es la vereda que desde Pe?alba desciende por el arroyo de Ca?amar hasta su confluencia con el Jaramilla. En esta corta ruta se halla una chorrera que durante el invierno y primavera se convierte en un espectacular salto de agua. Un viejo molino aguanta los envites del tiempo un poco m¨¢s abajo, poco antes del encuentro de las aguas. Para los m¨¢s atrevidos, continuar el descenso del Jaramilla por el vericueto de hoces que forma su encajonado curso hasta el puente nuevo de Corralejo puede ser una opci¨®n inmejorable para descubrir la riqueza faun¨ªstica que vive al pie de las aguas.
La dehesa de Boc¨ªgano se compone de un extenso bosque de robles rebollos, a la que se accede por un camino que parte por la izquierda desde la carretera 200 metros antes de llegar al pueblo. Esta pista cruza todo el melojar siguiendo los rastros de los jabal¨ªes y corzos, tan abundantes en toda la zona, por la vallejada del arroyo de las Canalejas y los collados de Agua Fr¨ªa y Ortigosa, hasta hacer cumbre en el pico Cerr¨®n, que con sus 2.199 metros de altura es la segunda mayor elevaci¨®n de la comarca, tan s¨®lo superada por el cercano pico del Lobo. La prodigiosa panor¨¢mica de la sierra de Ayll¨®n y del resto de montes de la reserva, acompa?ados por el lento planeo de los buitres leonados y alg¨²n ¨¢guila real, bien merece el esfuerzo de llegar arriba.
Otra interesante ruta es la que recorre el cauce del r¨ªo Jarama desde el puente de la carretera de La Hiruela, en el l¨ªmite con la provincia de Madrid, hasta Colmenar de la Sierra. Un tramo fluvial que se conserva casi virgen en el que habitan algunas especies, como la nutria, la trucha com¨²n y el mirlo acu¨¢tico.
GU?A PR?CTICA
- En el kil¨®metro 74 de la A-I se encuentra el desv¨ªo a Buitrago del Lozoya; tras tomarlo, se buscar¨¢ por la carretera vieja N-I el cruce hacia Montejo de la Sierra. Pasado este ¨²ltimo pueblo se contin¨²a hacia el hayedo de Montejo y la localidad de El Cardoso de la Sierra. Desde Guadalajara se puede llegar por la carretera de Tamaj¨®n a Majaelrayo, desvi¨¢ndose antes de llegar a Campillo de Ranas, en el cruce que indica hacia Roblelacasa y Corralejo.
- Los itinerarios propuestos son s¨®lo una muestra de las numerosas posibilidades senderistas y naturistas de la zona. El mejor mapa de la sierra de Ayll¨®n y Ocej¨®n (1:50.000) es el editado por La Tienda Verde (915 34 32 57), Maudes, 23 y 38, Madrid, en el que las rutas se convierten en trayectos sencillos y bien identificados. Precio: 5,70 euros.
- La Casa del Sol (949 85 92 17). Campillo de Ranas (Guadalajara). Habitaci¨®n doble con desayuno, 41 euros. - El Hayedo (918 69 70 23). El Turco, 13. Montejo de la Sierra (Madrid). Habitaci¨®n doble con desayuno, 30 euros.
- El Pajar de Carmina (918 69 71 52). Comunidad de Madrid, 9. Horcajuelo de la Sierra (Madrid). 30 euros. - Ad Libitum (918 69 73 20 - 917 73 77 68). Arriba, 64. La Hiruela (Madrid). 23 euros.
- www.sierranorte.com.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.